Me consta que hay unas docenas de lectores fieles que no se
pierden casi ninguna de las entradas de este blog. En la última terminé
diciendo que comentaría mi voto para el Congreso antes del 20 D. Rosana Alonso es la cabeza de la lista
que Podemos presenta en Cantabria. Y esa va a ser mi lista. No ha cambiado nada
en mi percepción inicial sobre esa formación a la que nunca antes he votado.
Voto muy personalmente a Rosana y lo hago público en un día de triste
aniversario para ella y su familia en la
que me siento incluido. Y ya está. Errejón
e Iglesias no me convencen más que
antes y Monedero algo menos. Pero creo
que los tres diputados regionales, que
lo son sin mi voto, han aportado algo de aire nuevo y fresco a los escaños de
San Rafael.
El secreto mejor guardado de la campaña, que no he
conseguido desvelar a pesar de mi interés, y que sin duda los altos mandos de
Podemos y de UP-IU deben conocer, es el hecho de que a los votantes de once
provincias les ofrecen una lista electoral conjunta y a los de las otras 39
les/nos obligan a elegir, lo que implica pelear por un mismo espacio, lanzarse
las puyas pertinentes etc. Puede que alguna vez alguien lo pueda explicar de
manera convincente.
La campaña electoral, inmersa en una ola de calor, habrá
desbaratado algunos planes. Ofrecer encuentros electorales por la calle en
vísperas navideñas es algo nuevo. Aquí esta primera quincena del mes es un hito
histórico en los registros. Una temperatura media muy próxima a la de mayo y
una sequía extrema en un mes estadísticamente situado entre los tres más
húmedos. Esa puede ser mi contribución original al análisis de campaña y ahí se
acaba. Lo demás ya está dicho. La buena o mala educación, la
maldad/bondad/honradez de los políticos, lo aburridos que nos tienen a los del
común, que era como nos llamaban a los no privilegiados en tiempos de lenguaje
más llano. Claro que de entonces viene también la polémica entre Góngora y Quevedo. El fondo y la forma. Con un código penal hecho para robagallinas, cito a una de las más
altas instancias judiciales del Reino, los ladrones de guante blanco se dan por
ofendidos si se duda de su decencia.
He dejado enfriar unos días el debate a dos, como si fuera
una botella de buen cava. Y resulta que al presidente en funciones le han
agredido en una de sus ciudades de referencia. El nivel de surrealismo de la
legislatura se mantiene hasta el último metro de la misma. Ahora no es posible
situar la polémica en el mismo lugar en que quedó en la noche del lunes. Ya han
asaltado el diccionario online de la RAE miles de ciudadanos. ¿Qué es
gramaticalmente la decencia? ¿Y la ruindad? ¿Nos importa realmente? En minutos
se conectó al agresor, 17 años y de buena
familia, con opciones electorales probablemente mal vistas en la misma. Y esa
lista de Segovia del PP...Ya se sabía algo del número 2 pero la primera…
Con la imparcialidad que da tener ya decidido que no voy votar
a ninguno de los dos, la mayor sorpresa de la noche del lunes me pareció la actuación del
moderador. O su no actuación. Los tres han anunciado un tiempo nuevo por final
de etapa. Nunca antes ha habido en el Congreso cuatro grupos parlamentarios con
efectivos como los que se calculan ahora. Dos nuevos en detrimento de los otros
dos. Negociaciones más complicadas que nunca para formar gobierno. Y quien
quiera añadir morbo, no es mi caso, ver si el viejo PSOE deja de ser uno de los
dos principales partidos españoles.
No quiero un presidente de gobierno que usa la peor de las
argumentaciones: “No le voy a mencionar…” (Ya lo estás mencionando tío listo)
Después está la talla, no hablo de la física, de una todavía vicepresidenta que
llama macarra al todavía líder de la oposición. ¡Vaya, vaya, vaya con la buena
educación! Ni Almodóvar…
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