domingo, 22 de julio de 2012

Autocensura



Llevo tres semanas sin escribir. Desde el triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa. Tres semanas en las que no he escrito por miedo a no contenerme, a insultar directamente a tanto, y tanta, (aquí iban un par de insultos, los retiro) que se empeñan en amargarnos la vida investidos de… Vuelvo al último titular, velocidad y tocino, no acabo de comprender que habría mejorado en estas tres semanas si además no hubiéramos hecho historia en las competiciones mundiales de fútbol. Y muchos querían que no ganáramos. Lo he visto en las redes sociales. Debe ser parte de la herencia aquella del cuanto peor, mejor. Probablemente Cristóbal Montoro ha sido partidario en un pasado reciente.

Se me fue la fiesta de los EE.UU y quería haber escrito. Y San Cristóbal, patrono de los automovilistas, que parece que esto de los vehículos es muy antiguo. Y el miércoles 11, que antes de decretazos destinados a jorobar a los más necesitados era y sigue siendo el cumpleaños de mi sobrina y ahijada (Susana, te han empezado a fastidiar, tus cumples venideros, empezarán a ser el primer aniversario, y el segundo… de antes de,… volver a beber agua)

Se me fue el 14, y eso que tenía preparado un “aux armes, citoyens, formez vos bataillons” que los vecinos, por saber votar y no como otros, y su nuevo presidente, se  merecían, sin duda. El 18 me pilló leyendo a Fermín Goñi, “El hombre de la leica” que recrea la figura del general Mola, desde que en marzo de 1936 llega a Pamplona hasta su muerte en junio de 1937. Perfecta dosis de detergente para limpiar los laureles que los conspiradores del 36 se otorgaron por derecho de sangre.

El 19 salí a la calle muy pacíficamente y coincidí con varias decenas de miles de ciudadanos, que en una ciudad como la nuestra, muy poco dada a algaradas bolcheviques, significa lo que significa. Lo que un estudio demoscópico publicado hoy reviste de algún tinte científico. El descontento, aunque a veces sea parcial, alcanza a más del 80% de la población. Y mañana, lunes 23 puede seguir aumentando. Ya es rumor con algún cuerpo que podemos tener pronto un gobierno de tecnócratas. Además de la economía nos violarán la democracia.

Podía haber escrito ayer, 21, pero se cumplían seis años del fallecimiento de mi madre y no tenía mucho humor. Y hoy, que tengo algo que celebrar, que me hace recordar que se cumplen 35 años de la apertura de las Cortes tras las elecciones del 15 de junio de 1977, las primeras elecciones democráticas en más de 40 años… Aquel viernes, mientras Dolores Ibarruri presidía la mesa, por razón de edad, yo asistía a un acto que cambiaba mi estado civil. No tengo que consultar ningún archivo, tradicional o digital para saber algo de lo que ocurrió ese día. Desde aquel 22 de julio de grandes esperanzas muchas cosas han pasado en España y en el resto, lógicamente

Pero es muy difícil creer que estemos peor que entonces. Desde 1977, en una proporción aproximada de 60% a 40%, a favor de la izquierda moderada que representa el PSOE, tanto para aciertos como para errores, España ha cambiado mucho y a mejor. No es momento de disolver las Cortes ni de gritar “abajo el régimen” Iniciar una cooperación que pueda recordar, aunque sea vagamente, lo ocurrido entonces, no puede ya esperar. Echar la culpa al otro empezará a ser especialmente mal visto por una ciudadanía harta.
Repaso, conseguido, ni un insulto y no es que no se los merezcan.

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