Santa indignación

Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria

Stephane Hessel, un viejecito francés de origen judío alemán, resistente frente al nazismo y deportado a Buchenwald, en su exitazo editorial “Indignez vous!” (Indignaos) dirige una reflexión a la juventud de hoy, aparentemente conformista. Me quedo con estas dos líneas “Cuando algo nos indigna, como a mí me indignó el nazismo, nos volvemos militantes, fuertes y comprometidos”

EL PP no parece haber entendido el mensaje pese a que Hessel ha vendido más de un millón de copias de su obra en menos de seis meses. Se han repartido ya la piel del oso, los quince puntos de ventaja que les otorgan las encuestas y se han lanzado a la yugular de los cientos de miles de ciudadanos que literalmente abominamos de la utilización electoral del terrorismo. De paso, cada vez son más claros en temas básicos como lo ir recortando las prestaciones de la sanidad pública. Andan ya lo que se dice repartiéndose las embajadas.

Y va a resultar que la utilización grosera y rancia y miserable – y no voy a utilizar los calificativos que sus camorras mediáticas usan contra el gobierno- se les puede volver en contra. O no quieren aprender o tienen necesidades educativas especiales. Después del auténtico empacho de la legislatura anterior, de la utilización mercenaria de las propias víctimas del terrorismo … Se vuelve a las andadas, desde los santos patrones –Aznar y Mayor Oreja- a los mandos intermedios –diputados varios y Soraya Saenz de Santa María- y no sé que opinaran del asunto los peones, como nuestros dirigentes regionales, pero enseguida nos informarán.

Más asco se puede añadir con temas que algunos considerarán menores pero que,  donde se tiene el problema cercano, causan heridas que no cicatrizan jamás. Hace unas semanas se llevó un coscorrón en esta misma columna la diputada Celia Villalobos por referirse a algunos discapacitados como “tontitos”. El presidente de la Diputación de Valencia se levantó gracioso el martes pasado y les recomendó cuerdas (¿de escalada?) a algunos de esos discapacitados que le reclamaban una mejor accesibilidad en un parque que acababa de inaugurar. Con el apellido de ese señor, Rus, y su procedencia valenciana, donde parrús tiene significado – no puedo aclararlo en papel pero me lo pensaré para mi blog- (*) sin duda quienes están encelados con la próstata de Rubalcaba, harían delicias de rimas y gracias varias.

Puede haber una buena noticia encerrada en el profundo asco que a tantos nos da ese uso del terrorismo y es que la economía se esté recuperando y en el Alto Estado Mayor de la calle Génova no se confíe en poder llegar solo con ese viento a marzo del año que viene. Casi un año todavía y Emilio Botín y sus pares del empresariado, que no me podían haber leído la semana pasada, lanzando a los cuatro vientos el mensaje de sensatez que solo los muy insensatos no quieren escuchar. No nos podríamos permitir en este momento tres meses de vacaciones, convocatoria y elecciones y otros tres de verano y empezar a ver cómo va el asunto hacia septiembre, eso si con el milagro Rajoy al timón. Portugal de nuevo en el espejo.

Podría resultar que el tal milagro se pudiera traducir en las míseras realidades que arrojan buena parte de las Cajas de Ahorro de las comunidades donde gobiernan y la de Alicante y Murcia, con la que parece que estábamos comprometidos, pero no nos hemos casado, en cabeza. La madrileña de Rato y Aguirre tampoco parece un ejemplo a seguir. La diferencia de siempre entre predicar y dar trigo.

Termino con otra cita de Hessel.  94 años cumplirá en octubre. “A los jóvenes, les digo: mirad alrededor de vosotros, encontraréis temas que justifiquen vuestra indignación –el trato que se da a los inmigrantes, a los indocumentados, a los gitanos... Encontraréis situaciones concretas que os empujarán a llevar a cabo una acción ciudadana de importancia. ¡Buscad y encontraréis!”

(*) Teclear en google. En la primera entrada queda aclarado