lunes, 18 de septiembre de 2017

Influencers

Debo estar por encima de la media, entre los de mi generación, en relación con el uso de nuevas tecnologías y conocimiento de lenguas extranjeras. Lo mío me ha costado. Pero no me había encontrado con un nuevo palabro. Ha tenido que ser un fracaso de la consejería de Turismo del gobierno regional, el mes pasado, quien me ha puesto en onda. Un cartel de promoción de nuestro litoral, tildado de sexista y retirado en horas, me desveló el término. Los influyentes o influidores ahora son influencers. Eso es lo que algunos entienden por modernidad.

La supuestamente influidora parece que tiene un blog, un apellido de los de toda la vida… y yo había llegado hasta aquí sin enterarme de su existencia. Como ella me ignora a mi, lo doy por supuesto, que también tengo blog y mi apellido. Claro que mi espalda no le dice nada a la consejería de Turismo para promocionar nuestro litoral. Me cabe una duda, ¿cobró la influidora o lo hizo por patriotismo? Hay mucha oscuridad, al parecer, en cuentas de esa consejería, me temo que en otras también, y hoy, en el estreno de curso en el Parlamento regional, se va a hablar de ello.

Estrenamos este curso con un Parlamento que parece recién llegado de la batalla del Isonzo, sí, aquella que hace exactamente un siglo ensangrentó la frontera de Italia y Austria, que se cobró medio millón de vidas y engrandeció la literatura universal de la mano de Hemingway. Los tres diputados de Podemos se relacionan lo justo o menos. Los dos de Ciudadanos ya se divorciaron antes de final de curso. El grupo popular se mueve entre un ocho a cinco o un nueve a cuatro dependiendo de las fuentes. Puede que se llegue a un siete a seis antes del arreglo final. La derecha tiene mejor instinto de conservación.

Los que parecía que iban a empezar mucho mejor, los socialistas, tienen una fractura que no hay traumatólogo que pueda con ella. Menudo veranito se han marcado. Cualquiera le recuerda ahora al nuevo secretario general que donde iba a intervenir con decisión era en Servicios Sociales… y la vicepresidenta en la lucha armada metafórica. De momento. Y creyendo que la ciudadanía aprueba su tarea de gobierno… Señoras y señores: la izquierda es así y no parece que vaya a cambiar.

El contencioso catalán lo pone a prueba a diario. Que una parte de la herencia del anarcosindicalismo haya rebrotado con fuerza en esa esquina peninsular dona coartada gratuita para que lo más rancio, insolidario y corrupto de la oligarquía catalana no aparezca sola en el duelo frente al estado

El 16 de agosto de 1978 mi Seat 127 azul marino, mi segundo 127, con matrícula de Barcelona como el primero, amaneció con las cuatro ruedas pinchadas en la calle San José, muy cerca de los Jesuítas. Era el día de San Roque y con aquella avería debí llegar tarde a la cita familiar. Yo venía de Italia, eran tiempos de discusión de la Constitución y del Estatut d’Autonomía, y en el maletero llevaba un pequeño adhesivo con las cuatro barras históricas de la corona de Aragón.

Eso nos dio una tarde muy amable en un camping de Toscana con una familia de l’Alguer que hablaba un catalán muy curioso. Y aquí, en casa, algún malnacido decidió que eso era insoportable. No creo que el panorama haya cambiado mucho en lo sustancial… Estar contra la no acción del gobierno central y contra la convocatoria de un referéndum ilegal por parte del gobierno de la Generalitat, equidistante, hoy sí, en contra de lo uno y de lo otro… no está bien visto. Qué pasó con los no alineados? Molaron en un tiempo


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