lunes, 25 de julio de 2022

Cobi, aquí y allá

 

Una fecha festiva en mi calendario particular, familiar, ha coincido este año con el chupinazo de inicio de la Semana Grande. Hace 45 años también la ciudad estaba en fiestas. Hay ganas de fiesta en la calle, quizás más que entonces. Normal, después de tanto sofoco, pero el viernes, en Castelar, en el Paseo Pereda, tuve la sensación de que seguimos sin encontrar algún cauce para esa fiesta. Iniciaba la marcha, en tiempos creo que se llamaba cabalgata de ferias, una banda con música folklórica, gaita incluida y gorros que no sabría decir si eran astures o galaicos. Y a continuación la hermandad rociera y el sirimiri. Quizás con los rocieros ya me hubiera bastado para la retirada pero la coartada de la lluvia mejora mi relato.

Un año más tarde, en 1978, me prestaron una guía Michelin de Marruecos. Íbamos a ir en agosto, dos parejas, en un SEAT 127, con el aire que pudiera entrar por las ventanillas, pero una ola de calor en julio mató miles de  pollos en Almería. Los varones de aquella expedición nos negamos a ir mucho más al sur. El destino fue Italia y tampoco hubo mucho fresco. 44 años más tarde, aquí muy cerca, en Buelna, se han alcanzado 43ºC y han muerto miles de pollos. Estamos a la misma distancia de Almería que en 1978 lo que ha aumentado es la temperatura. No sé si el primo de Rajoy seguirá negando la mayor.

Unos días antes del chupinazo nos visitó Cobi, su autor. Su obra, en el Palacete del Embarcadero, me parece muy apreciable. Sus declaraciones, sin embargo, horrendas. Quien proteste en este lugar privilegiado, Santander, su puerto, le parece al diseñador  que merece “cuatro tortas”. Algunos creemos que hay muchas razones para protestar en este puerto, Cobi, muchas, Javier Mariscal. Miles de firmas contra las cuchillas en este puerto, miles de firmas contra el embarque de armas en este puerto. Resoluciones del Defensor del Pueblo… Hoy hay gran fiesta en Barcelona en recuerdo del 30º aniversario de los JJ.OO. Mariscal, Cobi, ¿también le dirán a la alcaldesa Colau quién merece allí cuatro tortas?

Hay días que me parece vivir en una de aquellas películas del Oeste, de las más clásicas. Conectas la radio y aparecen: Brujos y curanderos, hechiceros, vendedores de crecepelo, haciendo su agosto particular. Doblando las miles de hectáreas quemadas, por ejemplo, como si las reales fueran escasas… o culpando a los ecologistas de los incendios –hoy mismo, consejero castellano-leonés- y las encuestas ya predicen que el PP de Núñez va por delante. Ahora ya nadie cuestiona al CIS. Y un cómico que me caía bien ha sido señalado por un periodista que me cae bien. Otra vez los límites del humor. Hacer gracias con el “todos son iguales” -los políticos-, es bastante facilón, cierto, pero no se puede convertir en obligatorio que los humoristas distingan entre “los que mandan”. Me parece asunto de otros departamentos. Lo que puede ocurrir es que esos departamentos hayan anticipado sus vacaciones. Es tiempo de. Cualquier día este blog se toma un respiro. Advierto.

 

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