Entrada publicada hoy en Aquí Diario Cantabria
Cuál de los dos Marianos Rajoy fue entrevistado esta semana en la emisora de radio más escuchada de España? Gabilondo, ya saben, uno que tiene un hermano ministro y muchos otros, apuesta con claridad por esa existencia de dos Marianos. Dos Marianos, como dos gardenias, para ti, para mi, para quien las quiera. Y Alfredo Pérez Rubalcaba pasó al día siguiente por la misma emisora y quería cantar, turn, turn, turn, como Forrest Gump pero despacito, cada cosa tiene su tiempo, y no hace mucho les cantó el sin ti no soy nada a los de la bancada popular rugiente y claro, éstos quieren que cante lo otro, lo cual sería un cante. Pero a mi un político de esa edad dispuesto a cantar en público me mola mucho más que uno cuatro años más joven y tan triste…
La precampaña popular apuesta por el cambio. En Andalucía, nada que objetar, son 32 años de gobiernos socialistas y cierto olor a Dinamarca al sur de Despeñaperros. Lo más gracioso es que el cambio sea Arenas, pero ese es otro cantar. Diego se sube al carro y quiere el cambio en Cantabria, con ocho años de coalición socialista-regionalista o viceversa. ¿Y en Santander? ¿Se apuntan los populares al cambio en Santander? Mucho no han hecho en los últimos cuatro años y llevamos sin cambio lo mismo que en Andalucía, y entre lo poco realizado, alguna fechoría, sobre la que la prensa amiga desciende telones. De Mercasantander al IBI, pasando por Tetuán o el Cabildo de Arriba.
Espantando moscas con el rabo parece estar el equipo de gobierno municipal que pide que Santander sea un referente contra el cambio climático aprovechando las altas temperaturas de los primeros días de abril ¿Hemos consultado con el primo de Mariano o ya defecamos dentro del convento? Rectificar tampoco está mal visto entre la gente de bien. Yo no aprobé el gasto de casi medio millón de euros en pantallas para los autobuses del TUS. Pues, sorpresa, me encuentro, en vísperas de la semana del ochenta aniversario de tantas cosas -el martes doce se cumplen ochenta años de unas elecciones municipales que dieron paso, 48 horas más tarde, a la II República- 80 años, y en Teleserna, modernidad de las modernidades, se ofrecen las reflexiones del presidente Azaña. Menos mal que no se enterará casi nadie, de lo contrario Don Iñigo podría correr cierto peligro en su estabilidad como alcalde. No nos faltaba más. Mira que si nos ha salido republicano!
Cesar Tolosa, presidente de nuestro más alto tribunal, aconseja que cada cual atienda a su juego, entre políticos y jueces, y a continuación pide la inmediata aprobación del PGOU de la capital, que quizá no sea una prueba de lo de los zapateros a los zapatos, ya que en el pleno municipal el documento en cuestión sólo fue aprobado con los votos populares. Y es que es muy difícil mantener la coherencia aunque solo sea un ratito.
Cuando estas líneas se vean en papel ya habrá habido otra manifestación en Madrid, supongo que contra el contubernio que parece que se traen Rubalcaba y ETA y por aquello de mantener activo el pacto antiterrorista. Pero mi opinión sobre el asunto es la de la semana pasada. Por una manifestación, ni Berlusconi ni un servidor nos movemos un milímetro.
Y la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y la caída final de Portugal en el denominado rescate- nos han secuestrado a los vecinos y llevo dos semanas hablando de ellos- Menudo 25 de abril se les acerca. Y la reacción de la bolsa española ante esos asuntos, no es que sea de esquizofrenia, es que no tengo conocimiento del vocabulario técnico de las patologías adecuadas a cada comportamiento anómalo de todos esos casos y de los que se me quedarán en el teclado. Y eso, que el jueves es día 14. Puede que me encuentre con el alcalde en la copichuela tradicional de la jornada.
Pensar, aunque sea fugazmente, en que nuestro superheroe local pueda ser republicano me ha producido cierta sensación de desasosiego, como cuando te despiertas de una pesadilla donde el mundo está al revés.
ResponderEliminarMientras, hoy, 14 de abril, habrá que seguir cantando.
Mola.