Abran juego: Propiedad conmutativa, sí o no ¿Son presos
políticos o políticos presos? Dos españas para todos. Cuando los historiadores del
futuro examinen estos primeros lustros del siglo XXI en nuestra Península, sus
mesas pueden llenarse de artículos que remitan a la mitad del siglo XVII:
Crisis económica, financiera, política…Portugal con un rumbo y Catalunya con
otro distinto. Portugal saliendo de una grave crisis con un gobierno de
conjunción de izquierdas muy variadas y Catalunya hundiéndose y hundiendo al
resto de España. Un tejer/destejer que Homero
no hubiera osado imaginar en manos de Penélope.
Del mismo modo que existen incógnitas sobre la posibilidad
de que neandertales y cromañones hayan coexistido en tiempo y lugar y de que
los primeros hayan legado muestras de arte que solo podíamos atribuir a los
segundos… del mismo modo que el tiempo geológico y el histórico tienen muy
pocas posibilidades de operar en la misma escala, la justicia y la política
tampoco tienen entrenamiento para actuar en sincronía. Y en esas pillaron a Puigdemont. Un líder político que se
creía lleno de superpoderes, detenido en
Schleswig-Holstein que, sin duda ni parangón, es el más impronunciable de los
länder de la RFA. Y el CNI, que no es la T.I.A. parece que ha tenido algún
mérito en esa detención.
Las soluciones jurídicas a problemas políticos pueden
aplazarlos pero no solucionarlos. O sea, alguna vez habrá que dar una solución
política a un problema político. Los altos cargos de la Generalitat han podido
delinquir según el ordenamiento jurídico vigente, pero no son terroristas y ese
ordenamiento puede cambiar con voluntad política de hacerlo. No se puede tener
a dos millones de ciudadanos presos en sus casas. Y dirigentes de esa sociedad
civil en prisión, es mucho menos presentable. Este país y yo somos así. A
diario parece que se exige con urgencia legislar sobre las excepciones al
cumplimiento de la ley. Me parece más sencillo cambiar la ley.
Cambiando la ley, con mayoría apropiada, la presidenta Cifuentes podría tener todos los
masters del universo sin involucrar a las instituciones que firman los títulos.
Cambiando la ley, Cospedal podría
dar instrucción militar a los niños de Primaria, las providencias no le
otorguen nunca mayoría parlamentaria para algo tan brutal. En la escuela de mi
pueblo, a la que nunca asistí porque yo no nací en mi pueblo, unos 20 años más
tarde del final de la guerra civil, había unas escopetas de juguete con las que
los niños, ojo, no las niñas, hacían algo parecido a instrucción militar.
Gracias a la ministra de Defensa y al de Interior que colabora con entusiasmo,
el aparentemente civilizado ministro de Educación está a punto de comprar una
nueva Formación del Espíritu Nacional, nacional de ellos, de los nacionales. O
sea, de los rebeldes… Tengo que consultar a mis fuentes en el CNI a ver si
Puigdemont llevaba tocado napoleónico en el momento de su detención. Yo estoy a
punto de comprarme uno.
Y acabo con algo esperanzador porque hoy, Lunes Santo, la
Esperanza llegará a nuestro Hospital si la lluvia se lo permite, y nuestro nunca mais se ha traducido al inglés y
el never again resonó el sábado en
Washington y en muchas más ciudades de EE.UU. Y lo más esperanzador, la
organización de la protesta contra la flojera armamentística en ese querido
país, el enfrentamiento con la poderosa asociación del rifle, corrió a cargo de
adolescentes o ciudadanos muy jóvenes, que van a empezar a votar y que no
quieren ser las próximas víctimas de esa lacra.