Ojalá fueras un pato. Puedes parecerlo a veces, pero no lo eres. Sólo con la alusión a Meryl Streep, Donald Trump ya se ha situado entre la gente que no me cae bien.
¿Sobrevalorada la señora Streep? A ver,
puntuemos a otras gentes sobrevaloradas: Cervantes? Shakespeare? Einstein? Si hasta Carlos Boyero opina que es grande entre las grandes. Para mí ya has
agotado el mandato, Donald.
Los presidentes de los EE.UU se dirigen a sus ciudadanos en
estas fechas de enero. Es, la mayor parte de las veces, el discurso más solemne
del año. El mensaje sobre el estado de la Unión tiene numerosas citas históricas. Así ha sido decenas
de veces. El año próximo se cumplirá el centenario de uno de los más notables.
El del presidente Wilson que
contenía el plan de paz que meses más tarde daría lugar a la rendición de los
Imperios centrales y al final de la I Guerra
mundial.
Uno de cada cuatro años, ese mensaje es el del comienzo de
mandato. Ahí estamos ahora. Los norteamericanos han elegido y ahora empieza la
fiesta. ¿Ha ayudado la escasez demócrata al triunfo republicano? Seguramente,
aunque no sea fácil establecer la medida. La broma de una película mítica
aparece con toda legitimidad. Si los Monty
Python se preguntaban que habían hecho los romanos por los de aquellas
santas tierras, nosotros podemos preguntarnos qué ha hecho por nosotros Obama.
Aplicando leyes universalmente conocidas, seguro que todo
podía haber ido peor, pero el legado del primer presidente de los EE.UU con
cierto color de piel, es bastante escaso. En el amplio sector del planeta que
va del sur de Asia al norte de África, las cosas no están mejor que hace ocho
años. Honestamente creo que están bastante peor. Lo que había y Siria. Lo que
había y Libia. Lo que había, que no era poco y… hasta llegar a la mayor
catástrofe humanitaria de los últimos 70 años. No culpo a Obama más que en una
parte: lo poco que ha hecho para que eso sea así.
Aquí seguimos en la creencia de ese poder enorme del
presidente de los EE.UU y es cierto que tiene contrapoderes internos notables.
Sólo en la primera cuarta parte de sus ocho años como presidente pudo haber
actuado con más contundencia en su reforma sanitaria o en el cierre de la
ilegal prisión de Guantánamo y en algún otro. Mientras miramos hacia el
espectáculo que sin duda empieza ahora, con epicentro en el Distrito de Columbia,
en casa también tenemos de sobra.
La ministra de Sanidad puede acabar arruinando la memoria
del gran humorista Eugenio. En
acento vernáculo compite más que dignamente. Los afiladores de cuchillos
socialistas siguen en su tarea. Los partidos nuevos han envejecido a una
velocidad que desafía las leyes físicas conocidas. Conocemos, y no pasa nada,
que más de la mitad de la actual deuda pública del reino de España se debe al
rescate bancario.
O sea, que el gobierno que en la campaña electoral de 2011
dijo que ni un euro para la banca, ha regalado alrededor del 50% del PIB a unos
señores que pasaban por allí y además, el presidente de aquel gobierno, y la
vicepresidenta, y… han renovado sus
cargos gracias a… Mucho mejor contemplar el espectáculo del otro lado del
charco.
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