Esta
semana he colocado un comentario en una página de una amiga. Me declaraba ya
sin ninguna posibilidad: Catalunya, Cataluña, #Catuña en versión Pujol, y Venezuela. Quizá alguna cosa
más que ya he olvidado, me han derrotado. No puedo más. Creo que ya no entiendo
nada de esos temas, pero me temo mucho más que es que ya no quiero.
Estaba en
esas y un periodista serio, de los expulsados de la cabecera que le cobijó
durante años, Ramón Lobo, ha dado
una visión que ayuda, espero, a que no seamos lapidados si, confesos de izquierdas,
no comulgamos con un fantoche del tamaño de Maduro. Ni que eso signifique una venta clandestina a la CIA, ni a
la oposición supuestamente democrática de aquel país tan lejano en lo
geográfico como cercano en todo lo demás.
Y es
cuando propongo escuchar esta versión del
éxito del año. Sin prejuicios. Sin letra. Sólo música. https://www.youtube.com/watch?v=uiLCJwF1J9A No tengo nada contra Fonsi. Pero el dúo Brooklyn suena de otra manera ¿no?
Sólo
después de esa escucha es posible distinguir. No es poca cosa que Arnaldo Otegi, con años en prisión por
pertenencia a banda armada, tenga una posición más moderada que dirigentes de
Podemos o las CUP sobre el reciente conflicto que irremediablemente va a ir
creciendo en muchas ciudades y zonas turísticas de España. Mientras ese 12 o
13% del PIB español se ha obtenido en
lugares como Benidorm o Torremolinos, por citar solo dos ejemplos que entiende
todo el mundo, no ha ido muy allá el malestar
Las
borracheras de jóvenes británicos en Salou que convertían el balconing en un
anticipo de la Semana Santa… Definitivamente el hartazgo de muchos ciudadanos
en Barcelona y Palma que sufren los excesos de un determinado tipo de turismo,
ha puesto en la diana este nuevo asunto. Ya tenemos tres. Venezuela, Catalunya
y el turismo.
Muchos libros
de texto cifran en tres grandes bloques de problemas lo que se suele etiquetar
como la crisis del 17. De 1917. Hubo una crisis militar, salarial, que afectaba
a los suboficiales en primer lugar. Hubo una crisis social que desembocó en una
huelga general. Se trataba de conseguir un mejor reparto de los beneficios que
los empresarios acumulaban como producto de la neutralidad española en la gran
guerra que se había traducido en una inflación que dejaba depauperados a
millones de trabajadores. Y finalmente hubo una gran crisis política, con una
auténtica rebelión de parlamentarios que se reunieron en Barcelona en una
asamblea paralela. Hoy eso toca en Caracas. La objeción fiscal de muchos
catalanes también le puso un acento peculiar a esa crisis de hace un siglo.
La
prórroga de esa crisis tuvo una ayuda fundamental en el catalanismo moderado de
la Lliga, colaborando con los conservadores españoles… hasta el golpe de Primo
de Rivera. Nunca he pensado que la Historia se pueda repetir. En una tarde
lluviosa de un día accidentado es un alivio.
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