lunes, 19 de enero de 2015

Refugios



Una derivada inesperada del atentado de Paris es la reacción papal. Confieso que a mi la declaración del Papa argentino me ha parecido de lo más normal. Hemos sido educados en la veneración a la madre. Mentárnosla en clave ofensiva tiene la reacción común que ha mencionado el Pontífice, es verdad que también está lo de la otra mejilla… Acotar algún límite a la libertad en general, a la de expresión como pilar fundamental de la misma, es problemático. Pero admitimos con poca duda que la libertad propia termina donde invadimos la ajena.

Uno es libre de llevar su dedo índice por delante con el límite… en la cuenca del ojo de otro? Un poco antes? Es necesario defender el derecho a la blasfemia como parte de la libertad de expresión? Hay un denominador común en las religiones con más fieles en cuanto a la consideración de algo como blasfemia? He renunciado. Aplicar sentido común tampoco parece que sirve, nadie garantiza que exista un denominador común en ese terreno. ¿Y en otros?

En esta ciudad, con muchas posibilidades para seguir siendo un lugar apacible, hay decisiones que no ayudan. Sin ánimo de encontrar luces en los túneles de presupuestos municipales y deuda, lo que parece meridianamente claro es que cuando hablamos de cientos de millones, los 10.000 euros que han faltado para que una anciana con su vivienda expropiada para la construcción de un nuevo vial encontrase un nuevo alojamiento, aparecen en una órbita muy diferente. En otra galaxia. Que en los mismos días se anuncien proyectos innecesarios, remodelaciones de parques por ejemplo, que solo se pueden explicar por las vísperas electorales, ponen sal en la herida. Cuando varios frentes se abren al tiempo, la historia militar nos ofrece muchos ejemplos de derrotas cantadas.

Si el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para explicar que se ha perdido en los alrededores de Washington se ve obligado a comunicar que ha conocido la América profunda, lo cual indica varias cosas a la vez pero sobre todo que no tiene ni idea de qué es y dónde está esa América, el alcalde de Santander Iñigo de la Serna, los miembros de su equipo que se queden en situación de desempleo después del mes de mayo, deberían buscar alguna explicación superior a los 10.000 euros que le han faltado a la oferta que le hicieron a Amparo por su vivienda y parcela.

La semana pasada he visitado el refugio antiaéreo de la Plaza del Príncipe recientemente habilitado por el Ayuntamiento. Su valor histórico está fuera de duda. He tenido referencias directas de la vida cotidiana en Santander en ese tiempo. Mi suegra y su amiga Paz cimentaron esa amistad entonces. En trece meses de guerra Santander sufrió más de 30 ataques de la aviación franquista aunque solo uno de ellos, el del 27 de diciembre de 1936, por número de víctimas y represalias posteriores, ha pasado a la página principal de la Historia de la guerra civil.

Hace un par de meses un periodista local, Aser Falagán, publicó en el Diario Montañés que alguna de esas represalias tiene todas las características del mito y que no hay una sola prueba sobre los crímenes del faro de Cabo Mayor que todavía luce un monumento in memoriam

http://blogs.eldiariomontanes.es/trentitopic/2014/11/14/el-mito-de-cabo-mayor/

¿Está a tiempo un alcalde que ha habilitado un refugio histórico de rectificar, desde el sentido común, la ley parece que no le va a obligar, y ofrecer un refugio a una anciana? Esa anciana es Amparo y esta página es una pequeña aportación a #AmparoNoEstáSola

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