lunes, 25 de febrero de 2019

80 años


 Es cuatro veces la cantidad de la que el tango dice que no es nada. Para una persona es una vida. Para muchas personas mucho más. Se (me) acaba febrero sin ir y después de lo ocurrido este fin de semana la duda, sobre ir o no, es enorme. Yo quería ir a Colliure, y no escribo Collioure, y que ese homenaje, ante la tumba de Machado, fuera para todo lo que perdimos, todos, hace ochenta años. Ahora, algunos elementos, lazos amarillos en ristre, quizá alguno de los que atacaron la sede de CC.OO en la Via Laietana la semana pasada, han gritado “fascistas” a quienes estaban en el cementerio en el que reposan los restos del poeta (¿?)

Viajo en 23F a Segovia. La estación nueva y lejana lleva el nombre de Guiomar. Se me cruzan los aniversarios. El de 1981 no es redondo este año, la cuestión es acertar en el recordatorio, o  no, de aquel intento de golpe de estado. En nuestra Historia Contemporánea han sido frecuentes. El de Tejero fue uno más y además, afortunadamente, fracasó. No estoy seguro de que los que pasamos miedo aquella noche tengamos que elevar el suceso a la categoría de ¿histórico? Los protagonistas de los acontecimientos no pueden ser buenos historiadores de los mismos. En la madrugada de los Oscar nos podríamos preguntar que nos parecería si los actores, actrices, directores o modistas… se autoconcedieran el premio.

A diario llegan noticias de Venezuela teñidas de versiones interesadas. No tengo idea de dónde nos colocan a los que pensamos que lo único importante es evitar un baño de sangre. Que Maduro, su contrario y Trump nos importan exactamente medio pimiento… Y que algunas narraciones que circulan son aptas solo para grandes desconocedores de la Historia, lo que a estas alturas debe significar: Aptas para la inmensa mayoría de las poblaciones.

Posiblemente esta civilización esté a punto de colapsar. En el plano folklórico la crónica rosa tiñe otros aspectos de la vida pública. Si para alguien es importante saber lo que va a votar Belén Esteban o Jorge Javier o con quien se acuesta Albert Rivera… podemos apagar. En un plano más serio, la variable medioambiental no acaba de presidir todos nuestros actos, aunque nos cobren las bolsas de plástico a precio increíble o que el movimiento de protesta contra esa falta de conciencia esté empezando a calar en algunos países europeos entre grupos de adolescentes.



Hay días que puede parecer que uno amanece pesimista sin ningún motivo personal para ello, con sol, buena temperatura y  árboles en modo primavera anticipada, pero la inteligencia artificial puede estar sustituyendo a la otra, a la natural, a la de siempre y la charlatanería se impone sobre la conversación y determinados sentimientos sobre los datos y las noticias falsas sobre las reales y tenemos que llamar postverdad al embuste e historia contrafactual a las ucronías.

Para criticar la política exterior de los EE.UU, no hay necesidad de recurrir a absolutos que niegan hechos cruciales de la Historia. Discrepar del intento actual de Trump en Venezuela  olvidando a Roosevelt en Sicilia o Normandía solo significa partidismo interesado o ignorancia. Y volviendo a Colliure, y no escribo Collioure,  solo una pregunta para quienes tienen edad suficiente y el resto que pregunte a sus padres y madres: ¿Conocieron el uso anterior del edificio de la Vía Laietana que atacaron? ¿Cuántos mantenían posición, digamos, vertical?

Las respuestas sinceras podrían sorprendernos mucho. Tanto como la cantidad de demócratas-de-toda-la-vida-desde-ayer que surgieron después de aprobada la Constitución de 1978. Incluso radicales y antisistema que no-se-habían-dado-cuenta de en qué país vivían antes de noviembre de 1975.


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