Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria
Cabe la posibilidad de que lo que está ocurriendo en este mismo momento en Portugal es lo que deseaba el PP para España. No sólo es que pidieran elecciones anticipadas antes de la mitad de la legislatura, es que lo siguen haciendo ahora. Habría que ser muy forofo para asegurar que el gobierno lo ha hecho bien desde que decidió que dejaba de jugar a ser un gobierno diferente, pongamos desde mayo del año pasado.
En los últimos diez meses las políticas desarrolladas, acusadas sistemáticamente de improvisadas por parte de la oposición, no parece que hayan sido desacertadas desde el punto de vista de la economía. La principal renuncia del gobierno, y no pequeña, ha sido la de no hacer valer la política por encima de la economía, y no hacer valer una política distinta, en la medida en que es la única opción de izquierda que gobierna en un país de importancia dentro de la Unión Europea.
La primacía de la economía sobre la voluntad de los ciudadanos lleva a paradojas como las de las agencias de calificación. Cuando yo era muy joven y este un país en blanco y negro, con No-Do los domingos por la tarde, nos llegaban expresiones que no acabábamos de entender. Las tendencias que se marcaban entre la juventud europea, a veces en forma de bandas, con signos externos diferentes y que no siempre coexistían pacíficamente, muy bien retratados en las nuevas cinematografías del momento, “free cinema”, “nouvelle vague”… llegaron a cristalizar en dos tipologías radicalmente enfrentadas: los mods y los rockers
La música pop también evolucionó más o menos en torno a esos dos polos, blandos y duros como el turrón. Los rockers eran los duros. No puedo evitarlo y llevo meses identificando a los mods, tipos blandos que triunfaron decenios más tarde con el yuppie y la metro sexualidad, con una agencia de calificación de la deuda que tiene toda la pinta de ser un árbitro comprado.
Cuando esta columna se vea en papel puede que todo haya cambiado, pero el mero hecho de lo poco que se ha tenido en cuenta el “golpe al estado” (español) que Moody’s intentó colocar el pasado jueves 24, que no ha sido el primero ni el segundo en los últimos meses, debería bastar para que esos chicos y chicas que seguramente ganan una pasta muy gansa empobreciendo a millones de personas, empiecen a trabajar de verdad, en algo productivo, ¿picando piedra? La pregunta que tiene en su página web ¿Qué tan intuitiva es la organización de esta página? Ya denota un amor por lo extraño fuera de lo normal.
Después de la sentencia favorable a Otegui en Estrasburgo, la resolución del Supremo sobre Sortu no deja de ser inquietante, aunque menos que lo que pueda acabar pasando en Libia. Pero el repaso a la semana no puede concluir sin aplaudir una votación casi unánime en el Congreso de los Diputados. El fin no me gusta, se han aprobado acciones de guerra. Pero parar los pies a un tirano grotesco como Gadaffi, desde un país como el nuestro, que tanto sabe de “no intervenciones” no está nada mal. De paso, se ha provocado la ira de esa nueva especie aparecida en el horizonte nacional, los “pacifistas” de la caverna mediática, empeñados en comparar lo incomparable. Desde el conflicto de los Balcanes, hace ya quince años, las intervenciones humanitarias se han ido abriendo paso. Es verdad que falta mucho para actuar con coherencia e igualdad por parte de la comunidad internacional. Pero, ¿es mejor no actuar como hace 75 años en España?
Dos notas locales para terminar. Ambas en clave de humor y con la misma fecha del pasado jueves. La candidata socialista a la alcaldía de Santander, estrenó un video en el que compara, en un acto de su partido, la reiterada machaconería victimista del PP contra el gobierno regional y nacional, con la mítica película de Monty Python “La vida de Brian” ¿Qué han hecho los romanos por nosotros?
http://www.youtube.com/watch?v=1xM6WSWsO4Y
Me cabe la duda de si es la respuesta a la broma del alcalde De la Serna, con su parque tecnológico de la señorita Pepis a punto de estrenar maqueta. Pero las dos hacen reír.