Hay que escuchar más. Te sorprende que al todavía presidente del gobierno le haya llegado el ruido de hombres, de cierta edad, adultos, activos, muchos de ellos seguramente votantes de los partidos que han dado soporte al primer gobierno de coalición que España ha tenido desde 1936… Ese ruido que viene a decir que algunas políticas del Ministerio de Igualdad les han sorprendido, o no les han gustado o, incluso, les han ofendido. Lo raro es que ese ruido no te haya llegado también a ti, Yolanda, que llevas más de un año en un proceso de escucha.
Vengo de las mismísimas raíces que
tú, aunque con algunos años más. Antigüedad y experiencia. Y tampoco me ha
gustado todo lo que ha salido de ese Ministerio. Yo no voy a negar el voto a una
de las formaciones que pueden intentar un nuevo gobierno de coalición, pero
tampoco voy a condenar a ningún destierro virtual a quienes alguna de las políticas de ese gobierno les
lleve a negarle el voto. Eso es esencial en democracia. Las elecciones son las
pruebas de acceso de los políticos profesionales.
Lo peor no es que en precampaña se
empiece a marcar territorio como hacen algunos animales con algunos fluidos
corporales. Si no vamos a censurar ninguna de las políticas salidas de ese
Ministerio, se debería explicar más y mejor la razón, o razones por las que la
señora Montero, Irene, no va en las
listas de Sumar. Y no. Eso no es lo peor. A mi juicio lo peor es que nos hemos
desgañitado tanto en un aspecto que hemos olvidado los que pueden resultar
esenciales en la noche del próximo 23 de julio. Cuando empiece el recuento.
Habría hecho falta mucha más
valentía para encarar una nueva legislatura con mayores posibilidades de que un
gobierno de tinte progresista haga políticas a favor de los menos favorecidos.
Creo que eso es lo fundamental. Empecemos por la Cámara Alta. Tiene un sistema
de elección distinto, mayoritario. En las 47 provincias peninsulares otorga
tres senadores a la lista más votada y solo uno a la segunda. Son nominales. No
es una lista cerrada. Puede haber alguna excepción fundamentalmente en las
provincias forales y en las catalanas, con fuerte implantación de partidos
nacionalistas. En cuántas circunscripciones piensa Sumar que puede ser la
segunda lista más votada? La que le daría un senador. He entendido que toda la
estrategia para la creación de Sumar trataba de superar a Vox en la tercera
posición en aquellas provincias que por su número de escaños para el Congreso
dan alguna posibilidad a esa tercera fuerza. En definitiva, se ha –tan
siquiera- esbozado, por parte de Sumar o del PSOE, la posibilidad de presentar
listas conjuntas al Senado? Listas para posibilitar un gobierno de coalición
progresista que, a la vez, dieran algún entusiasmo a los posibles votantes.
Si eso se hubiera esbozado para el
Senado, se podría haber estado más cerca de repetir algo similar en la mitad
aproximada de circunscripciones, las que eligen cinco o menos diputados para el
Congreso. Llevo días recordando una discusión con un amigo que se produjo hace más
o menos tres años. Parecía muy entusiasmado con el gobierno de coalición pero
se enfadó cuando le dije que su voto no había contado para la formación de ese gobierno. Su opción no
obtuvo diputado en esta provincia… Hay más posibilidades ahora? Tengo muchas
dudas.
Ya he empleado el verbo posibilitar. El posibilismo es casi tan antiguo como la moderna idea de izquierda política y nunca ha tenido muy buena prensa en el seno de esas ideologías –me permito el plural- Pero vistos los escasos éxitos, hablamos ya de casi dos siglos, de las opciones que han podido reclamarse no posibilistas…Puede que haya llegado el momento, ahora o dentro de cuatro años, de dejar de hacer tancredos. Mientras, vuelvo a releer capítulos de un libro publicado hace cincuenta años que me acompaña desde 1974. Collotti explica muy satisfactoriamente las claves del ascenso de Hitler a la cancillería de Alemania. Y lo que vino después. Las peleas entre el SPD y el KPD y el papel del Zentrum… Menos Abascal, todos los demás dirigentes deberían leerlo, todos. Sí, incluso Núñez Feijóo.
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