lunes, 19 de septiembre de 2016

El daño está hecho

Recibo un enlace de un amigo para poder ver un video realizado en las islas Baleares. Se titula así, el daño está hecho y no voy a extenderme mucho sobre su contenido. No me prodigo mucho en este blog con enlaces externos pero ahí queda el citado. Vale la pena mencionar que está hecho por profesionales de la sanidad de las islas. Por profesionales que saben de lo que hablan. Que han visto los resultados de determinadas políticas en su trabajo cotidiano y en la salud de la gente.

Vale la pena recordar que todo ese daño se hizo, supuestamente, para ahorrar y por imperativo de la Unión Europea. A la vez continuaba el atraco a los ciudadanos. Un atraco que con nombre diferente empieza a sustanciarse en instancias judiciales diversas. Con la lentitud propia de la justicia española. Con la maldad intrínseca a su politización.

La perplejidad ciudadana, que parecía que ya había alcanzado cualquier cota posible, sigue escalando, ahora ya sin suelo a la vista. Literalmente agarrados a la brocha por falta de escalera. La deslenguada diputada por Málaga, Celia Villalobos no duda un segundo en achacar los problemas judiciales de Rita Barberá a las conexiones políticas de Cándido Pumpido.

Como la cara y la cruz de una moneda similar, la diputada por Cantabria, Puerto Gallego ve en los suyos, sus problemas con la justicia, el resultado de una persecución política. Griñán, Camps, … pesos pesados de los dos partidos que han gobernado hasta ahora, rellenan a diario las crónicas judiciales. Además la ciudadanía debe soportar en horarios de máxima audiencia explicaciones modelo Cospedal, que en cualquier otro lugar del mundo civilizado y en parte del otro llevarían directamente a la jubilación de la protagonista. A una oficina sin contacto con el público como mínimo.

En documentación pública siguen apareciendo con demasiada frecuencia subvenciones, más o menos encubiertas, en las que el dinero público, incluso en estos momentos de apuro, alcanza a empresas amigas por valor un euro por debajo del límite que obligaría a que la citada subvención fuera más transparente. O transparente a secas. A veces se olvida que eso está muy cerca de …

Y no me voy a privar. Al fin y al cabo este es mi blog. Hay algo parecido a un alto el fuego en Siria. Ojalá –hermosa palabra de procedencia árabe- dure y sea el inicio de algo que se pueda empezar a llamar paz. Hace unos días he recordado en una emisora de radio, a la que acudí para promocionar una carrera celebrada ayer en Santander, que aunque ya no sonara un disparo en Siria, y alguno sigue sonando, tienen por delante años muy duros. En España se necesitaron 20 años. En 1955 se alcanzaron los niveles macroeconómicos que teníamos en 1935.

Hoy y mañana se debate en la ONU sobre esa guerra y sobre el drama de los refugiados en general. Todavía no ha amanecido en Nueva Cork. No cuesta mucho confiar en que por una vez, se haga algo provechoso en una reunión de ese calibre. En mi ciudad, en Santander, la capital de Cantabria, ayer, ha ocurrido algo prodigioso que nos sitúa por una vez por delante de la gran megalópolis de occidente. Ayer Santander corrió por Siria. Miles de ciudadanos se han implicado. Han arrastrado a las instituciones. A muchas empresas. Gracias. Gracias a todas las personas, físicas y jurídicas implicadas.

Se ha vuelto a demostrar que personas trabajando por y para personas pueden alcanzar un nivel de efectividad que muchas empresas e instituciones simplemente ni sueñan. Valor. Ilusión. Decisión. Claves del éxito. Suerte para Siria. Para todos sus ciudadanos. Los que han salido de sus fronteras y, fundamentalmente, quienes han conseguido resistir dentro. El daño está hecho pero pongo mi atención en la calle 42 Este.







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