martes, 24 de mayo de 2016

Pasaje seguro

Un fin de semana largo y especial hace que me despierte el martes con sabor de lunes de resaca. Primera noticia que retengo de la radio mañanera: Un juez de Torrelavega desestima una reclamación de un propietario de un coche alemán, de esos del fraude ambiental, de los que te cobraban por contaminar poco pero contaminaban como si no hubiera mañana, como si el mañana nos importara un poco menos que un pimiento.

Uno de los considerandos me acerca a su señoría. Una de las razones por las que ese cliente del popular vehículo alemán no va a tener razón de momento es que su interés por el medio ambiente no está demostrado. Por ejemplo, no cotiza como socio en ninguna organización de las que promueven un planeta más limpio y sostenible. Me encanta la acepción durable, pero no se si nuestra Real Academia, la de las almóndigas que hasta mi corrector subraya, tiene el vocablo admitido y yo tengo poca conexión ahora mismo para mirarlo.

O sea, que en ese juzgado de Torrelavega, por ejemplo yo, que si soy socio de alguna de esas organizaciones y de muchas otras, podría haber tenido razón, o que el juez me la hubiese dado. Pues por ahí me he estado moviendo mientras he desayunado, nadado, hecho la compra…la ley igual para todos…no acabo de tener el criterio formado... Si la compañía alemana ha hecho fraude debería ser penada independientemente de la conciencia ambiental de sus clientes, claro que este cliente lo que quería era toda la pasta, que no sería poca, y devolver la máquina utilizada…

Es que el coche de marras me ha enlazado con el término volk que acabo de revivir en las últimas jornadas. He vuelto a Berlín. He vuelto de Berlín. Sobrevolando Pasajes, el puerto guipuzcoano, con una nitidez perfecta se me ha ocurrido repensar lo afortunados que podemos seguir siendo algunos. Que nadie nos regala ni nos ha regalado nada, pero que tenemos derechos, documentos en regla, una pensión digna, de momento, después de 42 años cotizando, en mi caso…que he estado en otro avión a principios de este mismo mes…que con mi DNI español entro y salgo de Berlín con naturalidad y tranquilidad, que mi color tirando a moreno no es lo suficientemente llamativo para que nadie me moleste por esa razón…

No puedo dejar de recordar lo escuchado directamente a un voluntario recién llegado de Lesbos a principios de este año. Está apuntado en alguna entrada de este blog de esa época, enero o febrero. Un trayecto de 10€ ida y vuelta, se ha convertido en una factura cien veces mayor y sin ninguna seguridad por el hecho de no tener documentación adecuada. Algunos gozamos de pasajes seguros. Pasaje seguro para los refugiados es un movimiento universal con una sucursal local con la que colaboro.  El pasaje seguro no es universal pese a que hay legislación internacional que apoya mi interpretación. Y la de tantos otros.

Una organización de seriedad contrastada como Amnistía Internacional acaba de publicar un estudio que revela el divorcio existente en este tema entre los gobiernos y la mayoría de la población. Los gobiernos tienen miedo y hacen políticas salvajes para que no vengan otros más salvajes… y el uffff! austriaco? Cuando sepamos y alguna vez se llegará a saber, el número exacto de víctimas de la guerra en Siria, y cuántas de ellas se han producido en nuestro mar, en el Mediterráneo, que traducido en directo del alemán sería como el mar del medio. El que tenemos en mitad. ¿En mitad de qué? Naturalmente de Europa y África. De Algeciras a Estambul y con cien cañones por banda. En ese momento los responsables que no hayan muerto morirán de vergüenza.

Y hay algo más que evidentemente conocía desde mis tiempos de bachiller pero que en mi última visita al Museo Pergamon se me ha aparecido como una revelación. Siria, el territorio actual sirio, está en todos los rincones de nuestra Historia. Mapas que explican la importancia de ese cruce de caminos del oriente más cercano. En ese espacio geográfico se coció casi todo lo nuestro aunque hoy muchos europeos prefieren olvidarlo. Córdoba y Damasco tienen el apellido Omeya como nexo de sus épocas más brillantes. San Pablo, nacido en Tarso, en documentación actual sería turco y creo recordar que fue llegando a Damasco cuando se cayó del caballo…Los turcos controlaron el territorio durante siglos. Ese debe ser el mérito para que Europa les devuelva el papel. Y mucho dinero. Los trabajos sucios no son gratis. También es el espacio geográfico de las tres grandes religiones monoteístas lo que muchas veces ha aumentado el caudal de sangre que circula por allí de ordinario.


Falta muy poco más de un mes para la cita electoral. La mitad será la campaña oficial. Que gran tema para que los aspirantes a gobernarnos clarifiquen sus mensajes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario