Una semana entera sin entrar al Cantábrico y no solo porque el tiempo ha cambiado. Me he ausentado unos días de mi paz veraniega habitual…El tiempo, una vez más. No el clima. El clima no cambia de un día para otro como se ha podido leer esta semana en el diario presumiblemente más serio de la Península. No. El clima es una estructura duradera, se requieren muchos años de observaciones para ir fijando patrones climáticos. Una borrasca, una masa de aire frío o cálido, cambia el tiempo en horas. Hay que empeñarse en seguir recordándolo.
Un escritor de algún recorrido se permite decir bobadas de cierto calibre partiendo de un razonamiento válido. En verano hace calor. Siempre ha sido así. Lo que ocurre es que según cómo se afirme, se puede incurrir en razonamientos con condena de cárcel de papel. Felipe Benítez afirma en su columna de El Norte de Castilla del sábado 23 que hay que ser gilipollas, más o menos, para creer que en Vigo, o en Bilbao, o en Santander se puedan alcanzar ciertos valores de temperaturas máximas. Una pena que la realidad no le ampare al escritor. Hay un valor histórico para Santander de más de 40º recogido en los años 40, y el día 15 de este mes, o el 24 de junio, no se ha estado muy lejos de ese valor. El observatorio de Bilbao, en el aeropuerto de Loiu, registra máximas superiores a 40º, sí, Felipe, sin recurrir al termómetro del coche, al de la farmacia o al que en plena calle y sin el aislamiento debido, mide mal la temperatura del aire. Hablamos, debemos hablar, de valores oficiales, recogidos por la AEMET con las debidas condiciones, de distancia al suelo y no insolación directa… Hacer afirmaciones ligeras sobre lo que se desconoce puede fortalecer posturas negacionistas, aunque no sea la intención inicial… Lo que dejaría alguacilado al alguacil.
A la alcaldesa de Santander, a su
equipo de gobierno con mayoría absoluta, le puede estar saliendo otro grano
cercano al tubo de escape. En Cueto reventó la senda costera que pretendían
hace ya más de diez años y el utópico “metroTUS”, hace algo menos, también tuvo
en ese pueblo/barrio uno de los baluartes que hizo recular a la autoridad (in)competente.
Es muy probable que con el asunto del aparcamiento para autocaravanas de
Mataleñas se vuelva a repetir la jugada. De
espaldas al pueblo era la expresión favorita de un personaje cómico de la radio
de hace unos cuantos años: Doña María.
Doña Gema Igual no es un personaje
cómico, pero a veces reacciona ante las adversidades como si lo fuera.
Claro que al final quien ríe última
suele ser ella y su equipo. Por una parte, como en muchos otros sitios, la
tentación es decir: “A disfrutar de lo votado”; pero por otra, el tema es que
ni en los últimos 46 años, con elecciones libres, ni mucho menos en el periodo
que empezó un 26 de agosto de hace 88 años, 88 –aquello fue peor, se fusilaba
mucho- y terminó en abril de 1979, ha habido una alternativa creíble a los
gobiernos –no muy competentes- de una misma opción política. Circula ahora por
redes sociales un rap, con SantandOr, ciudad de vacaciones, como protagonista.
Puede ser la tarea de oposición más seria desde aquella primavera de 1979.
Sectores de la sociedad civil
también mantienen en nuestra ciudad el
clamor cada vez más universal contra la barbarie en Palestina. Se ha podido ver
el jueves en la plaza del Ayuntamiento, en la convocatoria de Amnistía
Internacional, o el sábado en El Sardinero. Muy lejos de la poco difundida
salida masiva a la calle de las principales ciudades australianas… pero
manteniendo la llama.
Gaza, vergüenza de la humanidad;
Gaza, siempre en la memoria
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