Horas después de publicar la entrada de la semana pasada, se
produjo en León un crimen que no tiene nada que ver con el cine de Leone. (Ver, pero solo si se quiere,
Señor ministro de la nueva Gobernación: yo soy un tipo de
orden y de edad y mi afición a una red social no es para propagar la anarquía y
el desgobierno. Yo estoy por un buen gobierno y ya, de paso se lo digo, no creo
que usted y sus colegas tengan esa inclinación. La del buen gobierno. El caso
es que ese crimen obligó a un aplazamiento de un debate electoral y el debate
caducó, como los yogures que tanto le gustaban a Cañete.
Y ese debate caduco y caducado, -un par de horas antes algo
menos de 90.000 españoles vimos un debate electoral fresco, en francés, griego
e inglés, que en este caso son idiomas y no apelativos no aptos para horario
infantil, pero tuvimos que verlo en el canal trasero de la tele pública,- bueno
que el candidato popular ya está en miles de páginas de tesis y tesinas como el único en todo el universo que
ha sido capaz de perder un debate electoral medio día después de finalizado.
Con reconocimiento explícito, que el candidato atribuye a su superioridad
intelectual.
Sin ningún ánimo de provocar a un famoso académico de la Lengua
que dice que las redes sociales andan llenas de hijos de puta, creo que el
señor Cañete se lo ha ganado https://www.youtube.com/watch?v=EEgpPb0DGxM)
Se lo dedico también a una ejemplar que, aparentemente, también es del orden de
los primates, que ayer en el campo del Llagostera pretendió ofender a Koné, jugador
africano del Racing.
Nunca he votado la lista que encabeza, pero después de sus
declaraciones de la mañana del viernes, me dan ganas de salir con el rotulador
grueso a la calle y poner globos en los carteles de su partido, concretamente
en sus morritos que, no se si también le provocan al alcalde de Valladolid. Sin
invenciones. Sus propias declaraciones sobre el regadío y las mujeres,
mezcladas con la apuesta de futuro que dice su partido que encarna mejor que
nadie. Cañete y futuro, que buen
titular para algo de ficción. Un elemento que dice si soy yo mismo, me temo. Entraría a matar Una declaración de futuro pero fuera del orden
gramatical, sin duda.
Superioridad intelectual no es comérselas. Cuando alguien
dice en tu nombre, en una red social, que te comes a quien tienes enfrente yo
salgo corriendo. Me lo creo. Ese volumen, ese IMC, no se adquiere con lechuga.
Ni con anchoas, que parece que le gustan. ¿Has tenido en tus manos alguna vez
una fresca, lo que aquí llamamos bocarte? ¿Has limpiado bocartes? ¿Sabes cómo
es su tripita? Limpiar anchoas no es nada si entras en la fase de prepararlas para
conserva. Todas las mujeres que lo hacen en nuestros puertos son superiores a
ti intelectualmente. Si lo dudas, entabla conversación con alguna y le explicas
eso de machos y mujeres y tal.
El candidato popular y yo hemos nacido el mismo año pero el
es mucho mayor. Dice su biografía en la Wiki que hasta que consiguió una plaza
de Abogado del Estado a los 24 años no hizo más que estudiar. Cuatro años en
Hacienda y otros cuatro en la Universidad y MEDIA VIDA EXACTA, desde 1982, en la representación política. Parlamento
europeo y regional; Senado y Congreso; y en el municipio de Jerez, el de su
esposa... No quiero extenderme en datos personales pero cuando Cañete empezó a
trabajar yo ya tenía cotizados cuatro años y no voy a contar los trabajos
previos, en B, que en los años 60 estaba más de moda que el rock y el twist. ¿Más que ahora mismo?
Su actividad política empezó, mes
arriba mes abajo, cuando acabó la mía. Estoy seguro que su entorno cercano
hubiese preferido un Cañete más anónimo. No hay necesidad de demostrar a diario
el tamaño de nada. De nada. No se si me explico, Cañete. Incluyo cociente
intelectual y lugar que ocupas en aquello de la distribución: Háblanos de Gauss
en tu próximo mitin, tio listo.
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