domingo, 30 de marzo de 2025

Del callejero al chat

 

Hoy me siento obligado a empezar desde un riguroso orden particular: me acabo de hacer algo más mayor en esta primera semana de la primavera. Ya irá cayendo lo más  general. Salvo especialistas, casi nadie se fija en lo que va subrayado, la esperanza de vida al nacer a mí me lleva a la mitad exacta del siglo pasado y era claramente inferior a la que se tiene ahora. Dicho de otro modo, mi vida ha superado ampliamente la esperanza de vida del momento en que nací. En general, bien. Sin entrar en detalles. Algunos dolorosos. Lógico.

Superado lo personal, sigo con el ámbito local. El callejero de Santander ha sufrido durante la semana un terremoto de cierta intensidad. Nada comparado a los centenares de víctimas de un terremoto de verdad como el de Birmania y Tailandia. A la alcaldesa Igual se le han acabado los argumentos frescos para seguir incumpliendo la ley, las leyes, pero no ha dudado en tirar de los congelados. En enero de 1996 se cambiaron los nombres a más de 150 calles de esta ciudad y no se recuerda ningún cataclismo. Los cambios en el callejero tienen cierta frecuencia. Hace muy poco los pájaros residentes en los Jardines de Pereda se han encontrado al volver a sus nidos  tras una larga jornada, con que ahora tenían que anunciar que residían en la plaza Botín. Ni una lágrima derramada por las avecillas. Otra cuestión es que a la alcaldesa y a su partido les importe medio pimiento que cientos de vecinos, al dar su dirección, mencionen nombres relacionados con la dictadura franquista, algunos de ellos de probados criminales…

Seguramente habrá que volver sobre este tema. El nuevo fiscal de Derechos Humanos y Memoria Democrática acaba de empezar su tarea con ese apremio al Ayuntamiento para que cumpla la ley en torno al nombre de algunas calles… Un colega de la alcaldesa también ha tenido que tirar de argumentos congelados esta semana –y saltamos a Nacional-. El president Mazón sigue huyendo hacia adelante y se ha revelado como un macarra sin careta con aquello de “lo que hay que tener” que parece que es lo que él no ha tenido horas más tarde, en las fiestas de Castellón. Y como Núñez tampoco tiene lo que hay que tener para presentar una moción de censura, podría ser interesante que Sánchez presentara una moción de confianza. Un retrato general, pero es que media legislatura con este panorama puede volverse peor que maloliente.

Algún apunte más de Nacional. La Real Federación Española de Fútbol  apesta hace decenios. Villar y su hijo Gorka, a punto de caramelo y una dimisión/cese a cuenta del contencioso Vigo/Donosti como sedes del Mundial tripartito. Y, tachán, Belén Esteban pasa a la tele pública. Hay una columna de Elvira Lindo, en Tinto de verano, creo que del año 2000, en que con bastante vacile  Muñoz Molina parece que opina que la Esteban es un personaje galdosiano… Y cinco lustros más tarde alguien en  RTVE se lo ha creído. Vivir para ver. Otro apunte sorprendente para el gobierno de coalición: cedería parte de algún órgano no vital por saber qué opina Ione Belarra con su acostumbrado mal humor.

Rematando en Internacional. Parece que el vicepresidente de los USA, el señor Vance, se ha ido a Groenlandia a comprobar el nombre de la isla: Tierra verde. Eso sí fue una vacilada espléndida de hace mil años aproximadamente. Y puestos a traducir, los protas de un chat delirante. Goldberg, -fácil, montaña de oro en alemán- periodista. Hegseth –aproximadamente la granja de Helga en noruego- secretario de Defensa y Waltz –el vals de toda la vida- responsable de la Seguridad Nacional. Y un chat en el que los altos cargos citados y alguno más, incluyen al periodista.  Es como si Gila hubiera llegado al Pentágono: “A ver, señores hutíes, ¿a qué hora les va bien que les bombardeemos?” Además de muy fachosos, los entornos de Trump, los tramposos, no son los más espabilados de sus comunidades de vecinos.

domingo, 23 de marzo de 2025

Un mundo al revés


Yo era muy joven cuando Paco Ibáñez grabó aquel disco mítico en el Olympia parisino. Entre otras canciones, casi todas auténticos himnos, figuraba, con la letra de José Agustín Goytisolo, “Érase una vez”. Recuerden, aquel lobito bueno maltratado por corderos, la bruja hermosa, el pirata honrado, el príncipe malo… Se la cantaba a mi hijo ya hace más de cuarenta años y más recientemente a mis nietos. Ahora ellos tienen otra de contenido parecido. Hay un país del revés en el que cabe un oso en una nuez y un año dura un mes… Investigando compruebo que hay una versión, no sé si la original, de Rosa León.

Pero es que lobos malos y lobitos buenos pueden empezar a buscar refugio al norte del Duero. Hay legislación nueva. A su caza, ahora legal, se le llama extracción. Eufemismo menos sangriento. Y seguramente no es eso lo más relevante de la semana aunque los grupos conservacionistas han puesto muchos gritos en el cielo. Llevamos muchas semanas con un mundo trastocado, como nunca en los últimos ochenta años. Aunque la docena de huevos haya alcanzado precios descomunales, -un 30% de aumento en pocas semanas sin saber muy bien la razón- traducido al mundo antiguo, más de 400 pesetas la docena. Si alguno de nuestros mayores levantara la cabeza…; y aunque en la Universidad de Sevilla se produzcan ya ataques de encapuchados fascistas; más todo lo de Valencia y lo de la Carrera de San Jerónimo; y las lluvias que ya han alcanzado el norte… Y mucho más, pero lo grueso de la semana viene de fuera. Muy concretamente de los frentes de las guerras. Propuestas bastante extrañas para el alto el fuego en Ucrania y ruptura del que había en Palestina.

A mitad de la semana puede que Netanyahu tuviera dificultades para conciliar el sueño, -gobernar Israel se ha puesto imposible- y lidiar con las familias de los secuestrados por Hamas, a la vez que tiene que templar a los más radicales que él mismo de su consejo de gobierno… y como somnífero dio la orden de violar el alto el fuego y masacrar de nuevo la franja de Gaza. Más de cuatrocientas víctimas en pocas horas que elevan el total de este último año y medio a más de 50.000. Como siempre, muchos menores entre esas víctimas. Menores, inocentes por definición. El criminal hace gala de una impunidad que es y ha sido uno de los principales factores que nos han llevado a enterrar el estatus posterior a 1945 en la geoestrategia global.

El próximo jueves se abre en Jerusalén una conferencia internacional sobre la lucha contra el antisemitismo. ¿Recuerda alguien lo de la antiespaña como sinónimo de antifranquismo? No hay tanta memoria, pero que los antisemitas de ayer -nazis, fascistas, Vox- sean hoy invitados a esa conferencia, justifica sin más que añadir el titular de esta entrada, el lobito bueno y el oso que cabe en una nuez. Es un mundo al revés sin hueco alguno para la duda. Algunas autoridades del judaísmo han declinado la invitación al ver con quiénes se tendrían que codear.  La broma macabra se cierra con la entidad organizadora: El ministerio de la Diáspora… Pronto se cumplirán 77 años de la Nakba, la catástrofe, la diáspora de los otros…


Netanyahu está robando a sus primos de Washington,-Trump, Vance, Musk,- las siglas MAGA. La versión sionista de ellas es, traducido: Hacer de nuevo el Apocalipsis en Gaza. Este fin de semana algunas personas, resistentes a pesar de todo, en la Filmoteca de Santander y en la Casa de Cultura de Cabezón de la Sal, hemos hecho lo que hemos podido para que no se olvide el genocidio. Varias muestras de arte y algunas producciones de cine hechas allí, han podido recoger una cantidad de dinero para socorrer a aquellas víctimas. Y lo que es más importante: Para que en el futuro no se pueda decir “no sabíamos…”, “no nos enteramos”…

 

domingo, 16 de marzo de 2025

Un lustro de aquello y Méjico

No usamos demasiado, al menos yo, el término lustro. Puede ser como cuando los mayores hablaban en duros, o en reales. Pero han pasado cinco años del estado de alarma y eso es un lustro. Puede parecer una vida entera. Millones la perdieron en todo el mundo. Más de cien mil vidas extra se quemaron en España. Cantabria tiene el registro más favorable y Madrid el peor: ¡Ay! A quién le puede importar lo que nos ocurrió a cada uno. Pero en grueso, más de cien mil muertes extra, además de un alivio para la tesorería de la Seguridad Social, nos ha dejado una variante del covid persistente: La polarización. Aunque creo que ya estábamos polarizados por encima de nuestras posibilidades…  Ahora, esa contabilidad de Madrid, el documental estrenado en TVE y que todavía no he visto; la resaca de la dana en víspera de Fallas; ese ex presidente graciosillo, que  se pasó meses sin acudir al Congreso por aquello de estar en funciones y ahora trata de poner allí una sucursal del Club de la Comedia…

De Vox a Podemos, y tiro porque me toca, la nueva situación creada en la geopolítica universal que hay quien quiere ignorar y no salir del cómodo burladero. Tienen que venir de fuera a iluminarnos sobre lo que realmente significa hoy ser español, europeo; y vivir en España, Europa; y si vale la pena defender esos modos de vida, con todas sus imperfecciones. Y me ha ocurrido el jueves pasado.

Alberto Amaro es un periodista mejicano que lleva unos meses residiendo aquí cerca, en Asturias, con su familia, acogido a un programa de la sección española de Amnistía Internacional que durante un año saca de la situación de peligro inminente a defensores de derechos humanos en cualquier parte del sur global. Ha pasado por Santander. Varios actos públicos, algunos de sumo interés por estar protagonizados por jóvenes estudiantes de Secundaria y Universidad. Los Estados Unidos de México tienen muchas peculiaridades. No es la menor el hecho, insólito en su marco geográfico y cultural, de haber mantenido durante cerca ya de un siglo, la regularidad en las convocatorias electorales  y cada seis años eligen presidente. Es también cierto que en la mayoría de esas ocasiones el partido vencedor ha sido el mismo, desde Lázaro Cárdenas en 1934 hasta el año 2000 sin  ninguna alternancia. Ahí siguieron dos mandatos, doce años, de los derechistas de la Acción Nacional, un nuevo mandato del PRI, con Peña Nieto desde 2012 a 2018 y las dos últimas victorias de López Obrador y Sheinbaum y su confuso progresismo. Nada de dictaduras militares en más de un siglo. Récord absoluto en aquel ámbito y en muchos otros. ¿Para qué, si el sistema ofrece casi las mismas ventajas para quienes las obtienen  de esos tipos de regímenes?

México, un ejemplo preclaro de la peligrosidad del periodismo de lejos de los frentes bélicos. El periodismo local, el que denuncia la corrupción cercana, cuando la denuncia y no ejerce con la rodilla flexionada. Un periodista de referencia entre los que trabajan con casco y chaleco antibalas, Gervasio Sánchez, lo tiene claro. Lo ha afirmado más de una vez. Es más peligroso informar de los chanchullos en el Ayuntamiento, en el gobierno autonómico, que en el frente bélico. El estado de Tlaxcala, donde residía Alberto, es algo más pequeño que Cantabria pero nos dobla la población; Méjico, el décimo país más poblado del  mundo y el mayor con la misma lengua oficial surgida de Castilla. Con tantos puntos de encuentro y alguno de desencuentro. Aquel presidente Cárdenas que acogió a miles de exiliados del bando perdedor al final de nuestra guerra e inauguró un raro periodo con el no reconocimiento del régimen franquista…. Padre de Cuauhtemoc, que intentó regenerar el sistema en varias ocasiones pero solo triunfó en el D.F.

Méjico, aldabonazos de alcance mundial como la matanza de 1968 en vísperas de la inauguración de los JJ.OO.  o la relativa contención frente a la  insurgencia zapatista… México tan lejos, tan cerca. Con una vida mucho menos cómoda de lo que merecen sus habitantes. Con una vida mucho más peligrosa de lo que merece cualquier ser humano. Alberto Amaro no dudó en alabar nuestra vida, nuestro modo de vida, y de expresar con claridad lo difícil que es entender el conjunto de las autopuñaladas que nos asestamos.

Y corroborando lo dicho por el periodista mejicano, al día siguiente, el Financial Times vuelve a hacer un guiño amoroso a las políticas del gobierno de España…

domingo, 9 de marzo de 2025

Orban no cabe

 

Acostumbrado a publicar en domingo –ha habido otras rutinas- este nueve nos coge entre el 8 y el 12. Del 8 no hay mucho que aclarar, aunque ha habido tiempos recientes y mejores para esa celebración. La del doce es muy interna, está explicado ya. Los seguidores habituales lo saben. Vamos a seguir celebrándolo, aunque no sea el mejor año para celebrar. El día también tiene eco histórico de plena actualidad. En 1986, ese día reflejó ya una España dividida. Diez provincias dieron un resultado contrario a la cabriola de Felipe González, aquel “de entrada no” y de salida,… tampoco. También es el cumpleaños de un amigo…

No he tenido mucho tiempo durante la semana para esta reflexión. La lanzo y quizá tenga que recogerla, arrepentido, pero no veo contradicción entre haber estado en contra de la pertenencia de España a la OTAN hace cuarenta años –a punto de entrar en la etapa Gorbachov- y ser más o menos favorable a que el modo de vida europeo tenga alguna garantía de seguridad frente a los peligros de las otras grandes potencias, cada vez más agresivas con su autoritarismo rampante.

Probablemente y sin recurrir a la broma del gran Berlanga con el Imperio Austro-Húngaro, mi décima lectura del año, -Roth, “La marcha Radetzky”- me ha ayudado a metabolizar aquel fin de etapa. Vivir fines de etapa de la Historia no está al alcance –afortunadamente- de todas las generaciones. Algunos analistas confían en recuperar la relación con los EE.UU. Tengo la sensación de que nunca será igual y eso no tiene que ser negativo. EE.UU., la mayoría de su población, eligió en noviembre pasado un camino. Los europeos debemos demostrar ahora que también somos adultos y elegir el nuestro. A finales del año pasado una escritora checa afincada en España hace décadas, Monika Zgustova, apuntaba bastante hacia esa ruta pero… Me pareció apreciar una ensoñación sobre el Imperio Austro-Húngaro difícil de casar con la realidad histórica. En España se cantaba hace cincuenta años que el franquismo era un aparato irreformable… No creo que el Imperio de Francisco José hubiera podido  democratizarse.

Es posible que entre nosotros encontremos a quienes prefieran rezar el Santo Rosario por la paz –eso no hará daño, pero no parece un potente escudo antimisiles- incluso a quienes sean partidarios de hacer procesiones por un claustro con un cirio en la mano. Ni lo uno ni lo otro nos va a defender de la potencia agresora de Rusia, ahora, y es la novedad principal, animada desde la Casa Blanca. El planeta no tardará en presenciar otros frentes. Con los ríos revueltos, a ver cuánto tarda Pekín en acosar a Taiwan. Sin despreciar la capacidad de Orban para seguir atizando el irredentismo húngaro. La pasión por revisar el Tratado de Trianon ha ido creciendo desde el centenario…

Entre mis buenas acciones de la semana quiero comunicar una. Me ha llegado un anuncio de un nuevo destino de Ryanair. Conozco ese destino aunque no llegué en avión. Dajla, para algunos de nosotros sigue siendo Villa Cisneros. Como un recuerdo de las clases de Geografía anteriores a 1975. Era la segunda ciudad de una, entonces, provincia española en África, con una superficie parecida a la mitad de la España peninsular. Lo que ha seguido en estos cincuenta años es bastante conocido… Pero que una compañía irlandesa anuncie que ese destino está en Marruecos… no me parece tolerable. Y he respondido: “Dajla NO –así, con mayúsculas, que parece que indica cierto nivel de enfado- es Marruecos”. Invito a mis lectores a hacer lo propio. Gracias. 

La dirección: marketing@marketing.ryanairemail.com


 

domingo, 2 de marzo de 2025

Los impresentables

 

O los desastres de una semana de vacaciones escolares. Disfrutando con los nietos de esas vacaciones no he dejado de poner un ojo/oído  a las cosas que pasaban por ahí, más bien lejos del reducto pirenaico en el que nos encontrábamos. A modo de premios Oscar en negativo, la lista de impresentables a escala local se relaciona con quienes llevaron la voz cantante para derogar la ley de memoria de Cantabria que el Tribunal Constitucional, al admitir a trámite el recurso del gobierno de España, ha restaurado en toda su plenitud. Los diputados de Vox que presentaron en los primeros días de la legislatura -septiembre de 2023- su proposición no de ley que el grupo popular abrazó encantado. Dentro de ese grupo, y al lado de la presidenta Buruaga, siempre máxima responsable, el senador Fernández, rescatador/rescatista de un lenguaje que se relaciona poco y mal con la concordia que dice querer predicar. Aquí, y al margen, un cariñoso recuerdo para la defenestrada y entonces consejera de Cultura Eva Guillermina, a la que le faltó tiempo para soltar el fetiche ultraderechista: “Paracuellos bla, bla, bla…”

Otro campo muy embarrado como es el de Ucrania, que nos llevará al final a los impresentables de nivel planetario, también tiene su eco local. El Ayuntamiento de Santander colocó durante mucho tiempo la bandera de Ucrania en su balcón principal. No sé si sigue haciéndolo, pero se echan en falta declaraciones de quienes buscaron fotos en los días de la invasión rusa y en los aniversarios sucesivos. Se echan en falta tomas de postura de la alcaldesa Igual, por ejemplo, que también es diputada. Es lamentable que se abracen a los aliados de Putin –Vox- cada vez que les hace falta y que no sean más solidarios  con las víctimas de la agresión rusa.

La escala española de impresentables de la semana tiene una estrella principal, el presidente valenciano Mazón y todos sus encubridores. Ha visto, o se lo han chivado, el peligro real de imputación penal y ya no sabe qué cuento elegir de los muchos que ha contado en los últimos cuatro meses. Me parece impagable, como monumento a la desesperación, que le atribuya a la oposición famosos intentos de relato -cuentitos nivel parvulario-, protagonizados por su propio partido: Prestige y 11 M, con olvido del Yak 42… En el mes crucial para Valencia, el marzo fallero, ya es un inicio de castigo grueso no poder salir a la calle ni presenciar las mascletás desde los puestos privilegiados de las autoridades. Y faltan algunas horas y muchos minutos por aclarar dónde los pasó el president aquel fatídico 29 de octubre. Y se acabará sabiendo.

Sin conocer si de la reunión de hoy en Londres sale algún premiado más, el ganador/winner del impresentable, no solo de la semana, es el presidente Trump. No había visto imágenes por el asunto vacacional mencionado al principio pero está al alcance de todos en youtube. Es un espectáculo bochornoso. Deberían avisar sobre contenido para adultos. Tres cuartas partes de mi vida activa las he dedicado a la enseñanza en su nivel intermedio, la secundaria, en estos momentos de seis años -cuando empecé solo eran cuatro-. Las sucesivas leyes educativas también han ido rectificando la representación de los alumnos. En todas ellas se empieza por la elección de delegados del grupo/clase. Algunas veces, en algunos centros, el más patán o el más gracioso era el elegido. Normalmente la corrección se imponía más pronto que tarde con dimisión/sustitución de ese/a delegado/a o por la propia rectificación de la actitud gamberra del elegido/a.

Donald es un prototipo de alumno malcriado al que nunca le ha faltado nada, ni nadie, ni siquiera la Justicia, ha conseguido situar en la realidad, sacándole de su realidad paralela. Es el delegado de una clase muy poderosa y él no va a rectificar. Y ahí estamos ahora. Al margen de la simpatía personal que se pueda sentir por Zelenski, de cero a cien, eso no importa ahora. Quienes tengan claro que el lado bueno, positivo, moral… es estar con las víctimas, no pueden tener dudas. La víctima es Ucrania y Zelenski su presidente. No lo tiene fácil Europa pero es la única esperanza. El derecho internacional establecido con la derrota nazi en 1945 ha saltado por los aires y el nuevo orden que parece implantarse tras la entente Washington-Moscú es muy preocupante.

Esperando, de esperar con esperanza, que de Londres hoy salga algo tangible, que pueda llegar a facilitar la paz. Paz que es más que un alto el fuego. Sin escandalizarme por negociaciones previas bilaterales: Starmer-Meloni, Starmer-Macron o Starmer-Trump. En una vida anterior formé parte, dos veces, de la comisión negociadora de un convenio colectivo que afectaba a más de 30.000 trabajadores. Y en una de esas ocasiones salió bien. Y no pasa nada por sondear -al margen de los plenos- si se hace bien y honradamente. Eso es política sana.