lunes, 27 de septiembre de 2010

La primera

Nunca he tenido gato, pero me siento obligado, en esta primera salida bloguera, a hacer una referencia a mi gato. Durante algo más de media vida, en tono de broma, con la ternura de los buenos momentos, yo he sido el perro de mi gato y ella era mi gato. Se aproxima el segundo aniversario de su alejamiento y yo entro en la última etapa de mi vida: Me he salido por los pisos de arriba de la pirámide. Ya ocupo un trocito del primer año de pasivos. Hoy, 27 de septiembre, 35 años después del último crimen (5) de la dictadura franquista  y 48 horas antes del test de la primera huelga general contra el gobierno de ZP me ha llegado la primera nómina de pensionista.

Sois muchos los que habéis profetizado que en mi nueva vida iba a escribir y voy a ir empezando para no defraudaros.

El 29 de septiembre es, con mucha claridad, un punto de inflexión. Pocos habrán estado tan tibios en torno a la convocatoria como lo he estado yo pero, ya en la víspera, creo que no tengo dudas. Hay que hacer la huelga. Yo la hubiera hecho de estar en activo, como hice todas las que se han convocado desde noviembre de 1976. No contra el gobierno, lamento defraudar a algunos, haría la huelga contra los criptopoderes que van intentando laminar un determinado modo de vida. El modo de vida que me ha permitido cobrar este mes como pensionista y espero poder seguir haciéndolo. El modo de vida que ha asegurado una enseñanza pública de calidad para mi hijo. El modo de vida que ha dado una asistencia sanitaria impecable a mi compañera de más de media vida aunque el final no haya podido ser feliz. El modo de vida que iba a asegurar mejores condiciones para los dependientes y sus cuidadores. El modo de vida europeo que, como la guerra de Troya de Giraudoux, ya no va a tener lugar.

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