En Munich se celebra anualmente una conferencia de paz desde 1963. Hubo otra conferencia, supuestamente de paz, en aquella ciudad 25 años antes. En septiembre de 1938, cuando la Alemania nazi y la Italia fascista estaban liquidando la resistencia del gobierno legítimo de España. Meses después de esa última cesión de las democracias occidentales, Hitler invadió y desmembró Checoslovaquia. Antes de que se cumpliera un año de aquella conferencia supuestamente de paz, Alemania invadió Polonia y empezó la II Guerra Mundial. Nada es igual ahora pero puede haber algún parecido. En este primer aniversario del inicio de la guerra en Ucrania, los defensores de Putin cada vez esconden menos sus complejos.
He leído alguna aportación al dislate universal. La medalla
de oro va para un grupo de un centenar de profesores universitarios. En su
manifiesto textualmente dicen: “(…) Nos oponemos tajantemente a la escalada
militar en Ucrania y exigimos un alto el fuego y el diálogo para llegar a
acuerdos de paz justos y duraderos. No podemos seguir en esta vorágine
belicista en Ucrania que impulsan Estados Unidos y la OTAN y que responde Rusia
(…) Hay más de signo parecido. Se olvida de dónde ha partido la agresión. La
paz siempre es mejor que la guerra, pero si el alto el fuego legitima el uso
anterior de la fuerza por parte del agresor, es muy probable que el conflicto no finalice. Alguna experiencia tenemos.
La agresión ha sido tan clara que la mayor parte de la
población está de acuerdo en ayudar a Ucrania. Hay otro barómetro, el de la
Asamblea General de la ONU, con no mucha utilidad práctica, pero con un
resultado, un año más tarde, desolador para Putin: De los180 estados participantes,
además de Rusia votaron en contra de la resolución de condena seis. 32
abstenciones y
También he leído a un par de altos jefes del ejército, ya
jubilados, que lo debieron pasar muy mal cuando en activo servían en un
ejército muy poco democrático. Quizás menos que el actual de Rusia. Ven muy
normal que Ucrania tenga que ceder territorio a cambio de un alto el fuego. ¿Se
enseñaba algo de la conferencia de Munich de 1938 en las academias militares
del franquismo?
Dentro del propio gobierno como en otros temas, la
diversidad impera. A la ministra Belarra
los misiles antiaéreos no le parecen defensivos. Un poco de contexto: yo no
hice la mili en arrojadores de aceite
pero presumo que ella no la hizo en ninguna parte. Si te bombardean unos
invasores, -Rusia ha invadido Ucrania- ¿tus antiaéreos son ofensivos? Lo ve
igual para las baterías del Turó de la Rovira en 1938?
Oigo en la radio a Serguei.
Su castellano roza la perfección. Padre de un bebé prematuro que nació en lo
más duro de la invasión. Su aspiración, como símbolo de que lo peor ya quedó
atrás, es volver a Santander, donde fue acogido durante años por una familia.
Como tantos otros de, Ucrania y de Rusia, que recibían ayuda durante el verano para superar el trauma de
Chernobil…
También es el primer aniversario del asesinato político de Casado. Lo ha celebrado con una comida
íntima con su sucesor. No les acaban de salir bien las jugadas. La prensa amiga
ha preparado una riña de una delegación del Parlamento europeo con una
selección más bien casera y dirigida por una socialcristiana bávara que tiene
su casita menos limpia de lo que debería. Pues bien, la Hochmeier no ha encontrado
suciedad en la administración de los fondos europeos que siguen llegando
afortunadamente y para desesperación de los patriotas de la banderita en la
correa del perro. Y aunque estemos poco acostumbrados y a nosotros mismos nos
resulte difícil de creer, España ocupa un puesto destacado en la política europea.
Tras el Brexit y el triunfo de Meloni
en Italia, se cierran más de quince años de pintar poco en el exterior.
Y una de local para acabar. Filtrado el sumario, resulta que el asunto de la corrupción en las carreteras de Cantabria tiene una trama que empezó hace diez años. Se han pedido responsabilidades políticas mientras el tema se encontraba bajo secreto sumarial. Pero justo hace diez años gobernaban quienes ahora piden responsabilidades. En una serie ahora habría que poner “continuará”.