jueves, 25 de mayo de 2017

Compromís(o)


Hace un montón de años, en semanas más de tres mil, estoy seguro de que era jueves  como hoy, entonces festivo, ese día hice mi primera comunión. Era un 30 de mayo. Entre los recuerdos un desayuno muy especial, en casa. No había costumbre todavía de montar los saraos que se han montado después. Una foto con mi primo Nacho, tres meses mayor que yo, dos pares de orejas muy destacadas emergiendo de unos trajes muy raros. En la familia se convino entonces en que eran de “princés” (los trajes, las orejas muy nuestras) y una medalla de oro, regalo de mi padrino que se llamaba como yo. Medalla que me acompañó treinta años y que tenía grabada la fecha. Por eso la recuerdo bien. Hasta que alguien que entró en mi casa se la llevó y eso quiere decir que llevo otros treinta años sin ella.

Recuerdos personales como analgésico para dolores cotidianos… en el Mediterráneo se sigue ahogando la gente y no queremos enterarnos… Manchester se ha unido a la red urbana del terror y se sigue escuchando que, a modo del nonosmoverán, no van a hacernos cambiar, pero probablemente hemos cambiado desde el minuto uno, allá por el cambio de milenio. Es un resorte automático como el de combatir el cáncer con buena disposición, pero si eres de Manchester, en el próximo concierto al que asistas te vas a acordar y si eres de otro lado seguramente también. Hoy mismo, jueves de la Ascensión, escucho en la radio una afirmación que me hace daño: Dentro de poco el cáncer será como un resfriado. Lo dice una que ha conseguido sobrevivir. De momento. Enhorabuena. Otros y otras van, y han ido, peor en su combate y merecen algún respeto.

He seguido la campaña de primarias socialistas por las redes sociales muy principalmente aunque el lunes me dí un garbeo por la prensa escrita. Hasta consulté Le Monde que es una costumbre antigua. Olvidé hacerlo con el New York Times o tengo en cuarentena ese gran diario después de un publirreportaje sobre el edificio de Renzo Piano que en un mes ya estará abierto al público. Reconozco mi pasividad con el Centro Botín. No me gusta su ubicación. En la disyuntiva ahí o en ningún otro emplazamiento, me he plegado.

Todavía no he pedido el pase permanente, pero espero llegar a tiempo y… no comulgo con la actitud del anterior alcalde de la ciudad y de muchos otros políticos con comportamientos de vasallaje ante una familia, y las instancias judiciales que no han visto ninguna pega en la invasión del espacio público en la misma orilla de la bahía… Pero… lean a Andrew Ferren y después seguimos. Aviso a la Octava Avenida: Están llegando al sótano Cebrián. Hoy han enfadado mucho al gobierno británico por cotilleos sobre el atentado de Manchester… se tarda mucho en ganar prestigio pero es mucho más rápido el camino contrario.

Y volviendo al huracán Sánchez, además de Susana y el coro del sanedrín socialista, ha perdido muy notablemente el grupo Prisa y el señorito a su cabeza. Dicen que la derrota le puede costar el puesto. Me fío lo justo, o menos, de que esa victoria sirva para algo productivo de cara a dejar en la oposición a la banda que nos gobierna, pero si ha perdido la caradura, me alegro de corazón.

De las 17 comunidades autónomas, Andalucía es la única que no ha conocido alternancia política en más de 35 años y eso va cerrando un círculo infame: en el lugar tópico del caciquismo histórico más sangrante ha nacido un neocaciquismo aún más vergonzoso. El PSOE de Andalucía se comporta como un partido nacionalista andaluz. Sus afiliados en el resto de España lo acaban de resaltar.

No sé si hoy es festivo en Valencia como en Francia y otra docena de países europeos, todos mucho más laicos que España o como en Oviedo y unas cuantas ciudades españolas más, pero en Valencia disfrutan de una marca propia, Compromís, que es una especie de izquierda tropical con camisa hawaiana y destaca mucho frente a los cuellos Mao de algunos de su mismo grupo parlamentario. No tengo edad para irme a vivir a Valencia pero me encantaría disponer por aquí cerca de algo parecido.



2 comentarios:

  1. En ocasiones los pormenores enturbian las panorámicas. Será que hizo mella el mucho tiempo que portaste estandartes, pero yo, que leo menos pero más independiente, no quiero que se me extravíe en pensamiento en regiones sentimentales remotas. ¿sabes si Compromís ha consultado a sus bases para salir por donde ha salido? Creo que los del cuello Mao sí. Yo si he votado.....

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  2. Esperaba tu comentario, de verdad. Viene detrás de una gran noticia de uno de los últimos estandartes que estoy llevando. Sigue atento. Un abrazo

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