martes, 10 de abril de 2012

A dos días



La supuesta refundación del capitalismo que preconizaba el pequeño presidente de un país vecino, cada hora que pasa está más clara. No quiero llamarle el pequeño (petit) Nicolás porque el original me caía muy simpático. Pero a 48 horas del centenario del naufragio del Titanic parece que lo que naufraga ahora es todo lo demás. Efectivamente se está refundando el capitalismo, pero en un sentido bastante distinto al que se indicaba hace tres años.

Si me diera por continuar la columna anterior, después de constatar que Presidente Mariano no me sigue, está claro que sólo se va  solo de vacaciones, a lo demás nos lleva a todos. En estos días en que una parte notable de nuestros vecinos, los que pueden, se reincorporan a sus actividades cotidianas, supongo al consejero de Educación de nuestro gobierno regional exultante. Ya ha conseguido portadas nacionales. Lo mismo que consiguió el presidente cuando anunció, hace unas semanas, un estado de nudismo generalizado en Cantabria.

Si hubiera dedicado toda mi vida activa a la metalurgia, como los primeros once años, quizá me viera menos afectado por determinada noticia. Pero que el mismo día en que por nota de prensa nos enteramos del recorte al recorte que mete el gobierno central en Educación y Sanidad, que ese mismo día sepamos que el consejero se mete los informes técnicos en alguna hucha particular y resucita – al fin y al cabo estamos en Pascua- el concierto al único colegio privado de la región, es una casualidad muy notable.

La demostración de que no hay para lo que no hay pero se busca bajo las piedras lo de los amigos más íntimos. A mi ya me parece bastante curioso que el mismo partido albergue espíritus tan puros como el del consejero de Educación, y alguno/a más y otros/as que no desentonarían en paisajes costumbristas como los descritos por Pereda en, pongamos, Sotileza. Pero los partidos de masas son así. Es posible, incluso, que en alguna francachela terminen cantando lo del marinero con un remito en la mano y los cincuenta señoritos paseando por el Muelle. Verdadero himno local a la lucha de clases.

Pensando en que no hay mal que cien años dure, consciente del tono lastimero de mi contribución de Pascua, quiero sobreponerme. La última escena de “Ahogada en llamas” se desarrolla en Ciriego, aunque con una ventana abierta hacia la esperanza del exilio. A las pocas horas de terminar la novela de Ruiz Mantilla asistí en Ciriego a la incineración de un amigo de los de toda la vida. Paco, banderas tricolores como la que descansaba sobre tu féretro van a ser muy visibles en otras 48 horas. Al fin y al cabo del 12 al 14, de abril y de cualquier otro mes, no hay más que eso. 

Espero que la noticia del próximo sábado no sea que hemos naufragado colectivamente. El barco es de todos aunque quienes están en el puente no se lo crean.

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