domingo, 28 de febrero de 2016

Mandamientos



Ayer empezó a llover algo más tarde de lo que indicaba el pronóstico. Dos actos casi coincidentes en la hora libraron bastante bien. Se recordaba el 40 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática. Un acto breve, sencillo, que a los nacidos en aquel territorio y residentes en este les dejará un determinado sabor. El mío es bastante amargo. Pertenezco a una generación a la que enseñaron en Primaria que el territorio español se organizaba en 54 provincias. La del Río de Oro tenía una superficie muy cercana a la mitad del territorio peninsular. Su enorme problema era el vacío poblacional. Una de nuestras mayores vergüenzas históricas sigue dejando secuelas.

En algún momento de los diez años que separan esa proclamación del referéndum del 12 de marzo de 1986, por el que nos quedamos en la alianza atlántica, alguien hizo muy mal su trabajo. La entrada en la OTAN fue una escapada de un gobierno que se derrumbaba. La no salida fue la mayor infidelidad cometida por un partido español a su electorado en los últimos 80 años. Así, tanto el apoyo a los saharauis como la negación de la alianza militar, a la que por ejemplo Suecia nunca ha pertenecido, quedaron convertidos oficialmente en patrimonio de radicales, o de muy radicales. Incluyendo, supongo, la atención a los niños en las ocho semanas de verano de las vacaciones en paz. Y en nuestra tierra con algo de fresco y un poco de lluvia. Una especie de milagro para nacidos en Tindouf

El otro acto, al que la lluvia afectó en los últimos minutos en la plaza del Ayuntamiento, era el que reclamaba a la vez que en muchas otras ciudades de España y del resto de Europa un #pasajeseguro para los refugiados. Muy en concreto para quienes arriesgan su vida a diario en el Egeo, procedentes mayoritariamente de Siria. No se si los biempensantes también creen que apoyar a los refugiados es cosa de radicales o de muy radicales. Algunos mandamientos de la ley divina son de fácil cumplimiento: No matar, honrar a los padres, amar al prójimo…

He participado en la organización de la marcha del sábado. Me consta que el Obispado de Santander ha seguido la misma. En el ángelus de hoy el Papa se ha ocupado del tema. Tras los pontificados polaco y alemán, el Papa actual parece que sintoniza mucho más con las necesidades reales y cotidianas de la mayoría. No se puede decir lo mismo de nuestras autoridades civiles, destacando entre ellas el ministro del interior, Fernández Díaz, que exhibe un modelo folklórico de religiosidad, que no le alcanza para tener piedad con los refugiados.

Sin embargo, en la marcha de ayer se pudo ver en Santander a la vicepresidenta  y algún consejero del gobierno regional y algunos otros altos cargos y diputados regionales y nacionales. Al menos una concejala del PP... Es un tema transversal. La comisión que ha preparado esta marcha va a seguir intentando trabajar a favor de los refugiados. De que se respeten sus derechos. Puede que no sea de dominio común, pero los refugiados tienen derechos reconocidos internacionalmente y en la Unión Europea, que pretendió hasta hace muy poco tiempo ser campeona mundial en la lucha por el respeto a los derechos humanos, esas leyes no se cumplen.

Tengo un empeño especial. El ferry de Ayvalik, cerca de Esmirna y de la antigua Pérgamo, a Mitilene en la isla griega de Lesbos cuesta 10 € i/v. Un trayecto de una hora. Pero los refugiados tienen que pagar a mafias, un mínimo de 1000€,  pasarlas canutas en el trayecto, llegar mojados y desfallecidos y muchos, miles ya, no van a  llegar nunca. Es tan escandaloso que lo mínimo que se puede hacer es denunciarlo.

En otros momentos de la historia reciente de la Humanidad ha habido representantes diplomáticos que con su iniciativa, y valor, salvaron miles de vidas. La acción de Pablo Neruda fletando el Winnipeg llevó a Chile en 1939 de forma segura a más de 2000 españoles. Ángel Sanz, desde el consulado en Budapest, en 1944, se calcula que salvó a miles de judíos… ¿Qué hacen en estos momentos los representantes diplomáticos de la Unión en Ayvalik?

lunes, 22 de febrero de 2016

“Por favor, Arsenio…”



Como muchas otras veces, demasiadas, la muerte de gentes más o menos cercanas, queridas en todo caso, se imponen al borrador preparado para la semana. Se ha confirmado estos días que un cadáver recuperado hace diez días del fondo del río Escalda es el del joven ingeniero de Galdácano/Galdakao, Hodei Eguiluz, desaparecido en la noche del 19 de octubre de 2013, en Amberes, Bélgica. Conocí a sus padres, Pablo y Koro Diaz, en nuestro aeropuerto, a la vuelta de un viaje a Bélgica en el que estuvieron acompañados de familiares y amigos, entre ellos una de mis cuñadas. Pedían lo que sólo han conseguido a medias: Una mayor implicación de las autoridades belgas en la búsqueda de su hijo. Al final el cadáver se ha recuperado en el curso de unos trabajos para reflotar una barcaza-piscina…

Conocí a Nando Yosu y a otros jugadores del Racing, Santamaría, Miera, Crispi, Sampedro, Odriozola,… en los primeros años 60. La sesión de tarde en el colegio empezaba a las tres y media y antes de esa hora muchos de aquellos héroes, que solo tenían diez o doce años más, aunque nos parecieran mucho más mayores, jugaban una partida, supongo que de mus, en un bar de la calle Burgos, que después resultó el primer asador de pollos de la ciudad.

Cada día nos firmaban autógrafos a los escolares que los domingos aplaudíamos a rabiar en los Campos de Sport. El padre Carlos, de fuerte acento brasileño, el decía brasileiro, nos llevaba gratis al fútbol. Al menos tres temporadas consecutivas entre  los más grandes. Todavía no sabía que Nando había ido al colegio con el novio de mi hermana mayor o que iba a ser muy amigo de mi hermano. Aunque esté todo dicho ya, con Yosu ha desaparecido un ejemplar muy raro, por escaso, de un fútbol épico, que no atiende a las razones del negocio… La última vez que nos encontramos por la calle, yo camino del trabajo, él todavía en uno de sus largos paseos, solo me reconoció a medias… Nando, Hodei, buen viaje al otro lado…

Ante eso, historietas, como la del alcalde de la Serna y su fantasía artístico-cultural: el Reina Sofía con sucursal en Santander que el gobierno Regional parece que compra… Historietas como la del suegro de un político encarcelado por corrupción, que se empeña en seguir declarando que se le ha subido un millón de euros al altillo del armario sin que el supiera nada. Historietas como la de otro político que declara sin tapujos que prefiere ladrones en su partido (dato objetivo) a tener un terrorista (dato poco contrastado) que parece que está en otro…

Lo del ministro del Interior es más que una historieta, es un peligro real para la democracia. Todavía no hace un mes la entrada a este blog se titulaba “Una presunta banda”. La policía ya tilda al PP, de momento solo en Valencia, de organización criminal y el número uno podría ser un ex-presidente de la Generalitat que clama en TVE1 ante el director general del Guardia Civil al que se dirige por el nombre de pila: “Por favor, Arsenio…” Mientras los corruptos van cayendo, los corruptores, de momento, parece que van a seguir librando, aunque algún apellido de mucho lustre ya aparece en la documentación judicial.

Aunque al final, no me importa reconocer que el dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha expresado esta mañana en un programa de radio algo muy parecido a mi opinión sobre la cumbre de Bruselas del pasado sábado. Los 27 restantes, Rajoy encantado, se han bajado los pantalones ante Cameron. Solo me queda desearle un profundo fracaso al premier en su maniobra y que ganen el referéndum los partidarios de abandonar la Unión, con el alcalde de Londres Boris Johnson al frente.

Las relaciones del Reino Unido con el resto de Europa son, desde hace 60 años, la historia de un fracaso muy rentable. Obligados a liquidar la EFTA tuvieron que esperar a la desaparición de De Gaulle para entrar en las comunidades europeas con 15 años de retraso. Diez años más tarde Thatcher consiguió una excepción vergonzosa para todos los demás y desde ahí hasta hoy, cuesta abajo…

lunes, 15 de febrero de 2016

Conjuro



Después de una legislatura dramática, que se recordará por los recortes y la corrupción, como las dos caras del partido gobernante, se va imponiendo la sensación de vivir un circo político. El gobierno todavía en funciones decidió realizar un quinto presupuesto general del estado, cuando las legislaturas son de un máximo de cuatro años, habilitando sesiones veraniegas de los organismos parlamentarios y alargando la convocatoria para unas nuevas elecciones hasta el límite legal o un poco más allá.

Así,  las fechas de la campaña y de las elecciones coincidieron con la época navideña y cuando el próximo 2 de marzo el candidato socialista, por K.O. del aspirante mejor colocado en votos y escaños, presente a examen su programa en el Congreso de los Diputados, habrán pasado ocho meses de políticas a medio gas.

Eso es bastante peligroso. Tenemos una tradición secular en nuestra sociedad de poco respeto por la autoridad, de muy poco aprecio por lo público, por lo de todos, que al final parece de nadie. Así se explican conciencias laxas de casi todos quienes tienen/tenemos oportunidad de no cumplir con las obligaciones. Hoy mismo he escuchado en la radio a un periodista a quien le tengo, o tenía, bastante simpatía, abordar con cierto cachondeo su proceso de re-educación vial por pérdida de todos los puntos de su carnet de conducir. Mejor no abordar cuestiones fiscales en este apartado pero sigo viendo que se escupe mucho en la vía pública. Menos que en China pero más que en Suiza…

Somos lo que somos y como somos y a pesar de lo que haya podido parecer en los párrafos anteriores no me gustaría ser de ningún otro sitio. Por eso no me gusta que el mayor esfuerzo de las últimas semanas se dirija a que parezca que la culpa es de otro. Vamos a ir a nuevas elecciones y eso puede ser ya en verano y eso querrá decir que el tiempo evaporado será de un año completo, y el mayor cuidado ahora de los partidos que deberían estar negociando un acuerdo de investidura y un programa de gobierno se dirige a que en la próxima campaña puedan decir con algún dato de apoyo que la culpa fue… del cha-cha-chá.

Escribiendo en mi ciudad natal, en la noche de un 15 de febrero, no quiero obviar el aniversario del incendio de 1941. Algo adelanté la semana pasada. Con sinceridad debo reconocer que me ha gustado algún especial de prensa del que solo esperaba el triunfalismo habitual. Después de 75 años ya podemos analizar, sin que nos caiga encima ninguna maldición, las consecuencias socio-urbanísticas de una supuesta reconstrucción en una etapa histórica totalitaria.

Desde hoy quizá ya no se reciban insultos por decir que aquí solo se reconstruyeron dos edificios, la catedral y la iglesia barroca de la Compañía. Y que se instaló un modelo especulativo como fuente de riqueza principal de nuestra clase dirigente. Un modelo que 75 años más tarde resiste, cada vez más censurado pero resiste. La no alternancia en el gobierno municipal, creo que la única en municipios de más de 100.000 habitantes, es prueba aritmética.

Otro dato que va a quedar, lo he escuchado y leído por doquier, es que el 10% de la población perdió la vivienda. Si empezamos a analizar el pasado, el resto del pasado, con esos consensos que hemos aplicado al recuerdo del 75 aniversario del incendio, quizá empecemos a salir de otros agujeros negros históricos. Aunque no me voy a dejar ganar por ningún optimismo sin fundamento. De hecho, el titular se refiere a mi proverbial falta de acierto a la hora del pronóstico político y a ver si, apostando por nuevas elecciones consigo que al final se entiendan. Alguien con alguien. Cualquier gobierno de marzo, o de abril, mejor que nuevas elecciones en junio o julio. Insisto, cualquier gobierno de primavera mejor que nuevas elecciones.

lunes, 8 de febrero de 2016

76 febreros




En el telediario del mediodía he visto imágenes del lunes de carnaval en Santa Cruz de la Palma. Menos mal. Una huelga de Iberia y un partido del Racing en cuartos de final de la Copa frente al Real Madrid, me ayudan para determinar que eso fue en 1999. Dos parejas de amigos pasamos en esa isla bonita estas fiestas. El día grande allí es el lunes. Humor, polvos de talco, o harina, vestidos y trajes blancos o claros, música y falsos dólares que se escapan de las maletas. Es la vuelta de los indianos, enriquecidos como debe ser. Todo lo demás, lo que no tiene relación con el carnaval está mal, o con mi mejor esfuerzo, regular.

Siguen muriendo refugiados en el Egeo o en Canarias y quienes no alcanzan esa categoría mueren, por ejemplo, en Siria. Y en más lugares. La posibilidad de contar con un gobierno en un plazo relativamente corto puede parecer más cercana que hace una semana pero mi edad me impide ningún optimismo en ese tema. Los postureos diversos se pueden imponer a las necesidades reales de la población. La fiesta del carnaval no empezó con muy buen pie en la capital del reino.

Desde hace meses, alrededor de medio año, la impresión de que todo lo que ocurre en la política municipal de Madrid tiene un amplificador muy poco objetivo me tiene preocupado. Noticias del tipo “la alcaldesa se come un niño crudo” pueden empezar a ser creíbles para sectores numerosos. Eso en un país que se ha pasado un siglo quemando conventos es peligroso. No quiero imitar a Gila pero aquí alguien está jugando con fuego.

He debido llenar ya media página y hoy quería comentar el aniversario que llega la semana próxima. El 15 de febrero de 1941, hace 75 años menos una semana, una parte notable del centro histórico de esta ciudad quedó arrasado por un incendio. Unas circunstancias parecidas a las de muchos días de febrero de cualquier año: Fuerte viento del sur, valores de huracán aquella noche, recuerdo escuchar a mi padre el término ciclón para lo que ocurrió, unido a fuegos de leña y carbón en los hogares y estructuras de madera en la inmensa mayoría de los edificios, todo junto en alianza fatídica fue la contribución a que lo que aquí como en tantos lugares del continente se había ido acumulando a lo largo de siglos, desapareciera en horas.

No era un tiempo fácil. La guerra civil había terminado escasamente dos años antes. A mis padres y a un hermano de mi padre les había dado tiempo a casarse. Mi hermano mayor y una prima nacieron en esos días. Mi hermano 48 horas antes y mi prima el mismo día del incendio. Ellos evidentemente no lo recuerdan pero el primer contacto que tuvieron con personas ajenas a la familia fue con los bomberos que los pusieron a salvo a todos. No eran tiempos fáciles en el resto de Europa. La Luftwaffe hacía meses que bombardeaba Gran Bretaña y el Afrika Korps se estrenaba en Libia ante el peligro que suponía dejar aquel frente en manos de los italianos.

Después llegó la reconstrucción. De alguna manera hay que denominar lo que ocurrió aunque técnicamente el vocablo no se ajuste. La ciudad cambió. Miles de familias fueron expulsadas del centro. Nadie había escuchado por aquí el término que hoy está de moda entre especialistas en urbanismo, especuladores y víctimas de: La gentrificación tuvo en el Santander de hace 75 años el ejemplo más acabado de todos los que se habían conocido hasta entonces y seguramente de todos los ocurridos después.

El sistema totalitario y la escasez de medios materiales impusieron una larguísima agonía urbana. Muchos santanderinos, nacidos incluso diez años más tarde, recuerdan con normalidad una infancia en la que convivían en una sola vivienda dos familias, habitualmente con lazos de parentesco pero no necesariamente. La operación urbanística se remató en un sector en absoluto afectado por el incendio y los pescadores que residían desde hacía siglos en los arrabales del este fueron también expulsados al nuevo poblado de pescadores de los arenales del oeste.

Esto tendrá que continuar. Como los procesos de especulación/sufrimiento

lunes, 1 de febrero de 2016

Betis 0-Des Moines 1



Seguimos sin gobierno y quienes debieran estar más por la labor parece que no tienen prisa. Empezando por el rey. Desde un viernes en que se vio que no había candidato, por renuncia, aunque sea momentánea, del presidente en funciones hasta mañana en que se cierra la segunda ronda de conversaciones han pasado once días. Y no parece que en las  vísperas haya mayor claridad que la de entonces.

Eso si, las primarias en Iowa, caucus, plural caucuses, nos tienen en vilo. Y la semana próxima New Hampshire y un sin parar hasta noviembre. El sistema caucus tiene la ventaja de lo entrañable. Yo invito a un cocido a mis amigos y de paso les intento vender mi moto presidencial, pero aquí no funciona. Nos liamos en el aperitivo. Ha funcionado para artículos de limpieza y recipientes de plástico. Parece que el último grito es hacer caucuses para vender #juguetesexuales pero para pedir votos somos muy nuestros.

Como la geografía no ha sido una materia muy valorada en las últimas décadas voy a aclarar ya que la capital de Iowa tiene ese bonito nombre de origen francés, Des Moines, sobre cuyo significado no parece que haya un acuerdo total. De los monjes? O una variación fonética de moyen, mitad, medio, que haría alusión a su situación entre dos ríos. No es lo sustancial. La cosa es que la derrota de Susana Díaz me permite el ajustado titular de la semana.  

El comité federal socialista del sábado ha dejado a la aspirante en su altura política justa, más bien escasa. El último y desesperado intento de abrazarse a Felipe González y su memoria para salvar sus aspiraciones, más o menos legítimas, no deja de ser muy patético teniendo en cuenta el prestigio actual de FG fuera del círculo de hooligans.

La existencia de un/a garganta profunda en el más alto órgano de gobierno del PSOE entre congresos es un bonito escaparate de la actualidad de la comunicación  con la jugada de Pedro Sánchez que quizá es su primer gran golpe de autoridad desde que se convirtió en personalidad relevante y conocida del gran público. Enfrentar las baronías al sufragio universal es mucho más que un órdago. Editoriales de medios de comunicación que alguna vez orientaron a la mayoría del progresismo en España son ahora claramente meridianos de la falta de adecuación a las nuevas realidades.

Después tenemos la imposibilidad de cuadrar los círculos. No se puede tildar de leninismo o populismo a quien apartándose del manoseado centralismo democrático da voz al conjunto de la militancia. Como estos días estarán viendo la película de Gavron sobre el costoso proceso que llevó al reconocimiento del voto femenino, -fallo enorme en el final de la misma al no reseñar el histórico y temprano reconocimiento de ese derecho en la Constitución española de 1931- tan enorme como el cameo de Meryl Streep en el papel de Emeline Pankhurst, un siglo más tarde es muy difícil no reconocer ese derecho a los afiliados a un grupo que además pagan una cuota.

La segunda entrada con más lectores en este blog se titula Teka y tiene alrededor de cuatro años. Pasado ese tiempo la situación de una parte de aquellos trabajadores es si cabe peor. Han sido timados o estafados con mediación del gobierno regional anterior y hoy están de nuevo en la calle. No he escuchado una palabra a quienes entonces se pusieron las medallas del supuesto arreglo. Con una justicia como en Valencia o Mallorca lo suyo tendría solución  favorable y sin demora. Espero que la igualdad nos asista en este caso y en muchos otros que hasta ahora no han encontrado hueco en nuestros juzgados.