sábado, 27 de septiembre de 2025

Quince y Cincuenta

 

Este blog cumple hoy quince años. Muchos cambios desde entonces; en mi vida, desde una soledad forzada, -una desgracia, a la que uno de mis más brillantes antiguos alumnos en mi opinión no le ha dedicado tanto espacio como a otras soledades- (1) pasando por la “nueva normalidad” que nos dejó la pandemia hasta este segundo mandato de Trump. Mi desorden de hoy, desde lo más local -yo mismo-  hasta el nuevo desorden Internacional. Pero algo me exige terminar hoy en Nacional.

(1) Gómez Bárcena, Juan “Mapa de soledades” Seix Barral. BCN 2024

Ocho meses después de inaugurado el segundo mandato, Trump podría estar satisfecho de su hazaña, presentada en la sede de la ONU en la calle 42. No parecía fácil conseguir tan rápido el nuevo desorden en el que nos ha colocado. A todos. Desde el más inofensivo habitante del último rincón del planeta hasta los líderes de los países emergentes más poderosos: Brasil. China, India... Parece que el único freno que impulse alguna coherencia a sus políticas puede ser el desastre económico que se le avecina a los EE.UU y que no va a evitar elevando el precio de los visados. Yo, que ya sufrí un intento de timo con una de mis últimas ESTAs, puede que no vuelva a pisar aquel suelo mientras él sea inquilino de la Casa Blanca. Alguna vez, alguien puede que llegue a arrepentirse por haber ayudado a colocar allí a semejante okupa. El manual para su ahijado, Israel, está escrito hace lustros, es el que se aplicó a la Sudáfrica del apartheid; también ayudaría que entre los ciudadanos de los EE.UU surgiera un Mandela o un partido como el Congreso Africano.

Lo que me exige terminar hoy en Nacional es el aniversario de la aplicación de las últimas penas de muerte en España. El franquismo agonizante se revolvió con toda su furia para, mediante juicios sumarísimos, condenar a muerte a cinco activistas antifranquistas que no es necesario sacralizar. No le veo mucho  interés a la disputa de si eran o no luchadores por la democracia. Fueron víctimas de un sistema injusto e ilegítimo. Hoy, cuando los victimarios tienen herederos desacomplejados, es suficiente una vez más colocarse del lado de las víctimas.

Entonces yo vivía en Barcelona. Y hoy escribo desde San Sebastián. Un año más he podido disfrutar del festival de cine. Con mucho acierto en la elección de las películas vistas. Por si puedo publicar esto antes del pronunciamiento del jurado, el relato de Guerín sobre la Vallbona, creo que es mi favorito. También me han emocionado La marsellesa de los borrachos o Anatomía de un instante.  Javier Cercas en la novela y Alberto Rodríguez como director de la película, destacan el papel de aquellos tres hombres distinguidos: Santiago Carrillo, el teniente general Gutiérrez Mellado y Adolfo Suárez. Los tres que siguieron firmes, sin obedecer las órdenes de los golpistas… Nüremberg puede ser un gran éxito y buena falta hace ahora mismo, con las discusiones sobre si lo que ocurre en Gaza es o no genocidio. Y me ha gustado L’étranger, aunque quizá sea abusiva la fidelidad a la obra de Camus. Todavía me  quedan un par de proyecciones…

Un día como hoy de hace cincuenta años, me afectó especialmente el fusilamiento del etarra Paredes Manot, Txiki, a una distancia relativamente cercana de mi domicilio. Aquel sábado yo tenía turno de tarde en la fábrica. Había sábados en los que todavía se trabajaba. Txiki era algo más joven que yo, y sus métodos y los míos eran incompatibles. Mi relación con el mundo de la abogacía cercano a sus defensores y su ejecución, me marcaron de por vida. Aquella mañana de sábado hice algo que nunca había hecho de adulto y que no he vuelto a hacer: pinté. Y aquel dibujo inacabado porque me faltó tiempo aquella mañana para dibujar un planeta tierra que suponía que miraba asombrado hacia nuestro país, se quedó en un círculo en blanco. Sabía que había conservado el dibujo todos estos años. Lo he buscado con insistencia y pensaba que casi mejor no encontrarlo. Había un pudor que me impedía publicarlo. Pero lo he encontrado.

 

Gaza, vergüenza de la humanidad; Gaza, siempre en la memoria

domingo, 21 de septiembre de 2025

Ser boomer

 

O no ser. Este blog está a punto de cumplir quince años y recojo la última novedad: a diario aparece el término –boomer- y me repatea como me repatea todo préstamo lingüístico innecesario. Además, me he pasado muchos años explicando la transición demográfica a mis alumnos y a esta edad creo que puedo permitirme decir que nuestra explosión demográfica fue una caricatura de la que aconteció en Europa occidental y Norteamérica al final de la II Guerra Mundial. Aquí, veinte años más tarde, los veinte años que se perdieron en el siglo XX para casi todo lo que se quiera analizar. Y la conjura para que a diario surja el término - boomer- fundamentalmente para decir que menudo chollo haber sido de esa generación. Que tenemos pensiones de jubilación insostenibles –esa es la clave-. A nadie le preocupó lo que cotizamos antes de esa fecha gloriosa de colgar los hábitos… Claro que no estoy seguro de que la sociología de la señorita Pepis me sitúe en esa etiqueta. Puedo ser algo más viejo que esos de la mini explosión demográfica hispana. Un chollo, sí. Con el No-Do y el rosario en familia; inaugurando miles de pantanos, uno diario durante cuarenta años; o comprando pisos a los 18, antes del servicio militar obligatorio, y lo más de lo más: follando sin parar desde los 15 o 16… Y ahora podría parecer que estamos castrando a la juventud. Lo mejor es morirse rápido: Señor, llévame pronto. Pues no. Prisa ninguna. Puedo volver a echar mano de la entrada de la semana pasada. En este caso en singular: ¡Y un huevo!

Hay otras noticias en la semana y alguna no es mala. Cuando estrenaron Sirát decidí que no debía verla. Me llegó propaganda o críticas que me hicieron tomar esa decisión. El festival de cine de Santander, que va cuajando año tras año, ha posibilitado el miércoles pasado el privilegio de escuchar de cerca a Oliver Laxe, -acompaño prueba gráfica- el mismo día en que su película alcanzaba la línea de salida en la carrera de los premios Óscar. Después del coloquio vi la película. Ni me gusta la música electrónica, ni soy muy afín a una juventud, no tan joven, que puede estar emulando el movimiento hippie. Pero esa película sobrecoge, hay que verla y puede tener carrerón internacional. Con Óscar o sin él.

Con algo hay que cerrar. Se está revolviendo una nueva guerra del ferrocarril. Usar ese medio como arma arrojadiza, tiene una larga tradición en Cantabria. Desde hace un siglo aproximadamente. Es muy tierno escuchar ahora a la candidata regionalista, que no recuerda, o silba mirando al techo, lo bien que se lo pasó su amado presidente Revilla confraternizando con Pepe Blanco, ministro del ramo, cuando nos vendieron dos AVEs por el precio de uno, hace veinte años. Uno de ellos puede que acabe llegando a Reinosa. Nunca a Santander. Semejante despilfarro dejará en pañales al aeropuerto de Ciudad Real, al de Castellón y a cualquier otro disparate de los ocurridos en los últimos tiempos. Un ferrocarril civilizado, nunca de alta velocidad, que una Santander con Bilbao parece que no será tampoco de este siglo. Que el ministerio divida en tres tramos el recorrido, podría justificarse. Que se inicie la construcción en el Bilbao-Castro, no parece del mayor interés para Cantabria. Yo no lo voy a ver, pero tengo nietos, y una parte de su familia vive en Vizcaya/Bizkaia…

Hay más en relación con los ferrocarriles. Los nuevos trenes que deberían llegar para las cercanías de ancho métrico el próximo año… es muy posible que se retrasen. La compañía que los fabrica es la única española denunciada por Amnistía Internacional entre las que están trabajando a favor de intereses del gobierno de Israel. Hace más de seis años que se denuncia su participación en la usurpación de territorio palestino en los asentamientos ilegales de Cisjordania. El gobierno vasco de coalición PNV-PSE es accionista de la empresa. Quizá podría forzar la paralización de las obras de construcción del metro ligero entre Jerusalén Este y esas colonias ilegales. El pleno del Parlamento vasco del pasado jueves se podría considerar de postureo máximo. También en Berlín hay un  gobierno de coalición. No me ha llegado ninguna diferencia que pueda marcar un rumbo más humanitario entre el SPD y la postura del canciller Merz.

Gaza, vergüenza de la humanidad; Gaza, siempre en la memoria

domingo, 14 de septiembre de 2025

Una de huevos

 

La nueva campaña del ministerio de Igualdad puede ser interpretada desde muchos ángulos: Hay que tener huevos para hacer declaraciones como las del presidente de la CEOE regional. Al señor Conde, que no es un título nobiliario, ni un personaje de Padura, le parece que estamos, algunos, en época bolchevique. Así, con un par. ¿Por qué? Por aspirar a una reducción en la jornada legal de trabajo que no se mueve desde hace más de cuarenta años. ¿Cuántas horas le gustarían al señor Conde? ¿Ninguna regulación? Te montas un chiringuito, patrullas por todas las tertulias de la Comunidad, te hacen señor supremo de los empresarios y ya te crees Rockefeller. Señor, lo que hay que ver. Y la vicepresidenta Díaz, a la que se le ocurre hablar de la lucha de clases. Qué cosas tiene esta señora. Caca, feo. ¿Tener intereses distintos? ¿Existen clases sociales? O es Conde el bolchevique y aboga por un “todos iguales” y no se expresa correctamente.

Coincide que esta semana, como muchas otras veces casi la víspera del último día, he visitado la exposición de Maruja Mallo. Suficiente para además de apreciar la importancia de esa artista, para visualizar lo que perdimos entre 1936 y 1939 y la resaca que duró hasta… No solo los datos objetivos que proporciona la macroeconomía… En la entrevista de Paloma Chamorro en TVE que acompaña la exposición, - y que se puede ver en RTVE en la fórmula a la carta- Maruja, ya mayorcita, se declara marxista, y por eso mismo, no comunista… Señor Conde, si hubiese usted visitado esa exposición quizá se hubiese ahorrado una memez.

El tema de la lucha de clases debería llevar al estudio detenido y concienzudo de la correlación de fuerzas, para no darse cabezazos contra los muros. Por ejemplo, esa correlación podría ayudar a entender cómo se cuecen las mayorías en el Europarlamento. Y lo decepcionados que nos pueden dejar muchas veces. El alcalde de Madrid, que parece que tiene formación jurídica, no se molesta en argumentar de manera un poco sólida su negación del genocidio en Palestina. Dice que eso no lo es porque lo que sí lo fue se dirigió contra los judíos en la Alemania nazi. Al señor Almeida puede que no le entre en la cabeza la propiedad conmutativa pero es posible que alguna vez haya escuchado que la víctima se convirtió, después, en verdugo. ¿Le suena la ley del Talión? Del criminal Netanyahu y sus secuaces ya es difícil decir algo nuevo. Pero la factura de 1492 que se la pase a su socio Abascal, que seguro que tiene mejores relaciones con Isabel I de Castilla, (a) la católica, que la inmensa mayoría de los/as españoles/as de hoy

Otro acto relevante de la semana, y ha estado muy completa esta vuelta a la normalidad, ha sido la presencia de Leonardo Padura en la librería Gil. Parece que me lo han puesto a huevo para terminar como empezamos, con huevos. Ha escogido, para ejemplificar el destino de su generación, que sería la mía si yo fuera cubano, los que íbamos con pantalón corto cuando los barbudos entraron en La Habana en el Año Nuevo de 1959, ha escogido, digo, el precio de un cartón de huevos que allí parece que son de dos docenas y media. Descontando la quiebra del sistema soviético, el bloqueo de los EE.UU y todas las disculpas que se quieran encontrar todavía, ese Régimen, sin electricidad suficiente, sin papel suficiente… ¡sin huevos! habrá que empezar a decir que ha fracasado. Cuba nos duele a muchos españoles. Es una parte de nuestra Historia. He seguido a Padura desde hace mucho. Hace diez años, me seleccionaron en un programa de radio para conversar con él. Me definieron como padurista. Había leído de él todo lo que se había publicado y he seguido. Me falta la última, la que ha presentado esta semana. Su creciente desafección hacia el Régimen hace que allí ya no le publiquen. Dice que fe, en Cuba, es un salvavidas. FE, familiar en el extranjero, -que envía socorros mensualmente- Pero un jubilado cubano, con la pensión recién actualizada, no alcanza a cobrar para un huevo diario.

 

Gaza, vergüenza de la humanidad; Gaza, siempre en la memoria

domingo, 7 de septiembre de 2025

Treslasbasnás

 

 

Mi última lectura de agosto, el libro de Teresa Aranguren, “Palestina, la existencia negada”,130 páginas, ofrece pocas novedades pero constituye un recopilatorio que abrasa. Más de un siglo, desde antes de la I Guerra Mundial, usurpando tierras y otros bienes a los palestinos, para acabar en la matanza actual y en las que previsiblemente vienen. Frente a eso, hay quien echa mano del papel de fumar porque un acontecimiento deportivo de primer orden se está viendo salpicado… Era bastante fácil. Se trataba de no haber inscrito a un equipo que venía literalmente metiendo el dedo en el ojo, con el nombre y la bandera del estado agresor, el genocida. Tratar de culpar ahora de las incomodidades a la ciudadanía que protesta…es otra etapa del dedo y la luna. Estamos en luna llena. La última del verano astronómico. No miremos el dedo. Para la próxima se cumplirán dos años del brutal atentado de Hamás y de la incalificable respuesta de Netanyahu. Dos años, sumados a los que llevaba Ucrania invadida por Rusia, totalizan tres y medio de violaciones del orden internacional. El que se ha acabado, el que necesariamente deberemos sustituir por otro.

Escribiendo desde donde escribo, es muy difícil no salpicar a nuestro tricampeón mundial. Las declaraciones de Óscar Freire sobre el final de etapa en Bilbao demuestran que se puede ser muy campeón del mundo y, a la vez, un ciudadano deleznable. De su empatía de padre con las víctimas inocentes de la edad de sus hijos, mejor no hablar. La bobada del perroflauta, que tuvo su momento, no deja de ser un insulto. Su intento por enmendarlo al día siguiente, lo puso peor. El tricampeón probablemente no sacaba las mejores notas de su clase.

Al margen de todo lo relacionado con la Vuelta a España en sus etapas cercanas, de una nueva concentración convocada por Amnistía Internacional, cada vez más numerosas, ha habido un acto esta semana que me ha marcado en un sentido que voy a tratar de explicar. Me costó muchos años entender que era falso lo que de niño había escuchado como un fenómeno que parecía de otra época, que daba mucho miedo a una mente infantil, que se traducía en imágenes que disociaban mucho la vida en la ciudad durante el curso escolar de los veranos en el pueblo, en un pueblo que entonces no tenía alumbrado público, ni agua corriente, ni saneamientos… Al atardecer era obligado encerrarse en casa y con mucha frecuencia se podía ver la llegada de una pareja de la Guardia Civil, con sus tricornios, capas y naranjeros, buscando refugio para pasar la noche en alguna socarrena.

Se hablaba, oficialmente, de los bandoleros. Algunos, en voz más baja, se podrían referir a “los del monte”. Hace pocas semanas ha habido una intervención en una cueva, en el desfiladero de la Hermida, que ha sido objeto de la charla del mes en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria. La arqueología presta cada vez más atención a fenómenos cercanos en el tiempo. Se habla ahora de la arqueología del conflicto contemporáneo, en nuestro caso, de la guerra 1936-39. Entre los objetos rescatados de la cueva de Treslasbasnás, en una acción que ennoblece a la Dirección General de Cultura y Patrimonio, a los descubridores y al conjunto del equipo, me quedo no con las medicinas, ni unos zapatos de tacón, que pueden dar cuerpo a una obra literaria…En esa cueva, refugio de los supuestos bandoleros, había boletines informativos de las embajadas de los EE.UU y de Gran Bretaña. Creo que eso refleja, sin más, la vertiente política de esos guerrilleros, la organización que posibilitaba, con innumerables dificultades y etapas intermedias, la llegada de esos papeles desde Madrid hasta Liébana. Ese era el alimento, con engaño final, que hizo resistir a aquellos defensores de la República en espera de que el final de la II Guerra Mundial supusiera también el final del franquismo… El Diario Montañés le ha dado relevancia a la charla. Se acompaña prueba gráfica. Es más difícil dar cuenta de los comentarios en la web del periódico. El conflicto contemporáneo, relativo a la guerra del 36, está muy vivo. Pena, penita, pena…

Gaza, vergüenza de la humanidad; Gaza, siempre en la memoria