lunes, 27 de abril de 2015

Berlin (2)

Mientras termina la lavadora, costumbre imperecedera de los lunes, y escucho una radio local con más música que noticias o anuncios, que es lo que me interesa para acomodar el oído, decido poner en limpio las notas de los primeros días. No tengo ninguna costumbre de llevar un diario personal, solo en ocasiones semejantes a la actual, un viaje con algún interés para compartir, he conseguido tomar alguna impresión del día a día.

Mi primer lunes aquí dice textualmente “poca cosa mañanera, un poco de paseo y el test” que me clasificó exactamente en el lugar que me tiene clasificado el sistema oficial español de enseñanza de lenguas extranjeras. Tengo un conocimiento de esta lengua que supera un tercio (certificado A2 que conseguí el año pasado) y no llega al 50% de lo que se exige para un certificado B2. Eso es. Me parece positivo que no haya en este caso un desfase. Nos martirizamos con frecuencia en España sobre si sabemos enseñar/ aprender lenguas extranjeras. Normalmente no pasamos,  después de salir del Instituto, exámenes de Biología, Geografía, Dibujo Técnico, Filosofía... Pero las lenguas extranjeras tienen comprobaciones diarias. En el trabajo, en los viajes…

Ese primer día se remató con una cena con Raúl. De amigo de mi hijo ha pasado a la categoría de sobrino adoptado. Me acogió los primeros días en su casa, además de recibirme en Tegel y darme información que después de tres años en Berlín, tiene de sobra. Como tantos jóvenes españoles preparados que deberían  haber seguido lanzando nuestro país adelante y que se han visto recortados, sus alas y sus vidas como España, por unas elites que no parecen europeas, que no lo son en sus comportamientos y que decididamente no nos merecemos.

Esa cena, ya que he mencionado un restaurante mejicano en zona más pija, fue en otro, mucho más popular pero con una comida no menos auténtica. Ta Cabrón, se llama así, está a unos trescientos metros de la estación de la línea 1 de Schlesisches Tor, retrocediendo después de abandonarla. No hay perdida. En el corazón de Kreuzberg que supongo que es el barrio más animado, y con menos plástico, de la capital alemana.

Hay un paseo bastante ameno que realizo el miércoles. El tiempo es un adelanto de verano, con retrocesos notables que hacen que 48 horas más tarde, en bici, me pele literalmente de frío. Pero ese miércoles descubro que el molecule man conmigo no forma un trío, que ya es un trío en si mismo. Y no creo que en mi primera visita, ni todas las veces que he podido ver ese icono del nuevo Berlín posterior a la unificación, me había dado cuenta. No es el único fallo de almacenamiento en mi memoria. Ya llegará otro más reciente pero si no sigo un orden cronológico será peor.


Mi amigo Raúl es mucho más culé que yo, que no se si me queda algo de futbolero de cualquier tinte. Pero ese miércoles veo el partido del Barça contra el Paris Saint Germain en una pantalla gigante. Hay una penya barcelonista en Berlín y aunque el jueves madruguen todos mucho más que yo, esa noche no tienen prisa. A mi la victoria me trae recuerdos del empate del Racing en ese mismo campo, hace más de seis años, que en este caso parecen siglos.

Ese día he empezado a calmar mi espalda. Ella es asi. No soporta mucho más de tres o cuatro días sin nadar. El Berliner Bäder-Betriebe dispone de casi cuarenta posibilidades. Cuarenta piscinas cubiertas y climatizadas, además de las abiertas, para los baños veraniegos. No es muy difícil encontrar alguna cerca de casa. Están matemáticamente repartidas por toda la ciudad. Aquí no hay playa, ¿ o si?



viernes, 24 de abril de 2015

Berlín (1)




Hace 70 años, en los alrededores de la casa desde la que escribo, se desarrollaba el último acto del enorme drama que había supuesto la II Guerra Mundial. Eso en el escenario europeo. El próximo agosto, con el recuerdo de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, se rememorará lo mismo en el otro gran escenario de esa guerra, el Pacífico. Es una de las razones que me ha impulsado a venir.

Huérfano, viudo y jubilado, por este orden cronológico, la ocasión de pasar una temporada en la capital alemana era una oferta a lo Vito Corleone, no rechazable. Tuve un amigo que decía, “a mi edad los caprichos son urgencias”. El hace mucho que no está entre nosotros y yo tengo ya la edad en la que el decía eso.

De entre los recordatorios de la efeméride que he podido ver hasta ahora lo más interesante es un ciclo de cine que un centro cultural ha programado más cerca de la fecha oficial del final de la guerra. Ese 8 de mayo que es festivo en algunos países europeos. No tengo mayor interés por las celebraciones oficiales y sigo muy de lejos el contencioso entre Polonia y Rusia sobre ese asunto.

Ayer, en la clase de alemán en la que estoy matriculado para no ser estrictamente un guiri de turismo las 24 horas, que también es muy cansado, y el guión lo sugería de lejos al estudiar las instituciones alemanas, la profesora, la misma que el jueves anterior dio muestras de no creerse mi edad, nos preguntó de uno en uno por nuestras tendencias políticas. Algo difícil en España fue mi primer pensamiento. La rueda se inició en un lugar que me dejaba penúltimo a la hora de expresar la mía.

Comenzó un francés, que dentro de la juventud notable de todo el grupo excluyéndome a mi, debe ser el más maduro. Es normando y se gana la vida en Berlín poniendo copas, al menos hasta que su alemán mejore. Links, sin matices. A su lado una italiana más joven, con el mismo oficio temporal, también se inclinó por la sinistra. Una francesa muy joven se declaró poco interesada en política pero más cerca de la gauche. Y una argentina de ascendencia polaca … y una holandesa de 20 años… y llegó una coreana de 25 y preguntó abiertamente ¿qué es links?

Sin duda sabía que es una de las manos y pies y un sentido a la hora de girar, pero no lo relacionaba con la política de la que, por otro lado, se desmarcó más que nadie. Un jovencísimo tunecino que quiere acudir aquí a la Universidad también se confesó de la misma parte y yo ya no tuve ningún problema en situarme mucho más en esa parte que en la otra. Acabó la ronda un holandés de 22 años que fue el único que se confesó centrista. La profesora debe estar muy a gusto con este grupo, ella que tampoco tuvo empacho en confesarse muy cercana a die Linke…

El asunto es que yo andaba pensando, antes de venir, que cada vez me intereso menos, que el fraude que he sentido cuando se ha materializado la total división en la construcción de una alternativa que saneara la situación, en España y en Cantabria y en Santander, en este último caso, la ciudad en la que pago impuestos, muchos y cada vez más, y que tendrá de nuevo, y de regalo, una mayoría absoluta de quien tanto nos engaña… Todo ello puede merecer que a mi edad me dedique a otras cosas.

Incluso en el momento en que una versión mini de esa alternativa pudo fructificar, me sentí mal pensando que me había precipitado al decidir venirme aquí y “perderme” la campaña electoral… No aprendo y lo se. La tecnología actual hace que estemos demasiado en contacto a veces. Si quiero, mis dos  o tres citas diarias con informativos de la radio, llegan hasta este borde de Mitte y Wedding mediante la red de redes. Hoy mismo he visto … no quiero recordarlo. Pero tiene que ver con el PSOE y su cabeza de lista en Meruelo.

De haber seguido en casa, me hubiera ocupado más de la desaparición de varios escritores. Xavier Vinader fue vecino de escalera en Barcelona, Eduardo Galeano, una referencia inolvidable. Günter Grass confieso que me llegó en primer lugar mediante la película. Después leí el tambor y el rodaballo, y algo más. Unidos en la muerte. Como Cervantes y Shakespeare.

Aquella película, aquel niño Oskar, y Dantzig o Gdansk… vista en el final del embarazo, en las últimas semanas de gestación del que iba a ser mi hijo, convendrán conmigo que se recuerda toda la vida. Distintas y brillantes. La vida de Brian y Kramer vs Kramer, una trilogía unida a ese momento.

Esta saga debe acabar por hoy pero una, entre tantas, anécdota. El viernes pasado, callejeando, en bici y sin querer, me encontré la casa de Bertolt Brecht. Hace casi seis años, en mi primera y única visita, me habían recomendado cenar allí y lo hice. A las once de la mañana no me fijé más que en lo que parecía una reunión de estudiosos. Volví al atardecer con la melancolía del recuerdo y por que en algún lugar había que cenar. Los sesudos de las once de la mañana seguían en su sitio diez horas más tarde. Allí ya no se cena pero en el local de al lado hay un mejicano simpatiquísimo. Tin Tan, mexikanische street food kultur. Tal cual y no tengo comisión. Chausseestrase, 124 (wird fortsetzen)



martes, 7 de abril de 2015

Bonsais



Ayer lunes, festivo en media España, y final de las vacaciones de Semana Santa para millones de ciudadanos, me cogió en la carretera. La entrada al blog se ha retrasado. Caminos conocidos, interior mesetario florido y templado. Desconexión con el largo y húmedo invierno. No parece posible que en una semana tan corta, dos días hábiles, haya podido anotar tantas cosas. Las desconexiones ya solo son parciales. La wifi de un amigo ha tenido buena parte de culpa. Y los teléfonos tan listos que tenemos ahora…

El lunes santo, horas antes de que la procesión de la Esperanza llegara al hospital, se reunieron en él muchas autoridades empezando por el presidente del gobierno de España y el de Cantabria, siguiendo por el alcalde de Santander y la consejera y altos cargos de la Sanidad regional. El motivo de la reunión es menos claro aunque hay experiencia en el asunto. En 2003 las autoridades regionales también inauguraron una fase del mismo hospital que tardó exactamente un año en entrar en servicio. También era primavera y víspera electoral. Entre el asco y el vértigo…

Menos mal que el martes, muy cerca del lugar del encuentro de la Virgen y el Cristo, tuve ocasión de reunirme con varios amigos, otro encuentro, y presentar el libro de relatos de mi amiga Mabel Andreu al alimón con otra amiga común, Isabel Tejerina. El aliento del dinosaurio merece la pena y se que no va a tener la promoción que merece, así que colaboro. En la Vorágine de la calle Cisneros puede quedar algún ejemplar. Para muchos las vacaciones continúan esta semana y puede ser tiempo de lectura al sol.

Un sobrino retrasó el encuentro familiar por visitar una exposición de bonsáis y mi última lectura, terminada ayer, Querida Mathilda de Susanna Tamaro, me deja muchas imágenes y las más poderosas son de primavera florida y la alegoría de las personas-bonsai. No se nada de arte floral japonés y muy poco del resto. Pero he empezado a ver personas-bonsai por todas partes, incluso con efecto retroactivo. Alguien de quien habías pensado que era un poco babión,… puede ser que simplemente sea una persona-bonsai. Gracias a Tamaro por la imagen. Un antiguo presidente de Extremadura que todavía, que yo haya sabido, no ha rectificado sus declaraciones en caliente sobre el accidente del vuelo de German Wings de hace dos semanas, ha pasado del mundo animal, tenía fama de jabalí, al vegetal recortado. Y ahora ya no hay caja negra que buscar.

Muchos medios de comunicación advierten de los peligros de voladura  (in)controlada del partido que todavía nos gobierna. Si es simulación, esta vez es en directo, no hay tiempo para diferidos. Ahora mismo, mientras escribo estos parrafillos, cinco centenares largos de altos cargos del PP están reunidos en la Junta Directiva Nacional. Dos años hace que no se reúne. No espero grandes novedades. Hay un estilo muy difícil de cambiar. Un ejemplo podría bastar. Si necesita acuerdos para gobernar después del 24 de mayo en muchas ciudades y regiones y si la alianza más factible es con los Ciudadanos de Albert Rivera, no se puede decir que hayan empezado con muy buen pie.

Estoy muy, muy lejos de Montesquieu y de Cadalso. Ni Persia ni Marruecos son los lugares exóticos del siglo XVIII. En Marruecos todavía ocurren cosas tremendas en caso de accidente, mientras Irán, Persia en otro tiempo, puede empezar a ser un lugar más normalizado… Rajoy no quiere enterarse de lo de Marruecos y Netanyahu ni quiere ni puede enterarse de lo de Irán.

Mis próximas cartas no serán tan exóticas como las de ellos pero no serán desde casa ni conozco la periodicidad  que puedan tener. Solo espero que lleguen.