Lunes de Pascua y cumpleaños de la reina Elizabeth II. Dudo
que pueda salir algo notable hoy. No hace un mes que este blog reflexionaba
sobre las numerosas veces que se nos cruza la
muerte en el camino. Hoy es día de frías estadísticas. El balance de
víctimas de tráfico en los días festivos de Semana Santa es poco soportable.
Pero es que además, y no a causa del tráfico, la tarde del Jueves Santo , sin
esperar a la última cena, nos abandonó Gabriel
García Márquez.
Hay que remontarse siglos para encontrar un escritor en
nuestra lengua tan enorme. No voy a sacar ninguna cita de su obra, ahora
lógicamente un poco manoseada. Pero en este blog hay una foto de Cartagena de
Indias con una alusión a uno de sus domicilios.
Y en una entrada posterior, narrando mi descubrimiento de la
desembocadura del Magdalena, se le quita mérito al escritor colombiano en tono
obviamente de broma. Colombia, Latinoamérica en general, tiene las narraciones
por la calle. Solo hay que escuchar.
Estas pasadas fiestas, todavía hoy lunes es festivo en seis
de nuestras comunidades y en la mayoría de los países europeos, con un tiempo
espléndido en casi toda la Península, hemos jugado colectivamente a estar en
verano. Ya sé que las lluvias deslucen las procesiones pero el buen tiempo a
algunas gentes de mi edad nos trae recuerdos imposibles. Un colega, compañero
de trabajo un par de años, y con el que me unen muchas manías además de la de
escribir un blog, se me ha adelantado unos días. http://blogdefreire.blogspot.com.es/
En esta ciudad tan pacata como casi todas las demás, allá
por la mitad de los años sesenta, cuando a los nacidos en mitad del siglo nos
empezaba a hervir casi todo, lo que
hacíamos unos pocos era simplemente salir del centro, del recorrido de
las procesiones, de los oficios de las parroquias, de la obligación de recorrer
al menos siete de ellas… Cruzar la bahía
o subir a las campas próximas a Cabo Mayor.
A condición de que el tiempo primaveral fuera propicio, el
aire a respirar era distinto. En ese terreno libre, con alguno de aquellos
tocadiscos Philips de pilas y altavoz en la tapa, se podían hacer guateques al
aire libre y… alguna cosa más. Se acuñó el nombre de fiesta de la braga para
lo de Cabo Mayor pero creo que era exagerado. En Somo una banda de amigos
hicimos camping más de un año, que en aquella época, en marzo o abril, era de
pioneros heroicos.
El recuerdo me ha venido límpido al pasar por una estación
del transporte metropolitano de Alicante denominada Benidorm-Disco, en cuyas
proximidades debe estar una de las concentraciones más sublimes de un
determinado tipo de música y fiesta. A las nueve de la mañana esa fiesta, la
del día anterior, no había terminado. Cuando la mañana es la del Viernes Santo
o la del sábado que se denominaba de Gloria, la sensación, como dice mi amigo
Freire en su blog, de haber vivido más de una vida, es muy patente.
Algunos altos dignatarios de la iglesia católica, en abierta
confrontación con el Papa actual, siguen tratando de intervenir en la vida real
de los no creyentes. El resultado cada vez es más obvio. El tiempo juega en su
contra. Hay otros aspectos en los que la sensación de venir de otra vida
también se agiganta y en este caso el sentido es el contrario. El próximo viernes
es 25 de abril. Quienes no hayan cumplido los cincuenta no pueden recordar lo
que la revolución portuguesa significó para sus vecinos, para nosotros. Pero, ¿es
el pueblo el que manda? O eso solo es una canción Grandola…O povo é
quem mais
ordena…
El aniversario de
mañana es un poco personal e ignominioso, pero el 22 de abril del año pasado
también tiene entrada en este blog y lo que no hago casi nunca, esta semana ha
reventado y va de citas propias lo cual no deja de avergonzarme.
Pero también esta
semana es Sant Jordi, lo conocí así.
Cuando aquí nunca había escuchado hablar de San Jorge. Rosas y libros y mi
pensamiento en otra de mis ciudades, Barcelona. Y en esa vía, felicitar a mi
amigo Paco Gómez Nadal, su invento, La Vorágine, que es mucho más que una librería, también cumple su primer añito esta
semana. Felicidades!
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