lunes, 18 de marzo de 2013

El nuevo Papa y el corralito





La semana informativa estaba pasando, de manera necesaria, por Roma. No en vano el acontecimiento de la elección de un nuevo Papa venía enmarcado en un hecho insólito en los últimos 700 años aproximadamente. Desde entonces, cada elección de Papa se había efectuado tras la muerte del anterior. Ratzinger no ha muerto y esa es una novedad histórica.

Y otra novedad histórica, pese al apellido del nuevo Papa, es su lengua materna. Los Borgia, originalmente Borja, probablemente en casa no se expresaban en castellano. Así que ahora tenemos un Pa-Pa-Pa-Co, que debería cerrar un paréntesis de 50 años, 50 años va a hacer que murió Juan XXIII, si quiere que la relevancia de su sucesor, cuando eso ocurra, siga teniendo la importancia que todavía ha tenido su elección.

Dentro de pocas semanas se cumple el cincuentenario de una encíclica papal, Populorum progressio, que marcaba un rumbo, el que se contenía en la primera sesión del Concilio Vaticano II, el intento más serio, en muchos siglos, de la Iglesia Católica por adaptarse a su entorno. Aquel junio de 1963, con el fallecimiento de Juan XXIII, se inició un viraje que frustró en buena medida el resultado previsto del concilio y que los sucesores de Pablo VI no han hecho más que profundizar. Hasta hoy. El divorcio entre la iglesia y sociedades históricamente adictas, como la nuestra, ya ha dejado de ser noticia.

Con una mancha, todavía difusa, respecto al comportamiento del nuevo Papa durante la última etapa de terror vivida en Argentina, no deja de sorprender todo un conjunto de sus comportamientos que le hacen aparecer como un líder dispuesto a abordar, de nuevo, ese acercamiento global, entre el catolicismo y el complejo social del siglo XXI. Y en esas estábamos cuando los focos de la actualidad semanal saltaron de Roma a Nicosia.

Aunque parezca enganchado literalmente por los cabellos, lo sucedido en las últimas horas en Chipre tiene mucho que ver con lo ocurrido en Argentina hace unos años, y el nuevo Papa seguro que no tiene nada que ver. Dentro de poco los especialistas tendrán que ir explicando, siempre a toro pasado, las diferentes modalidades de corralito. De momento, mientras escribo en la mañana de este lunes que va despidiendo al invierno del hemisferio norte, nuestra prima de riesgo vuelve a subir con fuerza.

Iba a titular esta entrada Pa-Pa-Pa-Co. Con un bisabuelo, mi padre, mi hermano y un sobrino con el mismo nombre, Francisco me resulta familiar, y Paco/Pancho mucho más.  O sea, que ese titular iba lleno de respeto. Pero una foto de la canciller alemana en la portada de El País Digital, este lunes, me ha puesto los pelos de punta y he retocado el título.
Cualquiera que haya crecido en una región ganadera como la nuestra sabe que significa ese gesto. Merkel está ordeñando. Hoy a los chipriotas ...


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