Entrada publicada en Aquí Diario Cantabria el domingo 24 de abril
La pausa vacacional ha comenzado con el tiempo bastante revuelto excepto en nuestro rincón cantábrico oriental, donde el verano lleva instalado ya un mes. La potencia de las lluvias en otros lugares ha sido capaz de acabar con la sequía de títulos del Real Madrid en una noche que, como la vida misma, deja muy tristes a unos y muy contentos a otros. Los del Racing bastante tenemos con la desaparición del financiero Alí.
Uno a quien no le cabe el contento en el cuerpo es al anterior presidente del gobierno. Parece que fue contratado en una Universidad seria, como la de Columbia, con campus en Harlem, para animar la pausa de primavera que allí, en ausencia de un carnaval, salvo excepciones como la de Nueva Orleans, viene a ser uno de los momentos más festivos del año.
Hay algunas películas americanas de serie C ambientadas en locuras de las vacaciones de primavera. Locuras siempre relacionadas con la juventud, el sexo, el alcohol y algunas hierbas. Méjico, Panamá, el Caribe en general, quien sabe si Cuba en 2012, son los escenarios habituales de la francachela. En Salou ocurre algo parecido con jóvenes británicos.
Teniendo en cuenta que Aznar se considera a si mismo muy joven, ha cumplido largamente su papel en Columbia. No tengo idea exacta de la edad mental de Jóse, pero, son declaraciones suyas, “era un bebé en 1969”, cuando Gadafi tomó el poder en Libia mediante golpe de estado. Nacido en 1953, bebé en 1969. Puede que ya esté a punto de sentar la cabeza.
Iñaki Gabilondo, difícil de definir como un radical, considera que es un traidor. Santiago Carrillo, pese a la edad supongo que más radical que Gabilondo, cree que es un quintacolumnista. Algún jurista de prestigio ha opinado que el expresidente ha rozado el delito, precisamente en su papel de expresidente. A ver, no es lo mismo que a mí, o a usted, se nos ocurra decir que nuestro país puede tener dificultades para pagar la deuda externa que la ocurrencia venga de quien viene.
Alguien que se gana la vida de forma tan amplia aprovechando su pasado como estadista, debería saber que cuando se “cepilla” a España, no se sólo se cepilla al gobierno, que debe ser su interés. La seriedad de un país también se mide en la seriedad de sus expresidentes y ahí, con los dos últimos, no ganamos a Cantinflas, en seriedad.
La escala local también estaba muy necesitada de una pausa primaveral. Pero justo antes de la misma, a la candidata socialista a la alcaldía de Santander, Eugenia Gómez de Diego, se le ha ocurrido nada menos que hacer público su patrimonio. Una bomba seguramente hubiera resonado menos en la capital el pasado miércoles santo.
La cosa cómica ha continuado y acólitos del alcalde De la Serna se han atrevido a decir que el patrimonio del alcalde es su seriedad y honradez. No está mal. Pero el mismo alcalde, en su blog, horas más tarde, anunció que también hará público su otro patrimonio, el material. Pero parece que el asesor fiscal ya se había marchado de vacaciones y tardará unos días en poder empatar con la candidata socialista en el asunto “bolsillos de cristal”
Algo que debería ser consustancial con la convocatoria de unas elecciones, y con las siguientes, y las otras, todavía provoca recelos y comentarios para todos los gustos. A punto de cerrar mi ordenador y mi maleta para irme unos días al fresco de La Mancha, me llegan ecos distintos. La candidata socialista a la presidencia de la Comunidad también publicará su patrimonio. Al candidato regionalista a la alcaldía de Santander el asunto le parece infantil… Abran juego señores y señoras. ¿Publicarán su patrimonio los candidatos Revilla y Diego?
Yo no me conformo con los cabezas de lista. Hay algún candidato muy bien colocado, en la lista de su partido y en la vida, con sueldos públicos, en plural, cuya suma podría dar lugar a desmayos en tiempos de crisis. ¿Algún problema para que se convierta en práctica habitual lo que la señora de Diego ha iniciado? No me atrevo a pedir efectos retroactivos, pero algún alcalde de localidades costeras no lo tendría fácil sin recurrir al método Fabra. Ya saben la suerte que ha tenido con la Lotería Nacional el todavía presidente de la Diputación provincial de Castellón. El de los aeropuertos para pasear.