domingo, 19 de noviembre de 2023

La inteligencia de los cefalópodos

 

La fumata no ha sido muy blanca, menos de lo deseable, pero, ¿Qué fumata lo es? Aunque también The Guardian se ha sumado al Financial Times y a The Economist, hay otras cabeceras de referencia en Europa menos complacientes. El gráfico del IBEX no engaña. En los últimos once meses no ha habido momento más dulce para los inversores. Esa es una derivada que pocas veces se comenta. El gobierno progresista de la legislatura anterior ha debido hacer malabares. Ha subido pensiones y salario mínimo como nunca, pero los beneficios empresariales tampoco han conocido mejores tiempos…

Si Núñez F o sus asesores leyeran más prensa periférica, La Vanguardia que un día se subtituló española, por poner un ejemplo, se habrían enterado hace dos años de lo que otras cabeceras acaban de publicar esta semana. Un poco tarde. Ya sabíamos por el pulpo Paul que pronosticó la victoria de España en el Mundial de 2010, que los cefalópodos tienen capacidades intelectuales que para sí quisieran algunos humanos, o humanoides, como algunos ejemplares que se  han visto estos días actuando en Madrid. El caso es que las sepias son capaces de contener su apetito sabiendo que si lo hacen, poco después recibirán más y mejor alimento.

Justo lo que no supo hacer el PP tras los resultados de mayo. Se entregó a VOX a cambio de mucho poder autonómico y local, incluyendo lugares en los que no había sido la fuerza más votada –con la guerrita que han dado después con el tema- Y en ese mismo momento cercenaron sus posibilidades de gobernar el conjunto del estado. Se lo han dicho, otra vez, los nacionalistas vascos. Y alguna vez tendrán que decidirse a cambiar. La aritmética es inflexible. Si sumas menos de lo que restas, el saldo no puede ser positivo.  

Y como el debate parlamentario ha tenido mucha música –se verá en el último párrafo- vale la pena señalar que aunque no sean maniobras orquestales en la oscuridad, la reforma exprés del reglamento del Senado es un ejemplo de filibusterismo de libro. Llevo alrededor de un cuarto de siglo abogando por no regalar mayorías en el Senado a quien no las tiene en el Congreso, pero se me oye poco. Los sistemas electorales son distintos y deberían serlo las estrategias. Con el actual sistema mayoritario y voluntad de acuerdo, es posible conseguir una mayoría fulminante para la autovoladura de esa cámara actualmente tan absurda. Una cámara que es un auténtico derroche con sus 266 senadores. El Senado de los EE.UU. -50 estados y 336 millones de habitantes-  tiene 100 senadores  y el Bundesrat alemán – 16 länder y 84 millones de habitantes- 69 miembros. Nuestro Senado, para 17 comunidades y dos ciudades autónomas, no debería tener más de 36 miembros. No es solo una cuestión de ahorro económico. Sería encauzar debidamente su función de representación territorial.

No voy a especular hoy sobre cómo una raquera ejemplar ha llegado a presidir Madrid, pero su supuesto jefe debería empezar a mirarse la espalda cada segundo de cada minuto… El señor Núñez, con pocas dudas ya, no era el más espabilado de su comunidad de vecinos. Ha patinado con Machado, no le gusta Ismael Serrano – ahí coincidimos, tampoco es mi favorito- y se le escapa que los suyos son Aute, Krahe y Sabina. Contentos van a quedar Abascal y Ortega Smith sabiendo que el socio también cantaba “Al alba”, en recuerdo de los últimas penas de muerte ejecutadas en España por orden del gobierno de Franco; y “el blues de lo que pasa en mi escalera” – aquello “del más capullo de mi clase –qué elemento- llegó al Parlamento…” Ser más tonto que una sepia no se puede usar como insulto. Y mañana es 20N, con lo crecidos que andan los nostálgicos… puede ser aconsejable salir poco de casa en tal aniversario: Cuatro docenas de años y algunos/as tan frescos/as como entonces…

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario