Entre esta entrada y la anterior el verano ha pasado su
propio ecuador. Por San Lorenzo me marché a Francia. Unos amigos, que son mi
única familia francesa, han hecho que tres días en la fachada marítima del
Poitou me hagan olvidar la locura de calor y tráfico de otras tantas jornadas en
los alrededores de Burdeos. Nos equivocamos muchas veces pensando que a más
norte más frío, en relación directa y sin matices y no es así.
Muchas veces también creemos que nuestro país es lo peor de
lo peor en atascos y accidentes. En respeto a los ciclistas… en muchas cosas… y
tampoco creo que sea exactamente así. Acabo de ver una ventaja clara en el país
vecino. En una playa de las Landas, en la zona vigilada, perfectamente acotada
y no muy amplia, con lo que el baño podía ser muy semejante al de algún ritual hindú,
junto a dos socorristas en actitud muy vigilante, se encontraban dos agentes de
las CRS, compañías republicanas de seguridad, lo cual sin duda ayuda mucho a
que los bañistas obedezcan las órdenes de los socorristas, algo que no siempre
sucede en nuestras playas.
Cal y arena. Como casi siempre. No quiero entrar en la
wikipedia pero me parece recordar alguna ley física que afirma que el orden se
consigue a base del desorden. No me lo tomen en sentido literal pero debe ser
bastante aproximado. Aquel día no debí ir a clase pero la segunda ley de la
termodinámica entró en mi vida más tarde. La primera es repetida por escolares
de primaria que seguramente desconocen la profundidad de lo que afirman de la
energía.
El alcalde de Santander, por formación inicial, seguro que
conoce bien las leyes físicas pero no actúa en consecuencia. Eso es muy humano.
Se ha montado, una vez más, una bastante gruesa en torno a la plaza de Cañadío.
Durante la Semana Grande
yo mismo lo pude comprobar en directo… poco después la policía municipal ha actuado y
el botellón ¿ha desparecido? No. El orden en Cañadío se consigue a base del
desorden en zonas relativamente cercanas. Los servicios de limpieza urbana
seguramente tienen el mapa detallado del botellón urbano. Con crono exacto.
Según épocas del año y horas del día ¿Quiere el Ayuntamiento poner orden o
simplemente amagar y seguir trampeando?
Los vecinos de Cañadío también tienen lo suyo. En unas
ventanas sobre locales míticos de la plaza se anuncia que ese piso vale cero
euros por culpa de… Yo he llamado para interesarme por uno en venta muy
cercano, a menos de cien metros. Y sí, tenía ceros, bastantes, pero con alguna
cifra por delante distinta a la nada.
Este
ascenso me lo agradecerá Iñigo toda
la vida. El alcalde hace lo que cualquiera por ahí. Erdogan, sin ir más lejos. Obama.
La Unión Europea …orden
por un lado desorden por otro. Hay un extra de The Economist, de 28 de mayo, sobre las migraciones donde resalta que la crisis de los últimos meses en Europa es solo una parte, y
pequeña, de la que afecta al mundo en su globalidad y que lo peor se soporta en los países menos afortunados. El subtítulo no admite dudas. El mundo rico debe
gestionar mejor la crisis de los refugiados. La última vez que tuve noticias de
esa publicación no era -todavía- el órgano del comité central de un partido
extremista.
Finalmente está el PP. Su orden/desorden no es culpa propia.
Es de los socialistas. Desconozco si puedo meter iconos en este blog. Adivinen
cuál podría ir aquí, pocos minutos después de una rueda de prensa de Mariano.
Me gustó tu explicación sobre la magnitud física (entropía ) aplicada a Iñigo. Un tipo frío como él, a mi me da energía
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