lunes, 5 de agosto de 2019

Agostos históricos


Verano, calor. Más llevadero en el Cantábrico? Pues vamos a la reunión del lunes de los colegas de Cantabria. Siempre va bien reunirse en lunes, o en viernes. Queda por medio un fin de semana aprovechable. Mientras Teodoro está de broma en Santander, le dice al PSOE que permita un gobierno fantástico de ellos y los otros y los de la cruzada… Cayetana, lo que nos va a entretener esta mujer en los próximos meses no es fácil de adivinar, sigue con sus letanías. Eso sí, con una corrección en el lenguaje que ya le gustaría a Teodoro. Hasta el rey parece que tiene opinión, la misma que la mayoría de electores esta vez, sobre la ausencia de gobierno estable.

La Filmoteca ha repuesto Pulp Fiction ¿Qué tal ha aguantado su cuarto de siglo? En muy buena parte bien, pero me ha parecido más desigual que la primera y única vez que la vi. La banda musical sigue sonando muy fresca y la violencia de algunas escenas es superada a diario por la realidad (El Paso, Dayton, unidas a la larga lista del delirio americano) Pobres guionistas!

En octubre se cumplirá un tercio de siglo de la reunión entre los presidentes de los EE.UU y de la URSS. Fue en Islandia y significó el inicio del deshielo, aunque pudo no parecerlo al principio. Un deshielo que calmó a Reagan y acabó cargándose a Gorbachov. Con su glasnost y su perestroika no solo se hundió todo el sistema nacido de la revolución de 1917. También el orden socialdemócrata nacido de la derrota nazi.

Esos 33 años no han sido de paz universal, pero, al menos, la confrontación nuclear parecía neutralizada. Se acabó. Trump sigue echando leña al fuego dentro y fuera de los EE.UU. Putin no es un misionero bondadoso y en Irán están jugando con fuego. Solo faltaba en la ensalada un premier británico partidario de la bravuconería, y ya lo tenemos. Estamos mucho peor de lo que le puede parecer a la mayoría de nuestros dirigentes que parecen menos preocupados por la falta de gobierno que el conjunto de la ciudadanía, que, incluso de vacaciones, mira el escaso descenso del paro en julio, el hundimiento de sus ahorros…Las cosas de comer.

Hubo un agosto muy tremendo, el de 1939, que espero que no imitemos nunca más. Hoy,  justo hoy, se cumplen ochenta años de uno de los crímenes más odiosos del franquismo. El fusilamiento, tras una parodia de juicio, de las conocidas como Trece Rosas, (*) mujeres, jóvenes, algunas de filiación comunista, señalaba el camino que no se detendría en los siguientes lustros. Oficialmente había terminado la guerra civil pero todavía caerían decenas de miles de personas.

En pocos días se cumplirá también el 80 aniversario del pacto entre Hitler y Stalin que dejó descolocados a miles de comunistas en todo el mundo y que era ya la víspera de una guerra que alcanzó dimensiones de carnicería universal. También fue en ese mes cuando Einstein escribió a Roosevelt dando inicio al proyecto Manhattan y a la era nuclear. La guerra que empezaba el 1 de septiembre con la invasión de Polonia terminaría seis años más tarde con la rendición de Japón después del bombardeo  de Hiroshima y Nagasaki. Hasta ahora no ha habido más bombas nucleares sobre objetivos civiles. Podremos seguir diciéndolo?

(*)  Que mi nombre no se borre de la Historia,  es la última frase de una de las condenadas en carta dirigida a sus familiares. Publicar esos nombres parece obligatorio para que ese deseo siga siendo real.  Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente. 

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