La tecnología actual hace posible que ni en vacaciones, a
16º de latitud y más de 2.000 km de distancia de casa, uno no se escape, si no
quiere, de la política local. Santander no es Casablanca, ni falta que nos
hace. Desde la etapa de Vichy han pasado más de 70 años. Ningún concejal del
equipo de gobierno de la capital cántabra vivió nada de eso. Pero seguro que
muchos son aficionados al cine. El capitán Renault,
en la Casablanca de Curtiz, también
parece sorprendido de que se juegue en el café de Rick. Pero Renault es un tipo simpático que acaba del lado de los
buenos.
César Díaz es un pseudohistérico al servicio
de la pseudohisteria del Alcalde Íñigo.
Cada vez que algo no va exactamente como ellos quieren, les sale una pluma
totalitaria digna de tiempos que no han conocido. Pero parece que les va esa
marcha. Y gritan. Gritan mucho. Y la culpa siempre es de otros. Si se caen
edificios antiguos, y el derrumbe cuesta vidas, ellos ni pasaban por allí. Si los edificios son de VPO y nuevos, y se caen, un edil debe averiguar la
razón. Si es porque una empresa amiga lo ha hecho mal... mala suerte... para
esa empresa. Debería haber cláusulas de garantía de diez años ¿las hay? Si es así,
a cumplirlas y si no las hay alguien debería dimitir.
Ya está bien del juego que nos traemos en esta ciudad. Con
un añadido que durante muchos años no era posible. Ahora todo ocurre por la
incondicional entrega de los dos concejales de Ciudadanos. En el pacto para ir a
ninguna parte entre el PSOE y esa formación de origen catalán, se habían contemplado
reajustes como el que se podría dar en la política municipal de Santander? Lo
dudo, y no es un bolero.
Hace poco le he contado a una amiga mi mayor triunfo en
materia de consumo. Es posible que ya esté relatado en alguna entrada anterior
de este blog. En una fecha como la de hoy dedicada por la Iglesia católica a la Virgen de Montserrat, la morena de la
Sierra… me vuelvo a acordar de un contencioso que mantuve con el Ayuntamiento
de Barcelona en la segunda legislatura municipal de la democracia. Con Pasqual
Maragall de alcalde y mayoría absoluta del bloque PSC-PSUC
No me voy a alargar. El asunto, tras muchos recursos
administrativos, es que el ayuntamiento me devolvió el importe de un servicio de grúa (municipal) no solicitado así era
como lo solicité. Sería posible algo así ahora? Lo dudo. Ha sido posible en
Santander en algún momento? Solo si se era amigo de… Es una diferencia
Tampoco puedo resistirme a contarlo. Escribo desde una isla casi
enfrente de Tarfaya, algo más al sur de Casablanca y en un día como el de hoy
de hace cuatro años andaba yo por la otra orilla. Comiendo pescadito frito en
Sidi Ifni, por ejemplo. Por eso me han rondado Rick y Renault y la Bergman, claro.
Ah...la Bergman. Qué hembra
ResponderEliminarAh...la Bergman. Qué hembra
ResponderEliminarYo en África y tu en California. Asombro tecnológico de nuevo
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