Recibo un enlace de un amigo para poder ver un video
realizado en las islas Baleares. Se titula así, el daño está hecho y no voy a extenderme mucho sobre su contenido.
No me prodigo mucho en este blog con enlaces externos pero ahí queda el citado.
Vale la pena mencionar que está hecho por profesionales de la sanidad de las
islas. Por profesionales que saben de lo que hablan. Que han visto los
resultados de determinadas políticas en su trabajo cotidiano y en la salud de
la gente.
Vale la pena recordar que todo ese daño se hizo,
supuestamente, para ahorrar y por imperativo de la Unión Europea. A la vez
continuaba el atraco a los ciudadanos. Un atraco que con nombre diferente
empieza a sustanciarse en instancias judiciales diversas. Con la lentitud
propia de la justicia española. Con la maldad intrínseca a su politización.
La perplejidad ciudadana, que parecía que ya había alcanzado
cualquier cota posible, sigue escalando, ahora ya sin suelo a la vista.
Literalmente agarrados a la brocha por falta de escalera. La deslenguada
diputada por Málaga, Celia Villalobos
no duda un segundo en achacar los problemas judiciales de Rita Barberá a las conexiones políticas de Cándido Pumpido.
Como la cara y la cruz de una moneda similar, la diputada
por Cantabria, Puerto Gallego ve en
los suyos, sus problemas con la justicia, el resultado de una persecución
política. Griñán, Camps, … pesos pesados de los dos
partidos que han gobernado hasta ahora, rellenan a diario las crónicas
judiciales. Además la ciudadanía debe soportar en horarios de máxima audiencia
explicaciones modelo Cospedal, que
en cualquier otro lugar del mundo civilizado y en parte del otro llevarían
directamente a la jubilación de la protagonista. A una oficina sin contacto con
el público como mínimo.
En documentación pública siguen apareciendo con demasiada
frecuencia subvenciones, más o menos encubiertas, en las que el dinero público,
incluso en estos momentos de apuro, alcanza a empresas amigas por valor un euro
por debajo del límite que obligaría a que la citada subvención fuera más
transparente. O transparente a secas. A veces se olvida que eso está muy cerca
de …
Y no me voy a privar. Al fin y al cabo este es mi blog. Hay
algo parecido a un alto el fuego en Siria. Ojalá –hermosa palabra de
procedencia árabe- dure y sea el inicio de algo que se pueda empezar a llamar
paz. Hace unos días he recordado en una emisora de radio, a la que acudí para
promocionar una carrera celebrada ayer en Santander, que aunque ya no sonara un
disparo en Siria, y alguno sigue sonando, tienen por delante años muy duros. En
España se necesitaron 20 años. En 1955 se alcanzaron los niveles
macroeconómicos que teníamos en 1935.
Hoy y mañana se debate en la ONU sobre esa guerra y sobre el drama de los
refugiados en general. Todavía no ha amanecido en Nueva Cork. No cuesta mucho
confiar en que por una vez, se haga algo provechoso en una reunión de ese
calibre. En mi ciudad, en Santander, la capital de Cantabria, ayer, ha ocurrido
algo prodigioso que nos sitúa por una vez por delante de la gran megalópolis de
occidente. Ayer Santander corrió por Siria. Miles de ciudadanos se han
implicado. Han arrastrado a las instituciones. A muchas empresas. Gracias.
Gracias a todas las personas, físicas y jurídicas implicadas.
Se ha vuelto a demostrar que personas trabajando por y para
personas pueden alcanzar un nivel de efectividad que muchas empresas e
instituciones simplemente ni sueñan. Valor. Ilusión. Decisión. Claves del
éxito. Suerte para Siria. Para todos sus ciudadanos. Los que han salido de sus
fronteras y, fundamentalmente, quienes han conseguido resistir dentro. El daño está hecho pero pongo mi
atención en la calle 42 Este.
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