domingo, 15 de octubre de 2023

Oro y brillantes

Hoy hace cincuenta años –bodas de oro- que se matriculó mi primer coche. Era un Seat 127 amarillo que llevó la placa B-0162-AB, y era el primer día que el nuevo sistema de matrículas, iniciado dos años antes, doblaba las letras. Aquel mismo día se matriculó el B-9999-Z. Era la celebración de Santa Teresa, así que llamé a mi madre y recuerdo que la gasolina costaba 12 pesetas el litro. No quiero traducir a euros. En pocos meses, para la primavera del año siguiente, ya costaba el doble. Acababa de ocurrir otro misterio doloroso del rosario que sacude la denominada Tierra Santa desde hace dos mil años, por lo menos. Los últimos 75 –bodas de brillantes, ja!- con un denominador común, quizás los anteriores también, cada episodio se salda con un mayor sufrimiento para la población civil, con una clara desproporción en ese sufrimiento. Los habitantes de Gaza llevan lustros llevándose lo peor. Identificarlos, a todos, con Hamas, no deja de ser un error interesado, lo diga Von der Leyen o Díaz Ayuso, Biden, Borrell o Macron.

Tan interesado como colocar la etiqueta de terrorismo solo a las acciones de una parte de los contendientes. Los resistentes franceses eran terroristas para las autoridades de ocupación alemanas. La guerrilla antifranquista nunca tuvo el más mínimo reconocimiento de su motivación política por parte del régimen… Eran unos simples bandoleros, como los salteadores de caminos. Se puede condenar la actuación de Hamas sin que eso quiera decir que se aprueban las acciones del gobierno de Tel Aviv. Más que nunca o como siempre, el error de la política occidental en la región que se olvida ahora de que alguna vez interesó –contra la OLP, contra Arafat- apoyar a los radicales chiítas… No muy lejos de lo ocurrido en Afganistán, en Irak… El conflicto envuelto en muchas capas, como las muñecas rusas o las cebollas, la herencia del Holocausto, la guerra fría… Imposible no recordar el cinismo de Putin al hablar de las muñecas rusas. Equiparable al de los que han visto desde el minuto uno con claridad la agresión rusa en Ucrania y no acaban de ver la agresión israelí en Palestina…

Hace un año tuve a la vista esa tierra, desde la orilla jordana. Hace años que soy donante de UNRWA y una señora de la que recibo correos con mucha frecuencia, ha hablado estos días en la radio denunciando la situación imposible de los gazatíes. Con Gaza me une el recuerdo de una amiga, ya fallecida, 

https://robertoruisanchez.blogspot.com/2020/05/et-recordarem-sempre-ana-alba.html 

que trabajó varios años en la zona. Acabo de rescatar una grabación de whatsapp en la que le preguntaba su opinión sobre la UNRWA, antes de hacerme donante. No era favorable al 100%, pero reconocía que todo sería peor en Gaza y en el resto de comunidades palestinas sin ellos… Uno de sus trabajos es el documental “Condenadas en Gaza” –las autoras superaron en más del 200% el mínimo propuesto en la financiación mediante micromecenazgo en el que también participé- que denuncia la situación de las mujeres de Gaza con cáncer y sus peripecias para recibir tratamiento y, en muchos casos, su desenlace fatal. Y en esta semana de recuerdo a los lazos rosas y al cáncer de mama, mi afectación se multiplica. El jueves puede que termine mi vía crucis personal de este año.

Puede que no haya sido muy calculado, la disculpa ha sido rápida, pero el consejero de Salud del nuevo gobierno de Cantabria tiene ideas peligrosas respecto a la sanidad pública. Lo demostró desde un puesto inferior la última vez que su partido ocupó el gobierno, privatizando buena parte de la gestión hospitalaria… Agitar la calle contra el gobierno central, en Madrid –considerado globalmente territorio adicto- en un marco de fiesta institucional, puede no ser un buen negocio para los gobiernos autonómicos que gestionan dos pilares del estado del bienestar muy apreciados por la ciudadanía: La sanidad y la enseñanza. En este momento, si los cálculos del señor Núñez F son correctos –no todos los suyos lo son- su partido gestiona la mayoría de esos servicios públicos, muy susceptibles de crear malestar entre la ciudadanía con las listas de espera o con la atención desmedida a la enseñanza concertada en detrimento de la pública.

No parece muy prudente justificar insultos al presidente del gobierno de España, y las menciones a Txapote, después de los innumerables pronunciamientos de Consuelo Ordóñez, dejan a los autores de esos gritos en las cloacas de la miseria moral, en un matrimonio con Vox libremente elegido. Ahora solo falta que el juicio oral contra el ex ministro Fernández Díaz coincida con las sesiones parlamentarias de la posible investidura de Sánchez.

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