San Mateo se relacionaba tradicionalmente con el inicio de
la recolección de las uvas. La parte más alegre de la trilogía mediterránea de
cultivos cuyo producto, en mala proporción, ya le causó disgustos al mismísimo
Noé. Cereales y aceite suelen dar menos guerra. No creo que en Iowa haya mucho
lugar para los olivos y muy poco para las viñas. El cereal es por allí el rey
de los cultivos. Esa llanura del medio oeste norteamericano donde la mecanización
hace que las enormes extensiones de cultivo se acompañen de un no menos enorme
vacío poblacional.
Iowa, más de la cuarta parte de la extensión de España y
poco más de tres millones de habitantes, que votan los primeros, en enero de
los años bisiestos, para ir perfilando el candidato a la presidencia de los
EE.UU. Las miserias de aquel gran país nos han sacudido estos días de final del
verano. Podía haber ocurrido en cualquier sitio. Hace poco una turista malagueña
fue asesinada en Costa Rica. Ahora ha sido una gran promesa del deporte español,
campeona amateur de Europa de golf este mismo año, la que ha encontrado la
muerte sin mucha más explicación que haberse cruzado con su asesino. Las
coordenadas de la mala suerte: Estar donde no conviene en el momento en que no
conviene. Descanse en paz Celia Barquín
Arozamena y el más cordial pesar a sus parientes y amigos, empezando por
unos padres y un hermano que tardarán en hacerse a la idea…
El día de San Mateo de 1983, me parece muy poco creíble pero
es media vida, amanecí en Pamplona. Una de mis sobrinas estaba muy enferma y
ese fue su último amanecer. ¡Pobre Irene!
Un final a los quince años. Parte de la familia volvió a casa en avión. Casi
nadie se acordará, pero durante unos 20 años hubo una línea aérea que unía
Barcelona con Santiago y hacía escala en Santander y en Pamplona o San
Sebastián. Yo volví conduciendo el coche de mi cuñado Luis y tengo otra imagen
desoladora de aquel día.
Casi un mes después de la gota fría y las inundaciones de
finales de agosto, las riberas del Nervión daban la imagen de un país en
guerra. Sin embargo, el cambio de estación sorprendió a toda la familia con
unos días de velatorios y funerales en que rozamos los 40º C en la costa de
Cantabria. La vida sigue. Lo escuchamos muchas veces en momentos de duelo.
Durante mucho tiempo es increíble que la vida pueda seguir, pero es cierto,
sigue. Y eso permite combinar recuerdos para darle un toque menos amargo al
cóctel vital. A veces, incluso, sigue la vida aunque el presidente de tu
comunidad autónoma, que también ejerce de showman, quiera dejar sin empleo a meteorólogos, climatólogos y geógrafos en general. Con la tele y el tiempo debería ser suficiente. Incluso
presentando el tiempo en la tele. Y si no le queda tiempo para la política, que
la deje para alguien más interesado en ella.
Once años antes de ese amanecer pamplonica yo estaba en
Burgos, con uniforme militar obligatorio. Un compañero riojano nos llevó a su
casa a varios amigos. Y en su bodega, con sus padres, probamos algunas de las
cosas memorables que me ha ofrecido la vida en forma de vino, embutidos caseros
y chuletillas al sarmiento. Y la tarde-noche en la capital, nadando en
zurracapote. Guardamos memoria de lo positivo y de lo negativo y sobrevivir
significa acordarnos algo más de lo positivo que de lo otro.
En nuestra región los sanmateos más afamados son los de
Reinosa. No puedo precisar con exactitud, pero un lustro antes,
aproximadamente, de mi experiencia riojana tuve la campurriana. Uno: La última
noche del verano allí hace frío, al menos si subes desprevenido desde la costa.
Dos: No tengo idea de si subsiste una costumbre que entonces, y puedo asegurar
que todavía no había leído a Marx, me permitió comprobar la existencia de la
diferencia/lucha de clases: Los desfavorecidos bailaban en la plaza abrigados y
los potentados sudaban en el primer piso del Casino.