Después de una legislatura dramática, que se recordará por
los recortes y la corrupción, como las dos caras del partido gobernante, se va
imponiendo la sensación de vivir un circo político. El gobierno todavía en
funciones decidió realizar un quinto presupuesto general del estado, cuando las
legislaturas son de un máximo de cuatro años, habilitando sesiones veraniegas
de los organismos parlamentarios y alargando la convocatoria para unas nuevas
elecciones hasta el límite legal o un poco más allá.
Así, las fechas de la
campaña y de las elecciones coincidieron con la época navideña y cuando el
próximo 2 de marzo el candidato socialista, por K.O. del aspirante mejor
colocado en votos y escaños, presente a examen su programa en el Congreso de
los Diputados, habrán pasado ocho meses de políticas a medio gas.
Eso es bastante peligroso. Tenemos una tradición secular en
nuestra sociedad de poco respeto por la autoridad, de muy poco aprecio por lo público,
por lo de todos, que al final parece de nadie. Así se explican conciencias
laxas de casi todos quienes tienen/tenemos oportunidad de no cumplir con las
obligaciones. Hoy mismo he escuchado en la radio a un periodista a quien le
tengo, o tenía, bastante simpatía, abordar con cierto cachondeo su proceso de
re-educación vial por pérdida de todos los puntos de su carnet de conducir. Mejor
no abordar cuestiones fiscales en este apartado pero sigo viendo que se escupe
mucho en la vía pública. Menos que en China pero más que en Suiza…
Somos lo que somos y como somos y a pesar de lo que haya
podido parecer en los párrafos anteriores no me gustaría ser de ningún otro
sitio. Por eso no me gusta que el mayor esfuerzo de las últimas semanas se
dirija a que parezca que la culpa es de otro. Vamos a ir a nuevas elecciones y
eso puede ser ya en verano y eso querrá decir que el tiempo evaporado será de
un año completo, y el mayor cuidado ahora de los partidos que deberían estar
negociando un acuerdo de investidura y un programa de gobierno se dirige a que
en la próxima campaña puedan decir con algún dato de apoyo que la culpa fue…
del cha-cha-chá.
Escribiendo en mi ciudad natal, en la noche de un 15 de
febrero, no quiero obviar el aniversario del incendio de 1941. Algo adelanté la
semana pasada. Con sinceridad debo reconocer que me ha gustado algún especial
de prensa del que solo esperaba el triunfalismo habitual. Después de 75 años ya
podemos analizar, sin que nos caiga encima ninguna maldición, las consecuencias
socio-urbanísticas de una supuesta reconstrucción en una etapa histórica
totalitaria.
Desde hoy quizá ya no se reciban insultos por decir que aquí
solo se reconstruyeron dos edificios, la catedral y la iglesia barroca de la
Compañía. Y que se instaló un modelo especulativo como fuente de riqueza
principal de nuestra clase dirigente. Un modelo que 75 años más tarde resiste,
cada vez más censurado pero resiste. La no alternancia en el gobierno
municipal, creo que la única en municipios de más de 100.000 habitantes, es
prueba aritmética.
Otro dato que va a quedar, lo he escuchado y leído por
doquier, es que el 10% de la población perdió la vivienda. Si empezamos a
analizar el pasado, el resto del pasado, con esos consensos que hemos aplicado
al recuerdo del 75 aniversario del incendio, quizá empecemos a salir de otros
agujeros negros históricos. Aunque no me voy a dejar ganar por ningún optimismo
sin fundamento. De hecho, el titular se refiere a mi proverbial falta de
acierto a la hora del pronóstico político y a ver si, apostando por nuevas
elecciones consigo que al final se entiendan. Alguien con alguien. Cualquier
gobierno de marzo, o de abril, mejor que nuevas elecciones en junio o julio.
Insisto, cualquier gobierno de primavera mejor que nuevas elecciones.
Esperemos que los idus de marzo traigan mejores augurios que las ondas gravitacionales que nos llega ahora.El espacio-tiempo es escaso o infinito(depende del observador)pero los agujeros negros multitud y tan sólo se atisban pasados unos lustros cuando chocan entre si.
ResponderEliminarQue me perdone Einsten por meter su teoría en la política española y el firmante del
blog por esta metáfora.
Un saludo
Esperemos que los idus de marzo traigan mejores augurios que las ondas gravitacionales que nos llega ahora.El espacio-tiempo es escaso o infinito(depende del observador)pero los agujeros negros multitud y tan sólo se atisban pasados unos lustros cuando chocan entre si.
ResponderEliminarQue me perdone Einsten por meter su teoría en la política española y el firmante del
blog por esta metáfora.
Un saludo
Me gusta mucho tu metáfora. De hecho, creo que la Física debería ser más escuchada por la política. Yo estoy más cerca de conocimientos geológicos y ya tengo algún apunte. Cualquier día... Gracias por comentar
ResponderEliminarSe pondrán de acuerdo (les va el escaño/pensión en ello) y luego se traicionarán, como es debido. Cumplirán lo que puedan -o quieran- e incumplirán lo que fuera sepultable. ¡Pues no tienen palabrería hueca y zalamería falsaria para enmierdarlo!
ResponderEliminarEn las anteriores elecciones autonómicas, en Extremadura, con dos cojones, IU se alineó con el PP para echar al PSOE. En la vecina Andalucía, manda huevos, tuvo más votos el PP, pero IU y el PSOE se taparon sus mutuas vergüenzas. ¡Podemos no puede gobernar con la derechona! Ya, será en todas partes menos en Cantabria, pues aquí gobierna con Revilluca, tomajeromapastillasdegomaquesonpalatos.
Lo cual que estoy plenamente de acuerdo. Es un circo, pero se hace un tanto aburrido porque solo hay payasos. Se echan en falta trapecistas (sin red) y leones (sin drogar). En esto de los leones, los romanos eran mucho más expresivos.
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