Mi última lectura de agosto, el libro de Teresa Aranguren, “Palestina, la existencia negada”,130 páginas, ofrece pocas novedades pero constituye un recopilatorio que abrasa. Más de un siglo, desde antes de la I Guerra Mundial, usurpando tierras y otros bienes a los palestinos, para acabar en la matanza actual y en las que previsiblemente vienen. Frente a eso, hay quien echa mano del papel de fumar porque un acontecimiento deportivo de primer orden se está viendo salpicado… Era bastante fácil. Se trataba de no haber inscrito a un equipo que venía literalmente metiendo el dedo en el ojo, con el nombre y la bandera del estado agresor, el genocida. Tratar de culpar ahora de las incomodidades a la ciudadanía que protesta…es otra etapa del dedo y la luna. Estamos en luna llena. La última del verano astronómico. No miremos el dedo. Para la próxima se cumplirán dos años del brutal atentado de Hamás y de la incalificable respuesta de Netanyahu. Dos años, sumados a los que llevaba Ucrania invadida por Rusia, totalizan tres y medio de violaciones del orden internacional. El que se ha acabado, el que necesariamente deberemos sustituir por otro.
Escribiendo desde
donde escribo, es muy difícil no salpicar a nuestro tricampeón mundial. Las
declaraciones de Óscar Freire sobre
el final de etapa en Bilbao demuestran que se puede ser muy campeón del mundo
y, a la vez, un ciudadano deleznable. De su empatía de padre con las víctimas
inocentes de la edad de sus hijos, mejor no hablar. La bobada del perroflauta, que tuvo su momento, no
deja de ser un insulto. Su intento por enmendarlo al día siguiente, lo puso
peor. El tricampeón probablemente no sacaba las mejores notas de su clase.
Al margen de todo lo
relacionado con la Vuelta a España en sus etapas cercanas, de una nueva
concentración convocada por Amnistía Internacional, cada vez más numerosas, ha
habido un acto esta semana que me ha marcado en un sentido que voy a tratar de
explicar. Me costó muchos años entender que era falso lo que de niño había
escuchado como un fenómeno que parecía de otra época, que daba mucho miedo a
una mente infantil, que se traducía en imágenes que disociaban mucho la vida en
la ciudad durante el curso escolar de los veranos en el pueblo, en un pueblo
que entonces no tenía alumbrado público, ni agua corriente, ni saneamientos… Al
atardecer era obligado encerrarse en casa y con mucha frecuencia se podía ver la
llegada de una pareja de la Guardia Civil, con sus tricornios, capas y
naranjeros, buscando refugio para pasar la noche en alguna socarrena.
Se hablaba, oficialmente, de los bandoleros. Algunos, en voz más baja, se podrían referir a “los del monte”. Hace pocas semanas ha habido una intervención en una cueva, en el desfiladero de la Hermida, que ha sido objeto de la charla del mes en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria. La arqueología presta cada vez más atención a fenómenos cercanos en el tiempo. Se habla ahora de la arqueología del conflicto contemporáneo, en nuestro caso, de la guerra 1936-39. Entre los objetos rescatados de la cueva de Treslasbasnás, en una acción que ennoblece a la Dirección General de Cultura y Patrimonio, a los descubridores y al conjunto del equipo, me quedo no con las medicinas, ni unos zapatos de tacón, que pueden dar cuerpo a una obra literaria…En esa cueva, refugio de los supuestos bandoleros, había boletines informativos de las embajadas de los EE.UU y de Gran Bretaña. Creo que eso refleja, sin más, la vertiente política de esos guerrilleros, la organización que posibilitaba, con innumerables dificultades y etapas intermedias, la llegada de esos papeles desde Madrid hasta Liébana. Ese era el alimento, con engaño final, que hizo resistir a aquellos defensores de la República en espera de que el final de la II Guerra Mundial supusiera también el final del franquismo… El Diario Montañés le ha dado relevancia a la charla. Se acompaña prueba gráfica. Es más difícil dar cuenta de los comentarios en la web del periódico. El conflicto contemporáneo, relativo a la guerra del 36, está muy vivo. Pena, penita, pena…
Gaza, vergüenza de la
humanidad; Gaza, siempre en la memoria


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