Una semana de relativo aislamiento y pasan tal cantidad de
cosas que ni ausente de los medios de comunicación tradicionales he conseguido no
enterarme. Una broma que se me había ocurrido en relación con tantas cosas que
pasan en Madrid, la independencia de Madrid, en directo, que Esperanza y Tomás
y Tania, y Joaquín Leguina que nunca
ha tenido nada que ver con lo que pasa allí, todos ellos pasen a ser ciudadanos
extranjeros y quizá los demás nos podamos entender mejor. Voy a repetirlo más.
Se lo he escuchado en una mesa próxima a un ciudadano, con inconfundible acento
de la capital, poniéndolo como ejemplo del disparate supremo. La independencia
de Madrid. Pues miren, alomojó no. Un
catalán nada nacionalista, muy cercano a Fraga
en su momento, dice que Tarradellas
ya situaba una parte notable de los problemas de la República en el guerracivilismo del PSOE madrileño. Ahí
seguimos ochenta años después. Próximo combate ¿Zerolo-Gabilondo?
Pero en el aniversario del incendio que destrozó Santander,
otro luto nos ha caído encima. La mujer que ha representado el papel de David frente a un ayuntamiento
desalmado, ha fallecido y la expropiación de su casa, y la valoración por esa
expropiación y que a los 87 años tengas que buscar más de 10.000 euros para
completar lo que te pagan por tu vivienda para acceder a otra más pequeña y
peor situada, algo ha tenido que ver en esa defunción. Ya
lo advirtió su médico de familia.
Voy a ponerme pesado pero desde hoy hasta que el plazo de
presentación de candidaturas finalice, voy a abogar porque se acabe el #ordenoymando
en el ayuntamiento de la capital de Cantabria. Es toda una vida, casi
dos, sin alternancia y esa esencia de la democracia no se puede obviar sin que
el justo gobierno se resienta. Así, el programa por la alternancia es de
mínimos y quien no lo pueda asumir es bueno que lo diga alto y claro. Los
ciudadanos presiento que esta vez vamos a tomar muy buena nota.
Primero, si la aritmética lo permite, si el PP no obtiene
mayoría absoluta, las candidaturas firmantes se comprometen a pactar un
gobierno municipal de salvación con el objetivo de atender mejor los barrios
menos favorecidos, disminuir la deuda y dejar de incrementar los impuestos. Los
servicios sociales pueden aumentar su partida hasta que el riesgo de exclusión
no sea una amenaza para amplios sectores de ciudadanos. Eso implica a los
grupos actualmente en la oposición, PSC y PRC. Pero a la par, otros grupos
nuevos o clásicos, con más puntos en común que diferencias, no pueden
alegremente ir por separado a esa cita electoral. Hablo de IU, de Equo, de
Podemos, de Compromiso por Cantabria… de quien suscriba esos mínimos. La ley
electoral existe y castiga la división.
Segundo, si la alternancia llega a buen puerto, la nueva
corporación bautizará antes de final del año con el nombre de Amparo Pérez la avenida que desde
Cuatro Caminos llega a la S-20 incluyendo el nuevo tramo que pasa por encima de
la casa de Amparo. Ya es hora de que Alonso Vega desaparezca del callejero.
Es un proyecto moderado, mucho más moderado que los casi 80
años de gobierno municipal para el escaparate urbano y los poderosos. Es la
hora de la trastienda y de la mayoría de la población.
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