Modelo clásico para empezar junio; de lo amplio, Europa, Italia, Meloni, a lo de casa, el Racing o la concejala de Cultura de Santander. Parece que alguien de los contrarios ha llamado fascista a Meloni, y se han indignado mucho, los contrarios de los contrarios. No es que quiera ocultar quién ha llamado fascista a Meloni. Simplemente no me he enterado a tiempo y me da una pereza enorme averiguarlo. Pero la primera ministra italiana, desde su más tierna juventud se integró en las secciones juveniles del Movimiento Social Italiano, el partido fascista de Mussolini redivivo. Y en esa órbita ha girado hasta su madurez actual. Su partido, o lo que sea Fratelli, es más de lo mismo con otro nombre ¿Ha declarado ella que le parezca insultante –hacia ella- si alguien la llama fascista? Puede que solo sea sano orgullo. Y que quienes se han metido a redentores…acaben como suele acabar la mayoría de ese gremio.
Seguimos por casa. Casa grande. Casa
España. A los que les gusta la fruta por encima de sus posibilidades, resulta
que les ha molestado un “a la mierda” que no ha alcanzado ni la
mitad del relieve de aquel intenso de Fernando
Fernán Gómez. Nada nuevo. No es lo mismo dar que recibir. Opera en todos
los sentidos. Pero pieles tan finas cansan mucho. Llamar traidores a
representantes de la ciudadanía mientras ejercen su voto en el templo de la
soberanía nacional, les parece a las tribus de pieles finas menos grave que el
desprecio infantil de un “a la mierda”
dicho en la misma sesión caldeada por los que siempre caldean todo lo que les
parece.
Y con ese ambiente caldeado se va
descendiendo por la pirámide de las representaciones democráticas y no es
difícil encontrar a alguien que cree hacer méritos elevando el tono. En el
último pleno del Ayuntamiento de Santander –para forasteros aclaro que es el
único ayuntamiento de España que no ha cambiado, en lo básico, la mayoría
política desde agosto de 1937-. Noemí
Méndez, concejala de, supuestamente, Cultura, ante una moción del grupo
socialista para que se cumpla, de una vez, la legislación en materia de memoria
democrática y el Paseo del Alta, por
ejemplo, vuelva a llamarse Paseo del Alta, ha encontrado la forma de vincular
la propuesta a ETA. Tiene mérito. Para
esta convocatoria no llega a tiempo pero la señora Méndez puede acabar en
Bruselas. Ese era el asunto de esta semana.
Y lo del Racing. Por dejar
constancia de que sigo apartado, pero sigo. Que miro los resultados todas las
semanas y que me lo había creído. Que los dos últimos domingos no lo he pasado
bien. Que tengo ganas de volver al fútbol en directo, aquí, en El Sardinero,
frente a contrarios de nuestra categoría, la de la Primera División. Y que eso
se retrasa al menos un año más y no está uno ya para muchos retrasos. Así, el
domingo próximo, sin objetivos futboleros, toda la atención a las elecciones. Y
a algún juez ocurrente
No hay comentarios:
Publicar un comentario