Z(ombi) P

Publicado en Aquí Diario Cantabria el domingo 24 de octubre de 2010

Otra semana con la actualidad atropellando las previsiones. Todavía no había hecho  referencia a lo ocurrido en el desfile del 12 de octubre en Madrid, a los pseudo patriotas de oficio, la bandera, los caídos y el resto de símbolos sólo les interesan si tienen el monopolio de los mismos.

Como en alguna otra ocasión reciente, el futuro es menos negro de lo que algunos se empeñan en pintarlo. En Barcelona, el túnel del AVE ha pasado ya al lado de la Sagrada Familia y nada se ha resentido, pero nadie ha entonado ningún “mea culpa” respecto a lo vaticinado durante años.

Los estudiantes franceses de secundaria han salido a sus calles para proclamar algo que muchos llevamos tiempo temiendo, no quieren vivir peor que sus padres. La sociedad francesa tiene algún rasgo de distinción respecto a la del resto del continente. Atención a los vecinos, lo mismo se desinflan con las vacaciones de otoño, que ya han empezado, o se complica todo para ese “petit président” que siempre parece tenerlo todo tan claro. ¿Y el nuestro?

Llevaba un par de semanas enterrado, había empezado el postzapaterismo y de pronto el muerto resucita y provoca cataclismos: ruptura del gobierno en Canarias. Dos, psicoanálisis al alcalde popular de Valladolid, que seguramente ya le habrá aclarado a su santa esposa e hijos lo que le apetece al ver los “morritos” de la ministra de Sanidad. ¡Y el elemento es ginecólogo!

Tres, los periodistas menos inteligentes, algunos de alta fama y nómina más alta, se quejan. No han olfateado la jugada y se revuelven contra el tahúr. Uno ha llegado a hablar de alevosía. ¿Y el barón socialista de La Mancha que ya se había puesto nervioso?

Si ganar las primarias madrileñas era bueno, lo fabuloso, como se acaba de ver, era perderlas. Ascender a Rubalcaba y recuperar a Jáuregui va a poner de los nervios a los asesores que habían recomendado a Rajoy encamarse y estar mudo hasta marzo de 2012. El propio dirigente máximo de los populares debería empezar a cambiar su no-discurso. La batalla entre la izquierda abertzale y ETA, recién empezada, exige sentido de Estado de una vez por todas.

Personalmente lamento el cese de la señora de la Vega y el señor Moratinos. Y como si fuera nota a pie de página, no merece más, que el popular Diego le pise los puros al presidente Revilla me parece mucho menos grave que el hecho de que se atreva a tratar de mancillar –siguiendo a la caverna mediática- el currículo político de Rubalcaba. Por el camino que lleva se aprenderá de memoria el de su presidente-fundador, señor Fraga, cuando abandone la política, o cuando le despidan de ella.