lunes, 12 de marzo de 2018

Felicidades


Fui concebido al principio del verano por lo que cumpliré años antes de que se acabe este mes. Exactamente igual que mi único hijo, tan igual que compartimos fecha de aniversario. Varios sobrinos y amigos  se juntan en marzo con sus propias fiestas y además, ella. Mi compañera durante media  vida cumpliría años hoy. Ya hace diez que lo celebramos por última vez. Grandes recuerdos y pequeños. Alegres y tristes. En 1986 nos prepararon un referéndum que nos alteró la celebración y descubrimos que algunos amigos habían optado por el sí. A la hora de la cena en Fort Worth, en el 2000, vimos como Aznar ya no necesitaba hablar catalán… En 2004 la brutalidad de la víspera hizo que suspendiéramos nuestra fiesta… El trenzado de las pequeñas historias con la Historia. La capacidad de escribir esto con bastante tranquilidad. La poción curativa del tiempo.

No pude evitar recordarla el pasado 8, que efectivamente se ha convertido ya en histórico. En esta ciudad se ha dado una de las mayores concentraciones populares que se recuerdan, como en el resto de España. Sin desentonar. A nuestra escala pero impresionante. Hace algo más de veinte años que me sumé a esa manifestación por primera vez. Acompañándola, entendiendo que no era solo un tema de chicas, que el fondo era el combate por la igualdad, uno de los pilares de la modernidad occidental. Al menos en teoría y cada vez más cerca.

Si la sociología tuviera pruebas del 9 como la aritmética, los papeles de la presidenta madrileña, Cifuentes o de alguien que me cuesta clasificar, como A R Quintana demostrarían que esa igualdad está más cerca que nunca. El partido que según la demoscopia puede ganar las próximas legislativas también ha naufragado el 8. Confieso que no me resulta fácil tomar en serio las propuestas de un partido dirigido por un cómico, como el líder regional de C,s. No es malo aprendiendo un guión pero no le saques un milímetro del mismo.

También la alcaldesa Igual está teniendo un mes muy difícil. ¡Qué tono se gasta! La modificación de la red del transporte urbano no ha funcionado. Lo reconoce. Se ha equivocado, se han equivocado, y cuanto más tarden en rectificar el daño será más importante. Hay incendios que no va a poder apagar el Diario Montañés por muchas dobles páginas que le dediquen.

Esas pequeñas cosas locales, aunque hoy el tema del transporte urbano ha saltado a nacional, para mí resultan muy menores cuando se comparan con el caso del Bahri Hofuf. Ese es el nombre de un barco saudí de 50.000 toneladas que entró en el puerto de Santander en la mañana del histórico 8 de marzo. A las 10 de la noche del día 6 el barco se ocultó. Cuando volvió a la legalidad internacional, casi 36 horas más tarde, estaba atracado en nuestros muelles.

Cuántos accidentes ha podido provocar en su navegación con el sistema de identificación automática apagado? Ese barco y otros de la misma compañía han cargado durante los últimos meses armas y explosivos en Bilbao con destino a Arabia que mantiene una guerra no declarada en Yemen. Un bombero vizcaíno, al hacer objeción de conciencia, puso en conocimiento público la situación. La presión social ha ido creciendo en el puerto vecino. Ha habido una acción de Greenpeace… y alguien ha decidido que la siguiente operación no se iba a hacer en Bilbao. En Santander y navegando de incógnito.

Pero tampoco aquí ha sido bien recibido. En tiempo récord se ha organizado la primera protesta el mismo jueves 8 de marzo, y una segunda el sábado cuando el barco estaba fondeado en el abra del Sardinero. Ya hay casi 4.200 firmas recogidas para que intervenga el gobierno de Cantabria mientras el barco navega por aguas gallegas camino de Suez. La próxima vez que vea imágenes de Yemen no podré evitar pensar que la guerra empieza aquí.


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