martes, 27 de agosto de 2013

Ferias y fiesta

Podría seguir con las banderas de la semana pasada y algo de ese capítulo va a caer, pero afortunadamente hay más que contar. Viajando por la A67 hacia el centro peninsular salta la emisora que tengo conectada y da información local de Palencia. Falta poco para la feria de San Antolín y el pincho de moda va a ser uno denominado #Gibraltarespañol ¡Cielos, no! Un espárrago -amarillento- sobre un pimiento morrón o del piquillo. El hostelero responsable parece que sabe más del tratado de Utrecht que los mismísimos firmantes.


Otra feria, la de San Julián en Cuenca, se enfrenta este año a tormentas tremendas. En un supermercado, muy cerca de la linde Guadalajara-Cuenca, se habla del asunto y de todas las carteras que han robado en las inmediaciones de la plaza de toros. Parece que ayer, lunes 26, durante la granizada han desaparecido más de cincuenta. Entre ellas la del marido de la carnicera del propio súper. 
 
A la salida un personaje de cómic renovado por donde menos se podía esperar. Una copia muy buena de #Martínezelfacha, con bermuda y camisa azul, con bandera rojigualda en cuello y mangas y, nadie lo podría imaginar nunca, una cadena, probablemente de oro, en el tobillo izquierdo. Definitivamente esto no es lo que era. 
 
Y poco después de que empiecen los colegios y con fiesta local en Torrelavega y algunos otros municipios de la región, el 16 de septiembre vuelve un programa de radio con el que por razones obvias mantengo compromisos diversos. El lunes 22 de abril el programa no se pudo emitir. Alguien había cambiado la cerradura de la emisora desde donde se emitía.
 
Voy a poner el enlace al comunicado de los dos periodistas que se embarcan de nuevo en la aventura. Ellos lo irán contando mejor, fuera de duda. Pero hay un elemento con el  que estoy totalmente de acuerdo y que avanzo. Una de las caras del poliedro de esta crisis actual que está desarbolando la sociedad española se relaciona con la manera en que los medios convencionales han contado mayoritariamente la misma.

http://es.scribd.com/doc/163419178/082713-Vuelve-Buenos-Dias-Cantabria
 
Muy probablemente la salida de esa crisis deberá ir acompañada de un relato diferente. En eso estaba Buenos Días Cantabria y un medio convencional, un editor convencional tirando a rancio, se cargó el programa como pudo. Ganó una batalla, no entiendo muy bien para quien. El 16 de septiembre la guerra continuará. 
 
A un político de cabecera del editor rancio le conviene saber, hay que decírselo muy claro ya que él no es muy espabilado, que lo que hayan ganado con el cierre en abril de #BDC lo tendrán que evaluar despacio. A la luz de lo que aparecerá como muy claramente perdido a partir del 16 de septiembre.
 
Para empezar un puñado de votos. O más. Y si hay ilegalidades en alguna de las tareas del gobierno regional anterior, no se van a seguir tapando por haber intentado amordazar a los periodistas que las contaban. Se que el 22 de abril escribí sobre aquella agresión con la cabeza caliente. No es el caso ahora. 

http://robertoruisanchez.blogspot.com.es/2013/04/franquismo-sociologico.html
 
También se que aquella entrada en mi blog ha tenido más lectores que ninguna otra en los casi tres años del mismo. Es la ventaja de no deber nada a nadie. Cuento las cosas como me parece que son, con el margen de error que toque. Pero no las cuento como me dicen que hay que contarlas o como le conviene a #noséquién que las cuente. Y me lee, gratis, quien quiera.

lunes, 19 de agosto de 2013

Banderas



¡Andoni! ¿Quieres una? ¡Que te pongan tres! En mi pelea con el candado de la bici, a la salida de la compra de una bombilla, oigo una voz ligeramente bronca, que con una cierta sonrisa se dirige al tal Andoni, con d, a quien no veo entre la marea humana que inunda el Corro de Campios a las ocho de la tarde. El verano parece que está siendo muy generoso en cuanto a visitas y consumo en Comillas.

Parece que en la tienda en la que he comprado la bombilla, en la que me conocen, en la que ya conocían a mis padres y abuelos, y a mis hermanos y a mis tíos y primos, parece que además de bombillas y  muebles y electrodomésticos y cualquier cosa que se necesite en casa o en la playa, parece que también venden banderas, con riguroso escudo constitucional. No sé si voy a cambiar en el tiempo que me quede de vida pero a mi me parece, hoy por hoy, más necesaria una bombilla que una bandera.

A la compañera de Andoni, una mujer que en su lugar de origen tipifican como morroska/jatorra, el encuentro de la bandera le ha producido, al parecer, cierta alegría o sorpresa o las dos cosas a la vez o vaya usted a saber. El caso es que ha gritado el nombre de Andoni, con d, mientras agitaba la bandera y le hacía la pregunta del inicio.

A mi me cuesta poco confesar que tengo un lío con las banderas. De pequeño, cuando en la ONU había 60 o 70 estados independientes creo que las conocía todas, a través de mis colecciones de cromos y del libro de geografía. Después llegó la revolución del África subsahariana y más tarde la caída de la URSS y ahora ya no debe haber casi nadie que se sepa todas las banderas estatales, más de 200.

Cuando ya había crecido un poco más aprendí que entre las singularidades de nuestra España, y producto de nuestra Historia, teníamos más de una bandera. Como los grandes. Quién no ha visto la bandera confederada en muchos jardines del sur de Estados Unidos, y en pubs y camiones .Aquí durante la dictadura franquista las banderas partidistas de Falange y Requeté acompañaban a la nacional en todos los actos públicos. En justo equilibrio los derrotados en la guerra mantenían la tricolor en el fondo de sus desvanes. Esa bandera republicana que ha ido ganando espacio en la calle en los últimos años.

Estoy bastante convencido que Andoni y su morroska le tienen más cariño a una bandera con los colores de la italiana y el dibujo de la británica, pero yo a esa le tengo el respeto suficiente para no hacer la mínima ironía sobre ella. Ciertamente la morroska de Andoni no dijo nada ofensivo. Probablemente ni los miembros de la Brunete mediática que veranean en la villa se hubieran sentido citados de lejos. No estoy nada seguro que por lo mismo, en el partido de vuelta, pongamos con la ikurriña en Elorrio o Arrasate, no se hubiera montado un pequeño lío. Pelillos a la mar.

Creo que las banderas, como los nombres de los dioses, no deben tomarse en vano. No me gustó lo de la morroska/jatorra pero últimamente he visto la bandera oficial de España a la altura del betún, en alpargatas, y lo que me parece más ofensivo, en collares de perros. Y a poca distancia de la actuación de la morroska de Andoni, tres días más tarde, he visto a un adolescente con la bandera española en forma de escarapela gigante en su camiseta y la leyenda los españoles primero Que supongo que será bueno ir traduciendo a las lenguas de los países donde se van instalando los españoles ahora que en nuestro país se han puesto las cosas tan mal gracias, entre otras cosas, a los sobre-cogedores sobre-sueldos que han tenido algunos que seguramente tendrán la bandera en las bragas y los calzoncillos. Porque la variedad de chorizo patriota está de moda esta temporada.

Y no quiero mencionar a un ministro que parece que hace negocio con el asunto de las gasolineras flotantes en el último escaparate de banderas: La bahía de Algeciras

lunes, 12 de agosto de 2013

Oyambre, el santo y la peana




Cuando llegan los mejores días del año, los que se pueden pasar en lo que cada uno califique como su centro del universo, allí donde la infancia, o el amor o ambos y más, nos fueron favorables, existe la posibilidad de que el entusiasmo nos oculte realidades evidentes. Le comento a una amiga que Oyambre, concretamente el cabo, es mi DNI y me contesta que puede que sea también mi DNA/ADN. Me parece que puede estar acertada.

Nunca fui favorable a los determinismos varios que he ido encontrando a lo largo de mi vida, biológicos, históricos o geográficos, no en el sentido de su primacía. Aunque tampoco conduce a nada negar la existencia de determinados factores. Alguno de mis bisabuelos, mis dos abuelas y uno de mis abuelos nacieron y vivieron a muy pocos kilómetros del cabo. Si yo hubiera nacido en Australia y nunca hubiera pisado la costa del Cantábrico, mi relación con ese cabo sería distinta. Pero no es el caso. Durante cientos, puede que miles de mañanas veraniegas de niñez y adolescencia una de las primeras cosas que veía, antes que el desayuno, era ese cabo. Eso marca un poco.

La batalla de Oyambre de los primeros ochenta me pilló residiendo fuera. Hubiera sido especialmente sangrante para mí de haber sido entonces, como ahora, ciudadano de esta región. La victoria de los defensores del medio ambiente ¿en qué se ha traducido? Hay un valor notable en una playa que no tiene detrás un telón urbanizado, salvo media docena de construcciones de dudosa legalidad en relación con la ley de costas.

Eso no es poco ¿hay algo más? La declaración hace más de 20 años de la zona con una figura de protección, Parque Natural, que no se ha traducido en nada hasta hace muy poco tiempo. Un solo ejemplo. ¿Alguien impone la ley en relación con los aparcamientos? Habrá que esperar una desgracia para que quien corresponda impida aparcar vehículos a los dos lados de la calzada impidiendo la circulación normal durante horas, fundamentalmente los fines de semana.

Lo que se hace en Oyambre, y en alguna otra playa de nuestro litoral, ¿sería posible realizarlo en algún otro lugar del territorio? A qué viene esa permisividad? Hay lugares de aparcamiento en la zona, privados, de precio razonable, probablemente ilegales, del mismo modo que hay lugares de acampada y se permite la acampada libre en el pequeño aparcamiento sin pavimento… ¿hasta cuando tanta exhibición cutre? Quién ganó la batalla de hace 30 años?

Se reía la noche del sábado un amigo bilbaíno cuando le confesé que me dolía Oyambre. No tengo la capacidad de Unamuno para que me duela toda España, que me duele bastante, esta semana de Novales a Gibraltar, mucha tela por cortar, sin ánimo de rima fácil. Pero me duele Oyambre, me duele mucho. Y uno de los últimos dolores se relaciona no con la masificación, la censura de la misma siempre fácil de etiquetar como elitista. El nexo de unión de esa playa con el horizonte más lejano, el que no se divisa desde sus arenas ni desde lo alto del cabo, es el aterrizaje en junio de 1929 del llamado pájaro amarillo.

Ese mismo año se descubrió un sencillo monolito en recuerdo de la hazaña de los tres aviadores franceses y del polizón que llevaban a bordo. Ese monolito es parte de mi DNI y de mi DNA/ADN, ha estado ahí más de 80 años ¿Quién y en nombre de qué o quien lo ha retirado de su emplazamiento dejando en su lugar únicamente un cuadrado de piedra sin la más mínima explicación? Nos han dejado la peana pero yo quería al santo.

Ayer domingo, como muchas otras veces, me encontré en mi paseo mañanero con Antonio Resines. No nos conocemos de nada y siempre he dudado si saludarlo y someterlo al test de comprobar como lleva su fama o respetar su intimidad y hacer como que no lo reconozco. Antonio Resines tiene fama, está vinculado a la playa y ha producido un documental sobre la aventura de 1929, la cuarta travesía del Atlántico sin escalas.

Que sepa, desde aquí, ya que no se lo he dicho en directo, que alguien se lo haga llegar, que tiene un voluntario para pelear por el reintegro del monolito a su lugar. A ese lugar que todos los nativos y habituales de la playa conocen como el pájaro amarillo. El mismo nombre que un hotel rural de la zona y el del chiringuito de la playa, el que ofrece pecados frescos. Nadie echará en falta la s en las paellas de Agus y María. Una de las curiosidades gastronómicas menos conocidas de la región.

domingo, 4 de agosto de 2013

La casa de las citas



"Es un inútil total (…) Con dosis importantes de caradura porque siempre encuentra una excusa para no asumir sus responsabilidades” En diciembre de 2010 y a propósito del estado de alarma provocado por los controladores aéreos, los asesores de Rajoy encontraron estas citas en el armario de Rubalcaba. El socialista se las había dirigido años antes al ministro de Fomento de Aznar, Arias Salgado. En tono más bien cobarde, continuó, “No seré yo quien emplee estos calificativos (…)" Esta claro que si el #1A Rajoy las pasó canutas, los estrategas del PSOE se lo podían haber puesto peor. No lo hicieron. Ellos sabrán la razón.

La crisis del bipartidismo también se puede manifestar en estos espectáculos de opereta. Cargar contra el dirigente socialista, en la situación que los papeles de Bárcenas han colocado al PP en su conjunto y a Rajoy a la cabeza del conglomerado de corrupción, no deja de ser un intento de reforzar la estructura, corrupta, que nos ha llevado a la situación actual. De ahí las citas a Roldán, a Filesa, y al lucerito del alba, con su correspondiente #findelacita, que Mariano, a veces, no se sabe si es gracioso o lo intenta. Están convirtiendo, o ya han convertido, la sede de la soberanía popular en una casa de citas.

Llegados aquí nadie va a impedir que me cite yo solito. En ese mismo diciembre de 2010, al vuelo como quien dice, ya hice la predicción. No digo que fuera difícil de hacer y sin embargo nadie, ni algún diputado catalán de izquierdas que llamó corrupto al presidente del gobierno y éste, como ya tenía escrita la contestación no se percató, nadie, ni Coscubiela, le ha llamado bobo solemne, la cariñosa etiqueta que Mariano dedicó a Rodríguez Zapatero. Tiene suerte, está contando con más respeto que el que él demuestra por la ciudadanía. 

Ha reconocido que se equivocó, como el rey. No ha pedido perdón con la misma claridad que lo hizo el monarca. Y ambos, terminada la comparecencia de las citas en la casa de las mismas, deberían pararse un rato y explicar a los ciudadanos de este lado del estrecho y a los súbditos del otro lado, el papel que ha jugado cada uno en el indulto que Mohamed VI ha concedido a un español, parece ser que de origen iraquí, condenado por pederastia en Marruecos. La relación que ese individuo pueda tener con los servicios secretos y lo que éstos han presionado para su liberación todavía no está aclarada.

Las víctimas de entre tres y quince años. Uno de los delitos más repugnantes, con el agravante de ejercerse en un entorno de máxima necesidad – El Estrecho de Gibraltar sigue siendo, pese a la crisis, el mayor salto socioeconómico del planeta- ha merecido el perdón real, de allí, por petición, real, de aquí. Realmente, si a alguien, de aquí y de allí, el asunto no le da asco es que la vacuna contra la mismísima mierda ya está inventada.