Entrada publicada hoy en Aquiconfidencial.es
He empezado el año con dos lecturas muy diferentes pero con un patrón común en el género, que no suelo frecuentar, de la biografía. Cosas de los Magos de Oriente. El protagonista del primer libro que he terminado en 2012, es un admirado ex jugador y entrenador de fútbol que hoy mismo acaba de perder su puesto al frente del Sporting. Es la salida convencional para tantos casos similares. Un auténtico idilio entre Manolo Preciado y Gijón queda de momento interrumpido. “Mañana saldrá el sol”, el título de esa singular biografía, tiene muchos significados. En esta hora triste para el protagonista, que las ha tenido mucho más tristes, desearle lo mejor y si fuera posible que su destino profesional se encontrara de nuevo con el equipo de nuestra tierra.
Pese a sus casi 93 años, el protagonista de la otra lectura de este año, todavía inconclusa, parece que tiene la buena salud que se puede tener a esa edad. Se trata del historiador e hispanista británico Raymond Carr. La autora es una profesora de la Universidad de Cantabria, y lo menciono aquí esta semana por un par de hechos. Uno que he conocido a través de esa biografía, el papel de Carr y uno de sus mejores amigos en una película de Losey, “Accident”, que me impactó en su momento y que estoy deseando volver a ver. Raymond Carr para los estudiantes de Historia de mi edad fue más que un hallazgo, uno de los primeros baluartes de una Historia de España Contemporánea escrita con rigurosidad profesional que emergía con valentía entre mucha basura amable con el franquismo.
El título de la biografía, “La curiosidad del zorro” es para retener y aplicar a algunos otros en su sentido menos positivo. Comprobando en la red su fecha de nacimiento, encuentro una despiadada crítica hacia Carr por parte de un terrorista, Pío Moa, -antiguo en un sentido y actual en otros- que en las páginas de una publicación extremista se permite tildar de “obrita” uno de los productos profesionales del británico.
La desfachatez es de tal calibre que de nuevo me trae a la memoria una lectura muy reciente de la prensa local. De “negro” o voluntariamente servil, el autor trataba de dar algún rango vistoso a una supuesta conquista por parte del PP de todas las plataformas de la sociedad civil de Cantabria. Que no digo yo que no lo intente y que no haya dejado de intentarlo incluso cuando estaba en la oposición. Pero hay olvidos y apaños que reclaman la atención del cielo.
La desfachatez es de tal calibre que de nuevo me trae a la memoria una lectura muy reciente de la prensa local. De “negro” o voluntariamente servil, el autor trataba de dar algún rango vistoso a una supuesta conquista por parte del PP de todas las plataformas de la sociedad civil de Cantabria. Que no digo yo que no lo intente y que no haya dejado de intentarlo incluso cuando estaba en la oposición. Pero hay olvidos y apaños que reclaman la atención del cielo.
En la Asociación de la Prensa, con elecciones celebradas el 22 de diciembre y perdidas por la candidatura continuista ¿También ha ganado el PP? ¿Tanto poder tiene la oposición como para dar un auténtico pucherazo y cubrir de oprobio a todos los profesionales honrados de la región que acaban de demostrar que son la mayoría? En las recientes elecciones a la CEOE ¿Ha ganado el PP? El candidato perdedor y ex concejal popular era el candidato de socialistas y regionalistas? En el Racing, el parón institucional tras la asamblea tumultuosa, digna de Tom Sharpe, de diciembre pasado, era el plan del PP, incluyendo el despido de Pernía y Bedoya que no han dejado de ser del PP? Y, por otra parte nadie sabe si están despedidos...
Finalmente y aunque sea traer a Teka a esta columna por tercera semana consecutiva, -lo haría mucho más gustoso con otro motivo- el intento de golpe de mano presidencial al presentarse en la primera movilización de los trabajadores de la firma alemana tiene calificativos difíciles de escribir. El sopapo que se llevó en Madrid pocos días después es una patada en el culo de los trabajadores y ahora…No parece tan difícil, que la empresa demuestre con las cuentas de 2011 lo mal que le ha ido. En otro caso ningún ERE con la bendición oficial.