La noticia del día, de toda la semana, es, y va a ser, la
pelea interna de los socialistas. Tregua para el PP y para los Pujol. Las cabeceras no son para la
corrupción. Dicen los expertos que los militantes, quienes están llamados a
votar el domingo, ya tienen decidido su voto y que este tipo de debates apenas influyen.
Entonces ¿para qué el espectáculo?
Con escenografía de primarias de otro continente, ha podido
destacar, como perdedor antes de salir, Patxi
López pero no ha sabido contenerse en un par de momentos y ha examinado a Sánchez sobre si el anterior secretario
general sabe o no lo que es una nación. No es una pregunta fácil ni de
respuesta única. Una pena. Lo mismo que reclamar un partido socialista de
izquierdas y continuar en la carrera sabiendo que beneficia objetivamente a Susana Díaz que no parece que sea una
representante de esa tendencia.
No sé cuántos telediarios le quedan a la socialdemocracia en
Europa y particularmente en España, pero en Francia, aquí al lado, donde jugaron
a la contra hace cinco años y eligieron un presidente socialista, ahora el
partido está dinamitado. Hay dirigentes abandonando sin demasiado decoro. El
caso del ex primer ministro Valls puede ser la imagen de la falta de escrúpulos
y de cómo hay un sector de políticos profesionales que creen en lo que creen
siempre que les beneficie personalmente. No le ha salido bien la jugada. El
nuevo primer ministro es directamente de los conservadores. Como tantas veces,
para qué andar con copias si hay originales al alcance.
Macron, ex ministro de Hollande, amplio ganador de la segunda
vuelta de las presidenciales no ha vacilado. Los votos prestados por la
izquierda no suman ahora. Necesita distraer votos de la derecha para tratar de
conseguir algo parecido a una mayoría presidencial en las elecciones del mes
próximo… En Alemania se habían precipitado al valorar a Martin Schultz como el candidato con posibilidades para batir a Merkel.
Las elecciones de ayer en el land más poblado, Renania del
Norte-Westfalia, muestran que Merkel tiene batería inagotable y el batacazo de
la coalición de gobierno entre socialdemócratas y verdes ha sido muy sonado…
pero tantas jugadas, a tantas bandas van dejando por las cunetas de la política
escépticos que acaban votando a quien grite mejor, sin entrar en
consideraciones sobre el contenido del grito. En el parlamento de Düsseldorf
los escaños ganados por la ultraderecha equivalen a los que pierden los verdes…
Nunca miramos a nuestros vecinos del oeste pero ya es
Portugal el único estado del sur de Europa con gobierno de progreso que, sin
dejar de lado las políticas sociales está creciendo económicamente, acabando
con el falso dilema de crecer para repartir después. En Portugal parece que
crecen repartiendo y es un ejemplo inédito en estas latitudes en el último
decenio. Sánchez ha hablado hoy de Portugal, de su modelo de gobierno, pero en
enero firmó un pacto con Ciudadanos… Otros firmantes tampoco estaban
dispuestos… Además, una fórmula para ganar en festivales de música un tanto rancios. Sin desperdicio, a la conquista del oeste!
Me gusta el artículo. La premisa, el desarrollo, la conclusión sin respuestas. Y si nos ponemos coherentes?
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