sábado, 23 de febrero de 2013
El centenario y los jujus
Que mi entrada, más o menos semanal, vaya a coincidir en fecha con un 23F no deja de ser una casualidad. Durante tiempo esos dos números y su letra se han asociado a un teniente coronel de la Guardia Civil de cuyo nombre me acuerdo pero no pienso escribirlo. Ha sido, de momento, el último intento de … por ahí no sigo.
Otra casualidad hace que hoy se celebre el centenario de un club que para muchos de los nacidos en Cantabria es, con todo respeto, más que una religión. Asistir a algunos encuentros, como el de hoy mismo, en penosas circunstancias meteorológicas, hace que los devotos del Racing superen en fidelidad a muchos de los fieles de las grandes religiones monoteístas.. Las otras quizá son más flexibles en sus dogmas. Ahí está nuestro querido Racing, cumpliendo 100 años en un momento muy poco favorable, resultando una estampa viva de la decrepitud regional y nacional.
En otros momentos de mi vida me hubiera pasado la semana siguiendo la información que llega de Italia, viendo las posibilidades de que tan cercano y querido país empiece, con las elecciones de mañana y el lunes, una senda que les aleje del espectáculo triste y vergonzoso que un supuesto cavaliere les ha procurado durante varios lustros. El peligro de que la política de verdad sea sustituida por el berlusconismo también está cerca en nuestro país.
Ya cumplimos la primera condición, según el modelo italiano, corrupción y descrédito de los grandes partidos del sistema. Me permito añadir, en Italia ventilaron ese tema antes de mi nacimiento, que la jefatura del Estado y su familia, no pasan por su mejor momento y que hoy mismo el yernísimo ha vuelto a declarar en el juzgado y parece que con más empeño que la primera vez en salvar a su esposa y suegro de cualquier implicación …
En la semana en que hemos visto, yo confieso que muy poco, el debate sobre el estado de la nación, cualquier ciudadano medianamente optimista tendrá un diagnóstico claro: La nación no está nada bien, la nación tiene cura, pero el tratamiento que está recibiendo sólo sirve para empeorar su estado. Es momento de cambiar ese tratamiento. Cualquiera lo haría en el caso de un ser querido. Puede que lo que se ha dado en llamar las mareas, que han confluido esta tarde incluso en lugares donde nunca ha llegado la mar, tenga que ver con eso.
Esta entrada me la ha inspirado un amigo que esta mañana, temprano, ha mencionado el centenario del Racing en una red social. Voy a contarle algo, a él y a otros amigos que comparten con él determinadas afinidades. El ya sabe, y ahora lo hago público, que no estoy en casa. Paso unos días lejos. Ayer, entrando en Garrucha con mi bicicleta alquilada, mientras hacía una foto a un barco de un tonelaje que me sorprendió encontrar en ese puerto, unos jubilados, como yo mismo, iban charlando, con el acento de aquí, con la gracia de aquí, con las interjecciones de aquí, oh!, uh! ozú! Sin decir nada concreto, sólo exclamaciones.
Parecía que les había gustado mucho una intervención televisiva del anterior presidente de nuestra comunidad. En un zapeo televisivo, la víspera, yo mismo había visto unos segundos de ese programa. Lo que más me gusta del ex presidente Revilla no es su vertiente showman, no es la primera vez que lo digo, pero tiene su público. Si se rebusca este blog tiene que haber un apunte de noviembre o diciembre de 2010. He encontrado fans del Revilla televisivo hasta en Colombia.
Seguí pedaleando y a unos pocos kilómetros me encontré con otro que, por la edad aparente, está jubilado hace tiempo. Paseaba por la playa totalmente en bolas. Nada llamativo en las playas de Vera donde ayer soplaba un poniente que dejaba la temperatura del aire por encima de los 20ºC. Aunque no es costumbre habitual, la foto ayuda a entender lo natural que es aquí lo natural.
Entre el debate, los jubilados admiradores de Revilla, y el despelotado, se me ocurrió, de hecho llevo más de 24 horas dándole vueltas, invitar a Mariano y a Alfredo a que me acompañen. Tengo sólo un año más que uno y cinco más que el otro y llevo dos y pico en esta ventajosa situación. Venid antes de que vosotros mismos acabéis con la posibilidad. No hace falta que os quitéis toda la ropa, basta con que dejéis la cosa, la cosa del gobierno y la oposición, en mejores manos. Y a disfrutar, que el reloj no para. El estado de juju, jubilado jubiloso, merece la pena. Creedme.
viernes, 15 de febrero de 2013
Impacientes
Voy camino de
San Vicente de la Barquera, es día de San Valentín. Desgraciadamente lo único
que tengo que celebrar en tal día es que ha dejado de llover. Me pasan por la
cabeza imágenes de películas entre entrañables y casposas. Recuerdo al intérprete
de San Valentín, Jorge Rigaud, en “el día de los enamorados” con Tony
Leblanc y Concha Velasco o con José Luis López Vázquez y Gracita Morales… en “Vuelve
San Valentín” Confieso que alguno de estos datos los he buscado a
posteriori. Al final de los 50 y en los primeros 60 yo era muy pequeño, pero
entonces íbamos al cine mucho más que ahora y se veía lo que había.
Y
fuera del cine no había nada en tan señalada fecha… Lo que se dice nada. De
regreso a la ciudad, por la tarde, he visto a muchos hombres portadores de
rosas para sus mujeres. Me parece bonito que pese a la crisis se distraigan un
par de euros para decir lo que no deberíamos parar de decir cuando hay motivo.
Pero San Valentín aparte, a mí la semana me tiene perturbado por nuestra falta
de paciencia.
El
Papa ha anunciado que dimite a finales de mes y aquí todo se ha vuelto pedir
dimisiones. Incluso Rubalcaba se ha atrevido a pedir que dimita Mariano. Pero
bueno ¿ha calculado alguien en Ferraz el tiempo que ha pasado desde que había
ocurrido algo semejante al abandono de Ratzinger? Leo a una periodista que me resulta fiable y afirma que sobran dedos de una mano para
contar los antecedentes de semejante prodigio y que el último ocurrió hace
setecientos años o sea, allá por el Quattrocento, si, si, la época de
Botticelli y Donatello.
Cuando,
lamento recordarlo, no existía España. Castilla empezaba a ser algo, Aragón era
una gran potencia, Navarra declinaba y en Granada creo que no se hablaba
castellano ni se rezaba al mismo Dios que se reza en Roma. Claro que la
existencia del propio San Valentín también está en duda y me entero por la Wiki
que en 1969 la iglesia católica retiró la festividad. Vaya, qué fue retirarla
del calendario litúrgico y empezar a ser relevante en nuestro país. Puede que
San Valentín no cotizara a la Seguridad Social dado el tamaño de la economía
sumergida en aquel momento.
Si
se han ampliado los límites del mundo conocido y se ha pisado la luna y hemos
estado a punto de mandar el planeta a freír espárragos y ha habido cientos de
guerras y millones de muertos en ellas desde la última vez que un obispo de
Roma renunció a su cargo, queremos ahora que dimita un presidente del gobierno
de España cuando sólo hace 32 años que tuvimos la última dimisión? Y además, si
alguien lo recuerda, en aquella ocasión se representó en la Carrera de San
Jerónimo una pieza que se quedó en lo que se quedó, pero que pudo haber sido
otro baño de sangre de los tantos que acumulamos en nuestra Historia.
Vamos,
Alfredo y demás impacientes, menos delirios. ¿Qué es un poquito de corrupción
en comparación con la inmensidad… de todo lo demás???
domingo, 10 de febrero de 2013
Marcas
Un
terreno de evasión muy actual es el posible enfrentamiento de la marca España
con la heredera mayor de la medieval Marca Hispánica. Sobre la segunda, en
algún momento, alguien mucho más autorizado que un servidor, deberá pasarle
bien las cuentas a tanto prócer del catalanismo otrora moderado que una vez
pillado con las manos en la masa, han decidido acelerar aunque los neumáticos se queden sin dibujo o las bielas
revienten el bloque del motor.
Sobre
la marca España, en el momento en que los niños de Primaria están conectados a
Internet, un breve apunte. Esta semana me he reconvertido en investigador.
Utilizando el buscador más conocido, ese que tiene un nombre muy parecido al de
las gafas, de soldar, o de nadar, ese. Cuando se teclea en inglés “Spain co” la
cuarta posibilidad que da el citado buscador, inmediatamente detrás de los
colores de España, es la corrupción en España. Cincuenta y dos millones de
referencias.
Una
para cada ciudadano y nos sobran unos cinco o seis millones, que empezamos a no
saber cuántos nos hemos quedado. No quiero dejar de indicar que con una “r”
más, “Spain cor” ya no hay salvación. Córdoba, Coruña, correo, todo queda a
distancia. Spain cor, que podría ser corazón si los de la otra marca no
estuvieran de estampida, se queda en lo que se queda. Curiosamente la primera
referencia es de la corporación vasca de radio y televisión, pero la segunda,
la segunda, es nada menos que “The Economist” con un titular muy claro que no
renuncio a destacar ¿Por qué España es tan corrupta? Que parece que
un poco hay en todas partes. La
tercera es del New York Times y la cuarta es un blog, atentos en cocina, creado
en 2009, con el título corruptioninspain.blogspot,
o sea, de la misma familia cibernética que este mismo donde me están leyendo.
En
francés ese fenómeno ocurre al primer toque. Un blog del mismo año 2009, caligrafies-ibéres, titula ¿Por qué hay tanta corrupción en España?
Algo más de cuatro millones de referencias y es obligado decir que aquí si, el
amor de nuestros vecinos por el arte islámico nos salva. “Espagne cor” pone por
delante Córdoba, Cordue, que la bicha de la corrupción. Las dos siguientes
referencias son del diario Liberation,
que ya se sabe que son unos desmandados. En uno la referencia del titular es
para el yerno del rey y en otro para la dimisión de Rajoy exigida por la
oposición.
Sin
querer señalar hoy a nadie, no me resisto a terminar con un toque alemán.
Tecleamos “Korruption Spa” y ahí mismo, como si fueran chorros de balneario, el
afamado buscador ya nos ofrece en primer lugar el resto del nombre de nuestra
patria en su lengua “nien” seguido de gürtel. No sé si hace falta añadir mucho
más. Más de un millón trescientas mil referencias que se inician con una de Der
Spiegel con un titular del pasado día 4, en el que creo que destaca el apoyo de
Merkel a Rajoy.
¿Marca
España, Mariano? Queridos populares todos y algunos otros, marca España somos
todos, pero unos más que otros. En el próximo barómetro de patriotismo que
publicará el CIS, sé de buena tinta que va a estar muy mal visto tener cuentas
bancarias en paraísos fiscales. Tampoco deberían puntuar mucho quienes han
ocultado, con bastante éxito hasta ahora, a los titulares de cuentas
millonarias en Suiza que algunos, sin duda exagerando, traducen en algo menos
de 600 ciudadanos españoles con recursos en el país alpino por valor aproximado a las
tres cuartas partes del total del fraude fiscal en este querido rincón del sur
de Europa. Eso también es marca España. Si sumamos Andorra, Cayman, Gibraltar,
Liechtentstein, Luxemburgo, Man … quizá no tendríamos fraude ni necesidad de
recortar nada. Eso si sería una marca, otra marca.
lunes, 4 de febrero de 2013
Niño contrabandista
Quiero
declararlo de entrada. Que nadie se equivoque conmigo. Yo también he estado
fuera de la ley. Como todos los demás. Voy a decir algo en mi defensa,
señoría/s: De eso hace mucho tiempo, de hecho fue entre mi primera comunión y
una de las últimas. En mi familia y alrededores había muchos marinos, de
carrera y de los otros, tripulantes de menos categoría. Eran los tiempos en que
la Compañía (Trasatlántica) era la Compañía y no hacía ninguna falta añadir
más.
Y
un niño, con una gabardina con capucha, era un mirlo blanco. En esa capucha han
salido de los barcos de la Compañía, o de alguna otra, a los muelles de Maliaño, desde latas de piña del
Monte, hasta saquitos de azúcar de Camagüey, café y cacao, y algún cartón de
winston, chester o marlboro, en paquetes sueltos y lingotes de cobre de Chile,
que yo recuerde. Pacotilla, se decía. La pacotilla la lleva el niño, se decía.
Pero a veces, el cobre por ejemplo, o la piña, pesaba. Pesaba mucho. Y ni un
esguince cervical. Eran otros tiempos. Más duros, pese a que la realidad actual
quiera imitarlos.
Venga,
ya lo he dicho. Espero no ser la vergüenza de mi familia. Confíteor Deo omnipotente, soy un antiguo. Y ahora los demás. Bueno si, tengo algo más actual.
He pagado chapucillas sin exigir la factura y el IVA, pero muy pocas, de
verdad. Es más, a algún listillo de esos chapuzas, que además de en negro me
habían hecho una chapuza, lo que se dice una chapuza, les he tenido que engañar
diciendo que mi hermano era inspector de Hacienda: mano de santo. Volvían a
casa y reparaban la fuga o la gotera y esta vez, a conciencia. Y mi hermano no, pero primos
tengo más de uno dedicados a ese noble empleo.
Estoy con el presidente del parlamento regional, José
Antonio Cagigas, por mucho que él se
pueda sorprender. Hay que dar más leña a los nuestros. Nada de es un hijo de
puta pero un hijo de puta de los nuestros. Es un hijo de puta, punto. Y esa
diputada popular por Madrid, recién llegada tras la dimisión de la Aguirre. Son
mis favoritos. Cagigas y la diputada cuyo nombre no recuerdo. Los demás... Uf,
uf, me parecen sospechosos. Incluso algunos que parece que ni tienen carnet del
PP. ¿Nunca se han saltado un semáforo en ámbar?
El sábado, en el Diario Montañés, que dejó su etapa
bolchevique allá por 1969, por lo que ya casi nadie se acuerda, su director
adjunto ironizaba sobre Bárcenas, ex senador por esta comunidad autónoma y que
parece que nadie le ha visto ni compartido mesa, mantel y foto, con él. Las
ironías las carga el diablo, Chemi. ¿No
ha estado Bárcenas en ningún sarao del propio DM? Es difícil creerlo, pero la
competencia, El Mundo, publicaba horas antes, y no nos habíamos enterado, una
foto de Bárcenas en Baqueira, el pasado miércoles, con el partido del Madrid y
el Barça en la tele como prueba, con dos acompañantes sobre cuya identidad se está
especulando mucho…
Pese a que Nacho Diego tire de argumentario, y no se me
ocurre que otra cosa puede hacer, en todo lo publicado por El País, verdadero o
falso, existe una conexión cántabra y no entiendo quien se puede sorprender. Yo
no me enteré, pero parece que fue senador por esta circunscripción durante ocho
años. Bárcenas ha mantenido despacho en Génova hasta hace un par de semanas… No
tengo la más mínima duda de que en pocas horas se va a aclarar todo este
maldito embrollo. Incluida la foto.
Desde aquí quiero que Esteban González Pons,
rescatado de nuevo para la comunicación popular – a mi me parece insustituible-
sepa que yo soy de puerto de mar y que en los Pirineos no he hecho contrabando,
ni en Baqueira ni en Carcasonne. Bueno, salvo un libro prohibido en España, que
compré en Andorra en 1973 y pasé camuflado de jugador de rugby. La Historia de
España de Pierre Vilar, entonces editada sólo en Francia. Es una parte de nuestra esencia.
Sin Francia no somos nada. Y desde Toulouse se vuela a destinos con muchas
dificultades para la extradición. En algún momento Bárcenas tendrá que seguir
declarando ante la justicia, ¿o no, Mariano?
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