viernes, 29 de julio de 2022

Slices of life (porciones de vida)

 

 Connolly, autor irlandés un tanto irreverente, en Perfil asesino, hace que el protagonista se pregunte ¿Por qué había ido Dios en busca de X, a menos que X hubiese conseguido robarle la cartera a Dios? Despejamos la X y la sustituimos no por un personaje de novela negra, mejor por el dirigente máximo del PP y su catastrofismo respecto al empleo, el mismo el día en que se publica la encuesta de población activa del segundo trimestre con los mejores datos en catorce años… Con Dios no se atreverá Núñez, pero a todos los demás nos quiere robar la cartera.

Catorce años. 2008. Podría ser que, heredado por parte de padre, tenga yo algún fetichismo con las fechas, con algunas fechas dotadas de significado universal o particular/familiar. Una de estas últimas es la del 29 de julio. Perogrullada máxima pero es el día siguiente al  festivo regional del 28, que ensalza una fecha histórica. Mi historia, particular/familiar, solo se remonta a 2008. En esa fecha abandonamos nuestra casa que se iba a ver sometida a una reforma integral que duraría tres meses y al final fueron casi cuatro. Eso no fue lo peor. Nuestro hijo, con 28 años y trabajo estable, se acababa de independizar aquella primavera. Pero ella no volvió. La enfermedad se lo impidió y ya no faltaba mucho para el remate de las obras… Ahí tengo yo clavado el 29 de julio. Y ahora toca empezar otra etapa de vida.

Trozos, porciones de vida, Slices of life, era el título global de los relatos que escribimos hace años en la Escuela de Idiomas bajo la dirección de nuestro profesor de inglés, Jesús Ángel González. Yo tengo ahí publicado un relato que se refiere a una fecha histórica en lo global, 14 de julio, pero del año 1999, que es la que tiene sentido en el ámbito personal/familiar. Ocurrió durante un vuelo de Frankfurt a Dallas.

Slices of Life: Slices of Life 2008-2009 2nd term (slicesoflifejagonzal.blogspot.com)

Ayer, en ese festivo regional, he visitado las ferias con mis nietos. En ciudades que no tienen parque de atracciones como la nuestra, la ocasión anual de las ferias no se puede dejar pasar. Es el equivalente veraniego a las fiestas navideñas. Mientras los pequeños se lo pasaban más que bien, a mí me dio por pensar que desde que había ido por última vez a las ferias, acompañando al padre de mis nietos, había pasado un trozo de vida enorme. Una slice of life de más de treinta años…Con un poco de suerte volveré a acompañarlos hasta que no quieran la compañía de su abuelo.

 

 

 

 

lunes, 25 de julio de 2022

Cobi, aquí y allá

 

Una fecha festiva en mi calendario particular, familiar, ha coincido este año con el chupinazo de inicio de la Semana Grande. Hace 45 años también la ciudad estaba en fiestas. Hay ganas de fiesta en la calle, quizás más que entonces. Normal, después de tanto sofoco, pero el viernes, en Castelar, en el Paseo Pereda, tuve la sensación de que seguimos sin encontrar algún cauce para esa fiesta. Iniciaba la marcha, en tiempos creo que se llamaba cabalgata de ferias, una banda con música folklórica, gaita incluida y gorros que no sabría decir si eran astures o galaicos. Y a continuación la hermandad rociera y el sirimiri. Quizás con los rocieros ya me hubiera bastado para la retirada pero la coartada de la lluvia mejora mi relato.

Un año más tarde, en 1978, me prestaron una guía Michelin de Marruecos. Íbamos a ir en agosto, dos parejas, en un SEAT 127, con el aire que pudiera entrar por las ventanillas, pero una ola de calor en julio mató miles de  pollos en Almería. Los varones de aquella expedición nos negamos a ir mucho más al sur. El destino fue Italia y tampoco hubo mucho fresco. 44 años más tarde, aquí muy cerca, en Buelna, se han alcanzado 43ºC y han muerto miles de pollos. Estamos a la misma distancia de Almería que en 1978 lo que ha aumentado es la temperatura. No sé si el primo de Rajoy seguirá negando la mayor.

Unos días antes del chupinazo nos visitó Cobi, su autor. Su obra, en el Palacete del Embarcadero, me parece muy apreciable. Sus declaraciones, sin embargo, horrendas. Quien proteste en este lugar privilegiado, Santander, su puerto, le parece al diseñador  que merece “cuatro tortas”. Algunos creemos que hay muchas razones para protestar en este puerto, Cobi, muchas, Javier Mariscal. Miles de firmas contra las cuchillas en este puerto, miles de firmas contra el embarque de armas en este puerto. Resoluciones del Defensor del Pueblo… Hoy hay gran fiesta en Barcelona en recuerdo del 30º aniversario de los JJ.OO. Mariscal, Cobi, ¿también le dirán a la alcaldesa Colau quién merece allí cuatro tortas?

Hay días que me parece vivir en una de aquellas películas del Oeste, de las más clásicas. Conectas la radio y aparecen: Brujos y curanderos, hechiceros, vendedores de crecepelo, haciendo su agosto particular. Doblando las miles de hectáreas quemadas, por ejemplo, como si las reales fueran escasas… o culpando a los ecologistas de los incendios –hoy mismo, consejero castellano-leonés- y las encuestas ya predicen que el PP de Núñez va por delante. Ahora ya nadie cuestiona al CIS. Y un cómico que me caía bien ha sido señalado por un periodista que me cae bien. Otra vez los límites del humor. Hacer gracias con el “todos son iguales” -los políticos-, es bastante facilón, cierto, pero no se puede convertir en obligatorio que los humoristas distingan entre “los que mandan”. Me parece asunto de otros departamentos. Lo que puede ocurrir es que esos departamentos hayan anticipado sus vacaciones. Es tiempo de. Cualquier día este blog se toma un respiro. Advierto.

 

domingo, 17 de julio de 2022

El color del cristal

 

Una vez más, el debate sobre el estado de la nación arroja diferentes resultados dependiendo del color del cristal con el que se mire el tal debate. Y todos sus acompañamientos –compangos en racial-. Ya son ganas de bautizar con un nombre un tanto molesto para un porcentaje no desdeñable de ciudadanos. Quienes creen con firmeza que España es un estado plurinacional, -yo paso mucho del tema- y son varios millones, no sabrán de qué nación les hablan en este debate. Después de siete años sin celebrarse, yo mismo vuelvo a una situación personal similar a la de 2015. Toda una etapa de mi vida sin debate sobre el tal estado de la tal nación… Pero la nación y yo, bastante bien. Gracias.

En las vísperas del debate falleció Pablo Hojas. Una referencia en el mundo del periodismo y del arte, al menos en Cantabria. No éramos amigos de pararnos a charlar pero nos saludábamos por la calle o cuando coincidíamos en algún acto. Compartimos mesa en la boda de un amigo común en un salón del Hotel Bahía y le recuerdo como un conversador ameno. Debería buscar mi copia de una foto, en la que debajo de un paraguas, ya no sé localizarme con exactitud. El original, a buen tamaño, se encuentra en el vestíbulo del Palacio de Exposiciones, al lado de donde se tomó la foto un día de julio de 2010…La capitalidad europea de la cultura se fue a San Sebastián pero esa foto es una prueba de que alguna de las cosas que se intentaron tuvieron respuesta popular. Y en lo alto de una grúa, organizando lo que podía haber sido un tumulto, el artista fallecido esta semana.

En la Biblioteca Central se puede ver una exposición, todo este mes, mucho más interesante de lo que se podría sospechar. Isla Mauricio, el cultivo del azúcar, el final del modo de producción esclavista… con la mirada de un artista que vale mucho la pena. El día del Carmen me acerqué en bicicleta pese a la temperatura desacostumbrada. No se puede acercar uno en coche al Barrio Pesquero el día de su patrona. El artista se disculpó por no llegar a tiempo a la visita guiada. No encontraba dónde aparcar. Un regalo. Literal. Miguel Ángel García, del que no sabía nada hasta hace unos días, merece que se le sigan sus trabajos. Y quedan visitas guiadas que aumentan el interés de la exposición. Acompaño una foto de la exposición y una propia tomada en la isla de Gorée, en Senegal, hace 10 años. Mucho bienestar actual viene de aquel sufrimiento.

17, 18 de julio, y los siguientes. Fechas marcadas a fuego en la Historia de España. Con mucha sangre por medio, con cientos de miles de víctimas, con un paréntesis de al menos veinte años –los índices socioeconómicos de 1935 no se recuperan hasta 1955- Un retraso que casi milagrosamente se ha recuperado en muchas facetas. Menos en una. Nuestra derecha política lleva en su adn el 18 de julio. Es duro decirlo así pero es hora de decirlo así. Y, pese al aluvión de falsedades que los voceros de esa tendencia política arrojan sobre la Historia de España del siglo XX -no es cierto que en la izquierda todo sea equiparable ¿Quiénes son los bolcheviques? ¿Quién, en la derecha, juega el papel de Felipe González y la mayoría de barones socialistas?- Falsificar la Historia resulta gratis total.  Poner en pie de igualdad a víctimas y verdugos, despreciar los trabajos de historiadores de prestigio, -valoro especialmente a los extranjeros que se han ocupado de nuestra Historia, Jackson, Gibson…- que tienen que abrirse paso en medio de mucho ruido...

La prueba del algodón de la última ley sobre memoria y democracia, revalida lo que estoy diciendo. Añadir los primeros años formalmente democráticos de la Transición al periodo que debe cubrir la ley, no es una imposición de radicales vascos. Escribiendo desde Cantabria, el solo hecho de que de esa manera pueda entrar en el ámbito de aplicación de la ley el denominado caso Almería -en el que tres cántabros fueron asesinados por guardias civiles en mayo de 1981- justifica el aprobado. En el Parlamento de Cantabria hubo unanimidad en el homenaje de hace cuatro años a aquellas víctimas. El Ayuntamiento de Santander ha colaborado en la instalación del monumento en la Estación de Renfe… ¿Por qué ahora ese clamor?

Y más para acabar. Las fosas, las víctimas que 86 años más tarde siguen en paradero desconocido. ¿No nos avergüenza como sociedad compartir con la Camboya de los jemeres rojos el récord mundial de desaparecidos? Pol Pot y Franco en el podio.

domingo, 10 de julio de 2022

25 años de Ermua

 

Un cuarto de siglo de un asesinato, el de Miguel Ángel Blanco, que empezó a cambiar muchas cosas en la percepción popular de los asesinos, fundamentalmente en el País Vasco y Navarra. Todavía quedaba mucho por sufrir, pero nunca se volvió a la situación anterior respecto a los supuestos gudaris. En mi familia ya no estábamos todos. Mi padre se nos había ido cinco años antes y mi hermano estaba viudo desde aquella primavera. Con él y con uno de mis cuñados vi en televisión la noticia del final de aquellas horas de angustia. En un bar con vistas a San Vicente de la Barquera y a los Picos, en una tarde tan soleada como la de hoy. Al día siguiente, o el martes, abandoné la concentración en la plaza del Ayuntamiento, todavía con un Franco ecuestre en su ángulo oeste, para no compartir el mismo aire con un tipo que hacía el saludo fascista con su brazo derecho…

La hermana del asesinado reclama hoy una ley de memoria democrática que deje claro quiénes eran los verdugos y quiénes las víctimas. Nada que oponer. Supongo que no le importará que se aplique la misma norma a otros verdugos y a otras víctimas.

Aquí el verano se ha vuelto a calentar y no solo en lo meteorológico. Una nueva ley del suelo ha sido aprobada en el Parlamento regional con la oposición del PP y de un diputado del PSOE. García Oliva probablemente es el único entre sus compañeros que se ha enterado bien de lo que se aprobaba. La oposición del PP es la coartada perfecta para la mayoría que sustenta al gobierno. Todo podrá ser peor cuando vuelvan a gobernar los populares.

Y en cuanto a espectáculos veraniegos, la semana ha sido de primera división. La Feria del Libro ha alcanzado su edición número 41, con un emplazamiento y una programación que hacen bastante fácil olvidar las cuarenta anteriores. La dedicatoria de Kirmen Uribe ya me hace inolvidable esta edición para el tiempo que me quede. En ese marco también se ha estrenado un espectáculo teatral: “Lear en las catedrales” del que no sé si poner en primer lugar la interpretación de María Vidal, el escenario, -el Claustro de la catedral de Santander- o el recuerdo de mi visita a los Claustros del norte de Manhattan, agosto de 1988, sin saber que Pepe Hierro también se los estaba trabajando. Todo eso en una espléndida noche veraniega, con invitados de excepción como una brillante media luna sobre el Claustro y alguna gaviota alterada por, supongo, haber visto su sueño aplazado un par de horas.

La UIMP imponía medallas a los cuatro expresidentes del gobierno que siguen vivos. El activismo prosaharaui les ha impuesto las medallas a la traición a ese sufrido pueblo en el marco incomparable de La Magdalena. Verano en Santander. Cada vez más variado. Y en la locura que supone quedarse por aquí en esta parte del año, recibir visitas, tratar de enseñar esos rincones especiales que tanto nos reconfortan a los nativos fuera de temporada y que ahora se ponen incómodos y nos hacen madrugar tratando de no vernos desbordados por las masas de visitantes … En el justo medio de todo eso llegan ecos diversos. Parece que el ministro de Exteriores ruso no ha estado a gusto en la cumbre de Bali. Lavrov no es un ingenuo. Está mucho más cerca de ser un caradura portador de la palangana del jefe Putin. El premier británico tampoco anda mal de blindaje en su rostro. Pero creo que se ha terminado, o está a punto: Koniec, Boris. Boris, qué nombre tan ruso se podría pensar, y no. Gracias a la Wiki, que siempre está ahí para echar una mano, me entero de que tal nombre, de hecho, viene de Kiev, de cuando Kiev era como la Merindad de Castilla la Vieja.

Más ecos. El gobierno de la Comunidad de Madrid y el desparpajo de su presidenta han lanzado otro “¿Y qué?” Son como Robin Hood pero al revés. Roban a los pobres para dárselo a los ricos, para que tomen más cañas o caviar y champán de la Viuda o lo que los ricos madrileños acostumbren a tomar en sus terrazas tan libres ellas. Darle la vuelta al concepto beca como para guardar un calcetín, tiene mérito. Ella, IDA, o él, MAR, van a entrar en la premier league del capitalismo más obsceno. No quiero hacer cuentas detalladas, pero confundir igualdad con equidad es de vendedores de crecepelo. Y, finalmente, Yolanda se ha puesto a sumar. Ya era hora. Casi, casi, lo que toca ahora es multiplicar. Suerte con la aritmética. Nos va a hacer falta.

domingo, 3 de julio de 2022

Cumbre borrascosa



Siglo XXI solo era una editorial y Vox solo un diccionario de otra editorial, y han pasado tantas cosas insospechadas desde que empezó este siglo que no resulta nada fácil acomodarnos. Ayer se cumplieron 30 años de la muerte de Camarón, aquel augusto mes de julio del 92 con sus antorchas olímpicas. Después llegó lo que llegó. Y con todos esos dramas a la vista, parece que hemos vuelto a encender alguna llama en algún pebetero. En esta ocasión en Madrid.

¿Qué me pasa doctor? Me duele una contradicción propia en relación con el gobierno de coalición. Yo tampoco he visto las imágenes de Melilla y no me ha hecho falta para saber que se ha cometido un crimen vergonzoso. Y apagué la radio que suelo escuchar a la hora del afeitado para no comulgar con ruedas de molino. Debo estar ya en el punto de no retorno. No soporto a este gobierno. Lo siento. Y sé que el próximo no va a ser mejor. El gobierno es uno, pese a que postureos diversos traten de desmarcarse. Uno se desmarca abandonando los sillones, los coches oficiales y los sueldos. Y, por otra parte, creo que ningún otro gobierno va a hacer cosas como algunas de las que ha hecho este. Medidas sociales como nunca en cuarenta, en ochenta años. Reforma laboral, actualización de las pensiones, SMI, ERTEs, lo que parecía imposible cambiando medidas económicas de la ultraliberal Unión Europea… Y así y todo, los soporto muy mal.

Escucho, en la misma emisora que desconecté cuando empezó a actuar Pedro Sánchez, que en la comitiva de la reina, hubo solo dos hombres -cosillas culturales y turísticas, ya se sabe, en todos los congresos hay divertimentos para acompañantes, el de la OTAN/NATO no iba a ser menos-. Supongo que eso quiere decir que solo había dos mujeres-no necesariamente- en la otra comitiva, en la del rey y el resto de machotes. Ha sido una verdadera lástima que nos haya quedado así de bien, hasta la oposición ha felicitado al gobierno por el éxito de la cumbre OTAN/NATO, una reunión con un propósito bastante alejado del que podía haber representado una conferencia seria sobre la paz, el cambio climático… Gastar más en armas, pese a los adornos que se busquen, significará gastar menos en otras cosas. Y las armas al final se usan y matan.

No soy ningún iluso portador de cirios en las dos manos. Hay un peligro evidente para los países europeos en el inquilino actual del Kremlin. Demostrado desde hace cuatro meses en Ucrania. Tampoco habría que rasgarse ningún hábito mirando lo que puede pasar en Taiwán. El planeta sigue siendo un sitio peligroso y no voy a ser yo el que censure a los gobiernos, parece que ampliamente respaldados por su ciudadanía, de Finlandia y Suecia. Quieren paraguas. El que no habían necesitado en tres cuartos de siglo. Si las circunstancias cambian las respuestas no pueden quedar estáticas. Algunos supuestos izquierdistas de hoy deberían recordar que una autoridad del pensamiento marxista escribió sobre el análisis concreto de la situación concreta. Y enfrente estaban los populistas. Margarita Robles seguramente conoce la obra de Lenin. Yo también voté contra el ingreso de España en la OTAN en 1986. O sea, hace tres docenas de años. Pretender que no ha cambiado nada en esos años es mucha pretensión.

Los desastres de la guerra debería haber sido el cuadro que presidiera la gran cena del museo. El Prado tiene mucho donde escoger. Incluso la sala doble con los fusilamientos de la Moncloa y la

carga de los Mamelucos. Goya más cercano que Velázquez y sus meninas.