domingo, 12 de enero de 2025

Barrabás

Esta es la entrada 747 de este blog pero no voy a aprovechar para hacer nada de tamaño Jumbo. Las medidas habituales.

1 Local. Gema Igual, alcaldesa de la capital en su tercer mandato, tiene algunos defectos, no es el menor el uso de los relativos, adverbios o pronombres, y quién sabe cuántos más. Pero su desparpajo tiende a infinito como algunos límites de aquellos que nos trastornaron en el estudio de las Matemáticas. Ahora ha puesto de moda hablar del distrito portuario y esa novedad tiende a ocultar uno –hay alguno más- de los agujeros negros de su gestión: Los aparcamientos disuasorios que hagan algo más fácil y limpia la circulación en el centro urbano y aledaños. Algo que alguna vez denominó “almendra” aunque nuestro centro no se parezca ni a ese fruto, ni al huevo ni a la castaña. Podría ser más parecido a una garlopa.

Hace pocas semanas vendía con convicción que el aparcamiento disuasorio guay era el que hace lustros existe en los flancos de los Campos de Sport de El Sardinero. Debía de ser octubre o noviembre cuando con su tono más convincente afirmaba que ese era el lugar idóneo. Se ha enterado ya de que lo mismo que Roma no pagaba traidores, Bruselas no paga ocurrencias como remodelar un aparcamiento ya existente disminuyendo su número de plazas… Ahora volvemos a zonas portuarias, rebautizamos como distrito portuario lo que nunca hemos denominado así y a ver si en uno de estos próximos lustros suena alguna flauta. Aunque sea la de Bartolo. Y no quiero rebautizar al colega que ahora preside la Autoridad Portuaria y fue mano derecha de la alcaldesa hasta no hace mucho tiempo.

2 Nacional. Núñez Fe, Franco y la percepción. La encuesta de inicio de año no es muy alentadora. Adjuntamos titular de prensa. No lo digo con ningún afán partidista, solo lamento la incoherencia de los ciudadanos compatriotas que participan en el estudio. Así no es fácil navegar. Nos han vendido tantas motos... Y entre gallegos anda el juego: viene un gallego vivo a jugar con un gallego muerto. Condenar dictadores muertos y vivos tiene la misma facilidad/dificultad. No hace falta saber hacer dos cosas a la vez, no es un bolero y no es como querer a dos mujeres a la vez y no estar loco. Y hay un chaleco salvavidas: Posicionarse con las víctimas, con todas, sin utilizarlas en provecho propio. Las de Stalin y las de Hitler; las de Maduro y Kim Jong-un y las de Pinochet y Videla; las de Putin y Netanyahu; las del rey de Arabia; las de ETA y sí, también las de Franco, que hubo muchas, cientos de miles. Es lo que hace la gente de bien que no es lo mismo que la que se dice gente bien. Se adjunta otra portada de prensa con un único ánimo. No es un medio cercano al partido bolchevique ni un ciudadano dudoso de su adscripción ideológica. Y dice lo que dice y nadie, que se pueda recordar ahora, levantó hace más de tres años ninguna voz. Así está el campo de juego en el cincuentenario del inicio del fin de la dictadura franquista.


3 De fuera. El “golfo” de América. Ojo a Netflix y demás: Nadie se hubiera creído el guión. Un presidente de los EE.UU declara la guerra a sus aliados, Canadá y Dinamarca. La OTAN se ve obligada a combatir a su padrino… Ya no deben quedar muchos veteranos del día D de 1944 pero está su descendencia. ¿Nadie va a alzar la voz contra Musk? Un nazi en la Casa Blanca y todos silbando y mirando al techo.  Riendo la última ocurrencia: Hitler era comunista. Ah! Vale. Así lo arreglamos todo. Debe de ser por la edad pero este ya no es mi mundo. O sí. A ver si no es tan nuevo todo eso que nos está rodeando/ahogando. Al fin y al cabo ya va para dos mil años que en una tesitura que parecía clara elegimos a Barrabás pudiendo haber elegido a Cristo. Y entonces las redes sociales eran más limitadas que algunos cubicajes cerebrales.

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