Spielberg, Calderón y los otros

Ahora que casi todos los días de la semana tienen color en inglés, hoy es lunes azul. Si no se entiende la expresión “sentirse azul” en inglés, todo queda en… (que conste que yo me la aprendí mucho antes de saber inglés, con una canción, Black-is-black de los Bravos, ahí está) son parte de esas historietas y tradiciones de-toda-la-vida-desde-ayer. Cuando se entiende la expresión se relaciona con lo que por aquí, en familia, entendemos como estar depre. No tener una depresión seria, no. Depre es a depresión como progre a progresista. Supongo. Bueno, pues el frío, la cuesta de enero, el resplandor de las fiestas pasadas y lo mucho que falta para que lleguen otras, todo ello podría ponerte ligeramente azul. Si. Por si acaso en los EE.UU. es uno de sus pocos días festivos.

Se puede ver estos días una película, que a mi me ha entusiasmado, del midas de Hollywood Spielberg. La guerra fría tiene unas iniciales aparentemente poco respetuosas en alemán, KK, kalte Krieg, pero Berlín fue un escenario privilegiado de esa guerra que en Europa no llegó a calentarse. Tuvieron menos suerte en Corea, y en muchos otros rincones del planeta. El puente de los espías plantea muchos problemas morales. Lealtad, justicia justa, pena de muerte, familia y sociedad … El mismo fin de semana he podido asistir a una representación teatral que actualiza a Calderón de la Barca en una versión 2.0 de la vida es sueño y que contiene un auténtico tesoro sobre las posibilidades de nuestros clásicos. Además en una clave de humor que puede incluir un Segismundo republicano.

Cuando uno alcanza cierta edad y mantiene una memoria medio buena puede meter en su coctelera cosas tan diversas como todas las citadas. En casa de mis padres, donde no sobraba un céntimo, se compraba a diario un diario. Yo aprendí a leer en el colegio con Cervantes, Lope y Calderón, y en casa con la guerra fría, con los conflictos en Hungría y en Suez, que el próximo mes de octubre cumplen 60 años. Yo preparaba mi ingreso de Bachiller cuando el U2 de Powers, recogido por Spielberg en su película, fue derribado sobre la URSS en 1960.

En el 56, en el 60 y en el 66, cuando ocurrió el accidente en Palomares que sirvió para promocionar el invierno de Almería con el baño de Fraga, y diez años antes y otros tantos más tarde, de lo que no se hablaba en nuestra prensa era de los asuntos internos. Para eso teníamos la radio. Paris, Andorra, BBC, la Pirenaica … El PSOE de entonces no tenía P y era el seguro obligatorio de enfermedad. Podemos la primera persona del plural del verbo. Ciudadanos no estaba en el diccionario. Nacional era un término bien visto, mejor que  popular, que sonaba al bloque soviético.

Así que menos depres y menos lunes azules. Podemos ha conseguido fraccionarse en dos años lo que a la izquierda histórica le costó unos 50. El PSOE, ese partido que quizá consiga formar el próximo gobierno, contiene en su seno dos formaciones, el PSC y el PSE-EE cuyos máximos órganos entre congresos llevan el titulo de nacional. Consell nacional del PSC y comité nacional del PSE-EE. ¿Es un partido que reconoce un estado plurinacional? A veces. Para prestar senadores o diputados a algunos si, pero para dejar que otros formen grupos parlamentarios no. ¿Está claro? La única respuesta es no. Pero en algún momento se aclarará. Confiemos. Cada uno en quien quiera pero confiemos. ¿Qué ganamos en la desconfianza perpetua?

Lo que más he meditado es esta última línea. Cualquier acuerdo de gobierno, cualquiera, me parece mejor que estar seis meses sin gobierno y pasar por otro proceso electoral que frente a alguna encuesta seguramente interesada no dará resultados sustancialmente distintos. Así, ¡a negociar que ya es hora!