El viernes quedó inaugurada una exposición en la Biblioteca Central de Cantabria sobre las vicisitudes que pasaron los denominados niños de la guerra, aquellos menores evacuados de nuestra provincia y de las dos vecinas, tratando de ponerlos a salvo. Muy pocos días antes una tribuna en la prensa local intentaba, todavía, justificar una masacre cometida en esta ciudad por la aviación nazi al servicio de Franco. Aquel improbable error al equivocar el Barrio Obrero del Rey con el cuartel de María Cristina… Y Barcelona y Alicante y Almería y Gernika y Durango… ¿todo errores? Da la casualidad no muy casual de que el primer plano moderno de Santander está fechado en 1937 a partir de fotografía aérea de la Luftwaffe… En el próximo pleno municipal se debatirá una moción para colocar algún recordatorio de aquella masacre.
Desgraciadamente las guerras no se han terminado, y unas se superponen a otras. No es difícil escuchar alusiones al cierto olvido del conflicto provocado por Rusia en Ucrania desde que ha vuelto a ponerse crítica la situación en Gaza. Más guerras, más niños de guerras. Más víctimas indudablemente inocentes… Algún avance en claridad. Ya no se pretenden justificar masacres por errores. Ahora se advierte a millones de personas de que se marchen de sus lugares de residencia, en pocas horas, porque esas residencias se van a pulverizar. Y hay dirigentes del mundo supuestamente civilizado que avalan esas decisiones. A la vista de lo ocurrido en la última semana, no tengo ningún problema en sacar a Borrell del cuadro de la vergüenza en que estaba colocado junto a otro, Biden y otras, Von der Leyen, Díaz Ayuso, que se ganan el puesto a diario.
Incluso en este rincón tan poco significativo en el cuadro geopolítico
contamos con un diario, de alguna manera hay que denominarlo, que hace la
guerra por su cuenta o por cuenta de algún patrocinador muy interesado. El
titular de Alerta, y la foto, indica que sus directivos no asistieron a
aquellos cursos gratuitos de corrección periodística que un programa de humor
nos regaló al inicio de las emisiones de las televisiones privadas. Había otra
foto o la misma sin recortar. Y había miles de titulares posibles más cercanos
a la realidad. Es curioso cómo se emparentan métodos supuestamente muy
alejados. ¡Lo que hubiera celebrado Stalin el photoshop! Claro que el
giro de los pronazis de ayer hasta ser los projudíos de hoy tampoco está nada
mal.
Ninguna razón para ocultar que también hay portavoces de esa izquierda, que Alerta cree que es extrema, con boca amplia, casi de chancla. Y algunas veces figurar puede parecer más importante que ayudar seriamente a encauzar conflictos. Tampoco está de más intentar recordar si Belarra también hizo campaña para llevar a Putin ante la Corte Penal Internacional.
La dirigente de Podemos no debería olvidar su papel actual, dentro de una coalición con un comunicado muy claro que empieza así: Sumar condena, de forma inequívoca, los terribles ataques contra población civil cometidos en Israel y los Territorios Ocupados Palestinos desde el día 7 de octubre hasta la fecha por parte de la milicia de Hamás y el Gobierno más extremista de la historia de Israel... Foto El Faradio
Y termina la semana que recuerda varias enfermedades de
nuestro tiempo, el cáncer de mama y la pobreza. Del lazo rosa ha habido
menciones en este blog desde hace un mes. Es una manera de destacar el grado de
interés, personal y familiar. Del informe de la red europea contra la pobreza,
EAPN, vale la pena destacar dos realidades que afectan a Cantabria. La primera
y positiva es que somos la cuarta región mejor situada en España, tras Navarra,
País Vasco y Aragón, con el índice que combina renta, empleo y capacidad de
consumo. La otra, menos ejemplar: Casi un 20% de la población regional está en
riesgo de pobreza, de comer poco y/o mal, de no poder calentar adecuadamente su
hogar a partir de la llegada del frío… Foto Facebok/Amaia Carracedo
No parece, por lo visto en los primeros apuntes, que el
nuevo gobierno regional tenga como prioridad mejorar la vida de la quinta parte
de la población con peores condiciones de vida. Cuando consiga la mayoría
parlamentaria necesaria, va a empezar por mejorar esas condiciones a quienes
menos lo necesitan. Eliminando impuestos que solo pagan los más ricos o dando
becas a quienes difícilmente pueden justificar su necesidad. ¿Cuántos de los 120.000 cántabros en dificultades son menores? Atender antes que a ellos a quienes quieren seguir el bachillerato en el mismo colegio concertado en el que han cursado las etapas obligatorias...Es otra manera de
ver el mundo. Al revés.