Ayer empezó a llover algo más tarde de lo que
indicaba el pronóstico. Dos actos casi coincidentes en la hora libraron
bastante bien. Se recordaba el 40 aniversario de la proclamación de la
República Árabe Saharaui Democrática. Un acto breve, sencillo, que a los
nacidos en aquel territorio y residentes en este les dejará un determinado
sabor. El mío es bastante amargo. Pertenezco a una generación a la que
enseñaron en Primaria que el territorio español se organizaba en 54 provincias.
La del Río de Oro tenía una superficie muy cercana a la mitad del territorio
peninsular. Su enorme problema era el vacío poblacional. Una de nuestras
mayores vergüenzas históricas sigue dejando secuelas.
En algún momento de los diez años que separan esa proclamación del
referéndum del 12 de marzo de 1986, por el que nos quedamos en la alianza
atlántica, alguien hizo muy mal su trabajo. La entrada en la OTAN fue una
escapada de un gobierno que se derrumbaba. La no salida fue la mayor
infidelidad cometida por un partido español a su electorado en los últimos 80
años. Así, tanto el apoyo a los saharauis como la negación de la alianza
militar, a la que por ejemplo Suecia nunca ha pertenecido, quedaron convertidos
oficialmente en patrimonio de radicales, o de muy radicales. Incluyendo,
supongo, la atención a los niños en las ocho semanas de verano de las
vacaciones en paz. Y en nuestra tierra con algo de fresco y un poco de lluvia.
Una especie de milagro para nacidos en Tindouf
El otro acto, al que la lluvia afectó en los últimos minutos
en la plaza del Ayuntamiento, era el que reclamaba a la vez que en muchas otras
ciudades de España y del resto de Europa un #pasajeseguro para los refugiados. Muy en concreto para quienes
arriesgan su vida a diario en el Egeo, procedentes mayoritariamente de Siria.
No se si los biempensantes también creen que apoyar a los refugiados es cosa de
radicales o de muy radicales. Algunos mandamientos de la ley divina son de
fácil cumplimiento: No matar, honrar a los padres, amar al prójimo…
He participado en la organización de la marcha del sábado.
Me consta que el Obispado de Santander ha seguido la misma. En el ángelus de hoy el Papa se ha
ocupado del tema. Tras los pontificados polaco y alemán, el Papa actual parece
que sintoniza mucho más con las necesidades reales y cotidianas de la mayoría.
No se puede decir lo mismo de nuestras autoridades civiles, destacando entre
ellas el ministro del interior, Fernández
Díaz, que exhibe un modelo folklórico de religiosidad, que no le alcanza
para tener piedad con los refugiados.
Sin embargo, en la marcha de ayer se pudo ver en
Santander a la vicepresidenta y algún
consejero del gobierno regional y algunos otros altos cargos y diputados
regionales y nacionales. Al menos una concejala del PP... Es un tema
transversal. La comisión que ha preparado esta marcha va a seguir intentando
trabajar a favor de los refugiados. De que se respeten sus derechos. Puede que
no sea de dominio común, pero los refugiados tienen derechos reconocidos internacionalmente
y en la Unión Europea, que pretendió hasta hace muy poco tiempo ser campeona
mundial en la lucha por el respeto a los derechos humanos, esas leyes no se cumplen.
Tengo un empeño especial. El ferry de Ayvalik, cerca de
Esmirna y de la antigua Pérgamo, a Mitilene en la isla griega de Lesbos cuesta
10 € i/v. Un trayecto de una hora. Pero los refugiados tienen que pagar a mafias,
un mínimo de 1000€, pasarlas canutas en
el trayecto, llegar mojados y desfallecidos y muchos, miles ya, no van a llegar nunca. Es tan escandaloso que lo mínimo
que se puede hacer es denunciarlo.
En otros momentos de la historia reciente de la Humanidad ha
habido representantes diplomáticos que con su iniciativa, y valor, salvaron
miles de vidas. La acción de Pablo
Neruda fletando el Winnipeg llevó a Chile en 1939 de forma segura a más de
2000 españoles. Ángel Sanz, desde el
consulado en Budapest, en 1944, se calcula que salvó a miles de judíos… ¿Qué
hacen en estos momentos los representantes diplomáticos de la Unión en Ayvalik?
No hay comentarios:
Publicar un comentario